Una Navidad con SALMA HAYEK

La actriz recuenta sus memorias familiares en Veracruz.

Además de seguir actuando, en los últimos años Salma Hayek se ha dedicado a producir contenido hecho en México, como Sabor de Navidad, película que este mes estrena en ViX+. La historia protagonizada por Mariana Treviño y Andrés Almeida, recuenta varias historias en la víspera de Nochebuena; entre ellas, la de una chef que debe preparar varios platillos típicos yucatecos, y que, aunque renuente, accede a aceptar ayuda. Además de incluir varias secuencias divertidas como las de una competencia de popularidad de unos Santa Claus en la Alameda, la película muestra la Navidad desde el punto de vista personal y familiar, qué es lo que nos recuerda a cada quien. Aquí lo que nos contó Salma sobre sus propios recuerdos de Navidad y su labor como productora.

Una Navidad diferente y calurosa

A diferencia de lo que vio en la televisión cuando creció –paisajes nevados con muñecos de nieve y fogatas para asar s’mores–, las Navidades que Salma recuerda en Veracruz fueron algo distintas... “Mis recuerdos de Navidad son muy chistosos. Me acuerdo de las Navidades en Coatzacoalcos cuando hacía un calorón, incluso una vez un Santa Claus se desmayó porque hacía muchísimo calor y estaba sudando por la barba y lo veías que se arrancaba la panza postiza, aunque otros tenían la panza natural (risas). Hacía un calor insoportable y yo veía en las películas la nieve y el frío; y en cambio ahí hacía tanto calor que se te caía un huevo en el piso y se podía hacer huevo estrellado. También íbamos a esquiar en el río, era una Navidad muy peculiar porque no era el mismo ambiente que en la mayoría de las películas”, nos comparte la actriz en entrevista en el Festival de Cine de Toronto (TIFF).

La entonces joven Salma solía ir con su familia a casa de una tía, para preparar tanto la Nochebuena como Año Nuevo.

“Todos cocinábamos, todo mundo traía platillos por lo que teníamos unos buffets sensacionales y mi papá nos traía espectáculos. También el 31 de diciembre había una tradición de que un hombre se llenaba de cohetes para hacer una competencia de cual tronaba más duro, y más tiempo, y ¡corre! porque había muchos accidentes”, rememora. Apostar por talento mexicano Después de acumular una nominación al Oscar, decenas de películas como actriz, una familia conformada por François-Henri Pinault y su hija Valentina Paloma y reconocimiento global, Salma bien podría retirarse a un paraíso remoto y solo disfrutar de la vida; sin embargo, la también empresaria ha dedicado parte de su tiempo y energía a producir cine en México y apostar por talentos nacionales, como el de Alejandro Lozano, el director de Sabor de Navidad.

“Patas trabajó con nosotros en Monarca. Es muy bonito ver el crecimiento, la trayectoria, crear relaciones, inspirarnos mutuamente y sobre todo tener la oportunidad de dar oportunidades a talento mexicano. En realidad yo no necesitaría trabajar en México, es complicadísimo trabajar en México, pero nos llena de placer, nos llena de ilusión”, enfatiza la esposa del dueño de Kering, que engloba Gucci, Balenciaga, Bottega Veneta, Yves Saint Laurent, y Alexander McQueen, entre otros.

Historias universales

En medio de las complejas situaciones que vive México, Salma subraya que le interesa enfocarse en proyectos luminosos. “A veces, al traer luz a las partes buenas de quienes somos y de lo que queremos ser combates algunos de los problemas que existen, porque es una manera de inspirar a la gente, de ir hacia otro lugar, y de valorar la vida. Al final de cuentas algunos de los problemas de violencia en México son por falta de respeto a la vida, por falta de amor a la vida. La falta de respeto a los demás es no respetar la vida”, considera.

Otra de sus metas, es que en la compañía que tiene con José Tamez, Ventanarosa, se logren hacer películas que puedan resultar universales.

“Tratamos de hacer proyectos que sean crowd pleasers, que sean películas que pueda disfrutar todo mundo, la familia, con diferentes personalidades o status sociales, las partes que todos compartimos”, enfatiza. Sobre todo, Salma tratará de seguir encontrando historias que además de un buen momento, dejen algo positivo. “Tratamos de hacer proyectos ligeros, pero que al mismo tiempo no se queden superficiales, que siempre te den algo a pensar, o a sentir, aunque sea una comedia tratamos de que tenga valores, y que al mismo tiempo que Sabor de Navidad sea una combinación de tradiciones presentadas de una forma contemporánea”, finaliza.