UNA DESCOMUNAL PROVOCACIÓN

Probamos en Portugal la MercedesBenz EQE SUV y seguimos intentando decidir cuál es el aspecto que más nos gusta de este auto casi perfecto

HABLAR DE MERCEDES-BENZ es hablar de una perfecta conjunción entre lujo y desempeño, por lo que mencionarlos en una misma frase puede parecer redundante.

Las sorpresas a bordo de la EQE SUV comienzan incluso antes de encenderla. El habitáculo te recibe con acabados y materiales de primera calidad y, como era de esperarse, lleno de soluciones tecnológicas enfocadas, no solo en el confort sino en un marcado énfasis en la seguridad y en el desempeño.

La EQE 500 4MATIC SUV incorpora una de las proezas tecnológicas y de diseño más impresionantes: la nueva MBUX (Mercedes-Benz User Experience) Hyperscreen, es decir, tres pantallas que se funden en una para abarcar prácticamente todo el tablero. Lo primero que gana la versión SUV del EQE es una sensación de amplitud. Aunque en el papel es un poco más compacta que el sedán, a primera vista pareciera contar con un habitáculo más amplio y con mayor capacidad de carga.

Al encender el EQE SUV, la experiencia no hace más que mejorar. La motorización que ostenta incluye tracción en las cuatro ruedas gracias a sus dos motores que alcanzan los 408 CV y un par máximo de 858 Nm, y dotan al vehículo de una autonomía de alrededor de 560 kilómetros y de capacidad todo terreno.

Adicionalmente, el equipo de diseño de Mercedes-Benz incluyó muchas adaptaciones pensadas en dotar al vehículo de la mayor eficiencia aerodinámica posible.

¿Un futuro sustentable? Sí. Con este lanzamiento Mercedes-Benz refuerza su compromiso para lograr que, a partir del 2025, sus vehículos sean producidos sobre plataformas eléctricas, con baterías eficientes, en plantas con certificado neutral de carbono y con más puntos de carga potenciados por fuentes de energía y materiales reciclados. Marca así el camino hacia un futuro más limpio y proporciona la herramienta para recorrerlo. Una herramienta poderosa, cómoda y lujosa. Ya nos sabrán perdonar si sonamos redundantes, pero este coche lo merece.