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Y ahora cuál es el rol de la familia real?

Adelgazar a la familia y ahorrar, ha sido el objetivo de Carlos III, pero ello ha pasado factura en sus relaciones. Repasamos qué ha sucedido con algunos de los miembros de la familia real.

Los príncipes de Gales

Son su gran apoyo y el enlace con los jóvenes que literalmente veneran a la pareja, un hecho que no sucede con los actuales reyes, ya lo dijeron las encuestas. William ganó este año como el miembro real más querido. Carlos los apoya en todo, hasta ha decidido aumentar el presupuesto de su nuera Kate con respecto a sus gastos estilísticos. Vale la pena porque la pareja es el centro de atención allá donde va.

El príncipe Andrés

Si la relación con su hermano ya era tensa, tras la desaparición de Isabel II se ha complicado más. Apenas murió la progenitora de ambos y el monarca le pidió a Andrés que desocupara la residencia Royal Lodge de 31 habitaciones, la cual le había dado su madre en renta por 75 años. Entonces le ofreció amablemente Frogmore Cottage –que perteneció a Harry y Meghan–, de cinco habitaciones, a lo que Andrés se ha negado, alegando que en las últimas décadas le ha hecho reformas millonarias a su residencia y no las dejará perder.

Hace unas semanas se supo que su cuñada, Sarah Ferguson, fue sometida a una mastectomía, lo cual sirvió para detener el desalojo. ¡Imagínense a Carlos III sacándolos de su hogar en medio de esta situación de salud tan delicada! No, no va a arriesgarse a parecer un insensible.

Sus sobrinas Beatriz y Eugenia

Las hijas del príncipe Andrés están en la cuerda floja y el deseo del rey es mantenerse alejado de todo lo referente a su hermano. Beatriz sí fue elegida como una de las consejeras de Estado del monarca mientras Eugenia quedó fuera, quizá por la estrecha relación que mantiene con el príncipe Harry.

Princesa Ana

Sorprendió la crítica pública que hizo Ana, su hermana mayor, sobre su deseo de adelgazar a la familia real. Ella cree que Carlos III se equivoca. La familia real necesita de todos para salir adelante y ¿saben qué?, tiene razón. Ana se mantiene activa y es consejera de Estado. Y el soberano confía en su juicio.

Zara y Peter Phillips

El rey sabe que los necesita para conectar con la juventud. Es cercano a ellos, así que ha empujado el cambio de imagen de su sobrina favorita, Zara, quien se convirtió de la noche a la mañana en una de las mujeres más elegantes de la familia real. En cuanto a Peter, apoya su noviazgo con la millonaria Lindsay Wallace y no dudemos que pronto se anuncie una nueva boda de cuento.

La reina Camila

La mujer de su vida lo ha apoyado en absolutamente todo. La madrastra de William y Harry tiene un efecto tranquilizador en la vida del soberano que todos valoran. Es más accesible, adaptable y ha trabajado duro para estar a la altura. No, no es Diana, pero Camila es inteligente y sabe que su principal trabajo no es brillar sino dejar brillar a Carlos III, apoyar y cumplir con sus obligaciones codo a codo desde un segundo plano. Es discreta, pero hace mucho.

Laura Lopes y Tom Parker

Con sus hijastros la relación es extraordinaria. No olvidemos que con ellos ha pasado la mayor parte del tiempo, algo que no sucedió con sus propios hijos. Laura y Tom son los grandes ganadores de esta complicada situación familiar. Tienen los privilegios de ser un miembro de la familia real, pero sin obligaciones o tener que soportar el acoso de la prensa, y es que han optado por una vida lejos del escrutinio público. Carlos valora y quiere a los hijos de su esposa.

El príncipe Harry y Meghan Markle

Lo sabemos, Harry perdió el título de Su Alteza Real y apenas fue invitado a la coronación de su padre. Dicen que Carlos no lo invitó a los festejos por su cumpleaños número 75. ¿La razón? Está enojado. También está el hecho de que Harry y Meghan no firmaron un acuerdo prenupcial, por lo que ella podría ir contra las arcas de los Windsor en caso de divorcio, y el rey no lo permitirá.

Sophie y Eduardo de Edimburgo

A Carlos III no le gustó que su padre, el príncipe Felipe, haya heredado el ducado de Edimburgo a su hijo menor Eduardo y a su esposa, un título que debería llevar su nieta Charlotte al crecer. De hecho, así lo dijo. Pero, negarse a cumplir la voluntad de su padre lo hubiera hecho quedar mal, así que después de varias pláticas con Eduardo, aceptó. Sophie y Eduardo, los nuevos duques de Edimburgo, han respondido con trabajo y fidelidad, del mismo modo que lo hicieron con Isabel II y el príncipe Felipe.

REALEZA

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2023-09-01T07:00:00.0000000Z

2023-09-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa