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La naturaleza salvaje de Escocia

LA RESILVESTRACIÓN EN LAS TIERRAS ALTAS DE ESCOCIA ES UNA INICIATIVA GLOBAL PARA RECUPERAR LA FLORA Y FAUNA NATIVAS, Y BENEFICIA A LA NATURALEZA Y LOS VIAJEROS

POR MIKE MACEACHERAN

AL TÉRMINO DE LA ÚLTIMA ERA DE HIELO, Escocia era un lugar verdaderamente silvestre, donde el gato montés europeo, un gato silvestre con franjas muy marcadas, deambulaba entre bosques de pino silvestre, junto con el lobo europeo, el lince boreal y el oso pardo europeo. Los romanos denominaron el norte del país el Gran Bosque de Caledonia. Sin embargo, con el paso del tiempo, los humanos saquearon la madera y el carbón de las Tierras Altas y las desarrollaron con fines agrícolas. Especies nativas como el jabalí, el turón europeo y el alce desaparecieron. Hoy día, solo 4 % del territorio de Escocia está cubierto de bosques.

Una alianza de grupos ambientales y oficinas gubernamentales está reuniendo recursos como nunca antes, en un esfuerzo por recuperar los ecosistemas escoceses naturales. Algunos de los objetivos de la coalición incluyen destinar un tercio del territorio público a la restauración de la naturaleza para 2030, al expandir proyectos para plantar árboles y reintroducir especies clave. Si estas iniciativas funcionan, Escocia sería la primera nación resilvestrada del mundo. “Escocia tiene unos paisajes majestuosos y cañadas hermosas, pero desde hace años su ecología se ha visto afectada considerablemente”, asegura Peter Cairns, director ejecutivo del organismo escocés sin fines de lucro The Big Picture. “La crisis climática es uno de los principales motivos por los que la resilvestración está cobrando fuerza, porque une a todos”. Durante los ochenta, el enfoque de la conservación solía ser selectivo: se conservaban especies individuales y hábitats puntuales. Ahora, la conservación ha cambiado y se centra en reanudar los procesos ecológicos con un enfoque en la escala total del paisaje. Hoy día, la resilvestración está en marcha en más de 70 países. Entre los proyectos más conocidos figura la Fundación Peace Parks, en el sur de África, que cofundó Nelson Mandela, y Rewilding Europe, que opera en lugares como la Laponia sueca o los Cárpatos meridionales.

La clave del progreso de Escocia incluye tanto su ambición utópica como su enfoque colaborativo para lograr la conectividad del hábitat y la diversidad de las especies.

En las Tierras Altas de Escocia, la beneficencia ambiental Trees for Life es uno de los principales defensores de la resilvestración. El grupo lleva casi dos años trabajando en un programa de 30 años para transformar Glens Cannich, Affric, Moriston y Shiel —una sucesión de valles en la zona central de las Tierras Altas—, en una extensa zona resilvestrada como los Affric Highlands. El proyecto implica revivir turbas, restaurar ríos y bosques, y reconectar las rutas migratorias naturales.

Los visitantes pueden ver un avance del proyecto en el Centro de Resilvestración de Dundreggan, que abrió esta primavera en Glen Moriston, coto de caza en el siglo XIV. El campus de 4 000 hectáreas ofrece senderos para caminar, salones de clases, exposiciones de cultura gaélica y —para investigadores y voluntarios

que quieran una inmersión total— un complejo de 40 camas.

Los viajeros que se aventuren a los Affric Highlands encontrarán ejemplares de sus 4000 plantas y animales nativos, como el corzo, la liebre de montaña, la rata topera, el murciélago orejudo dorado, la nutria europea o el gallo lira común. En 2020, el águila real anidó aquí por primera vez desde los años ochenta. El resurgimiento de las especies se está desarrollando en otras partes, gracias a uno de los proyectos de resilvestración más ambiciosos de Escocia: Cairngorms Connect. Se concentra en una meseta subártica de 60 000 hectáreas en el Parque Nacional de Cairngorms, el mayor de Reino Unido. La empresa, cuya propiedad recae en varias entidades, se ha embarcado en un proyecto de 200 años para restaurar ríos y volver a sembrar el antiguo bosque de pinos silvestres. Este año, la Real Sociedad Zoológica de Escocia introducirá cerca de 20 gatos salvajes. La resilvestración tiene a sus críticos. Sus opositores aseguran que, al priorizar la naturaleza, se corre el riesgo de alienar a las comunidades de las Tierras Altas y alterar las prácticas de gestión del suelo de larga tradición, como la agricultura, la pesca, la silvicultura y la caza. Y pocos agricultores apoyan la idea de que depredadores en libertad coexistan con su ganado.

No obstante, hay una corriente de opinión pública a favor de una Escocia más silvestre. Si bien aún está pendiente designar el tercer parque nacional del país —se espera el anuncio para 2026—, el gobierno ha indicado que el parque se creará con fines de resilvestración o restauración de la naturaleza.

En una región en la que el turismo de naturaleza contribuye con casi 40 % del gasto de los visitantes, según la agencia gubernamental NatureScot, las especies reintroducidas ya están suponiendo nuevas oportunidades. El recuperado milano real ya se puede ver en el Galloway Kite Trail junto a Loch Ken, en Kirkcudbrightshire, y en la granja de resilvestración de Argaty en Perthshire. En las montañas Moffat también pueden ver águilas reales, gracias a la reubicación de 30 aves de rapiña de las Tierras Altas al sur de Escocia.

Mientras tanto, en las 9300 hectáreas de la Reserva de Natural de Alladale, en Sutherland, a 80 kilómetros al norte de Inverness, Paul Lister ha buscado influir en la configuración del paisaje de las Tierras Altas con su fortuna. En 2003 se propuso reintroducir lobos silvestres, que, según cifras oficiales, se extinguieron en Escocia en 1680 tras la caza indiscriminada. “Ahora tenemos poblaciones saludables de ardilla roja, tejón europeo, perdiz nival, gallo lira y trucha común. Y podría ser solo cuestión de años para que el lobo sea parte de esta lista”, anuncia Lister.

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2023-05-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa