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HOLLYWOOD

La actriz, conocida por Dirty Dancing, una de las películas más exitosas de toda una generación, nos abrió su corazón a propósito de la publicación de sus memorias, donde revela su turbulento pasado.

POR FABIÁN W. WAINTAL

La protagonista de Dirty Dancing, Jennifer Grey, publicó sus memorias y nos abrió su corazón.

Grey no sólo es famosa por el filme Dirty Dancing (Baile caliente), sino por la polémica operación de nariz que cambió su fisonomía y que originó que los grandes estudios dejaran de ofrecerle papeles. Fue así como se desvaneció en el horizonte hollywoodense. Considerada por algunas personas como una película porno, Dirty Dancing estaba destinada a ser parte de la historia del cine y es que, pese a que tuvo una pobre respuesta en su primera proyección privada y el agente de Jennifer Grey le dijo: “No te preocupes, nadie verá esta película”, ¡cómo se equivocaron! Ahora es un clásico ochentero y ha cumplido nada menos que 35 años; de hecho, el tema “The Time of my Life” sigue sonando en bodas o fiestas de quinceañeras. Y precisamente hace algunas semanas Jennifer Grey, quien ahora tiene 62 años y dirigirá Dirty Dancing 2, publicó Out of the Corner, sus memorias en las que nos invita a sumergimos en el verdadero time of her life. Y en esta entrevista nos revela detalles sobre su dramática y romántica vida (¡incluidos novios, como Johnny Depp y Matthew Broderick!).

¿En Out of the Corner revelas los secretos de la filmación de Dirty Dancing?

En realidad no quería escribir esa clase de libro, no es el estilo que me gusta… Por eso preferí analizar mi vida desde un rinen cón (out of a corner, inglés), jugando con la frase que Patrick Swayze dijo en Dirty Dancing: “Nadie pone en un rincón a Baby”.

¿Es cierto que te basaste en tus diarios de adolescente para escribirlo?

¡Sí y los tenía en una caja fuerte, aunleer! que no los volví a Pero cuando los abrí me sorprendió que los empecé a escribir a los 14 años y seguí hasta los 40, cuando todavía estaba soltera y no me había casado con mi exesposo (Clark Gregg). Solía escribir si me molestaba algo, cuando alguien me rompía el corazón, o si estaba en un avión y no encontraba qué hacer, porque en esa época no había celulares. Si te pasaba algo no podías llamar a alguien en medio de la noche… Por eso, me escribía a mí misma.

“Me sentía superpoderosa y sabía que hacía cosas de gente grande… Era muy madura para mi edad, pero seguía siendo una niña”.

¿Qué fue lo que más te sorprendió de esas confesiones?

Me parecieron muy dulces, pero no soy tan diferente hoy día. Esa fue la mayor sorpresa, lo madura que era a esa edad… Por supuesto, la sabiduría llegó con más experiencias, pero mi voz, me refiero a la manera en la que me expresaba, es como soy actualmente. Y me encantaría saber si eso le ha pasado a otras personas que han leído sus diarios íntimos después de tanto tiempo... Me dieron detalles, como alguna ruptura romántica, porque justo escribía de eso en aquellos momentos. Siempre era por un asunto crítico. Y pienso que hay páginas que parece que las escribí ayer. ¡Todo ha sido tan emocional y dramático!

¿Consideras que la fama te ayudó a subir tu autoestima en los momentos malos?

¡Qué difícil es amarse a una misma! Supongo que eso nos pasa a todas. Todas tenemos problemas con acepnosotras. tarnos, pero se trata de reconocer lo mejor de Cuesta trabajo llegar a ese momento de querernos sin traicionarnos o permitir que alguien nos trate mal.

Cuando estabas en la cumbre por Dirty Dancing viviste un romance con el actual esposo de Sarah Jessica Parker, Matthew Broderick. ¿Qué te gustaba de él?

Los dos estábamos muy jóvenes y en esa época no sabíamos quiénes éramos en realidad. Éramos estrellas de cine de 20 años y con talento. Él (Broderick) era realmente cool, muy bien parecido, gracioso y, sobre todo, encantador, ¡tan magnético! Ambos estábamos solteros y de eso también se trata la juventud.

¿Cómo recuerdas esos días?

¡Fueron geniales! Vivía en los mejores lugares porque mi padre (Joel Grey) también estaba filmando Cabaret en Broadway y después ganó un Oscar… Me acuerdo que viajábamos por todos lados.

En tu libro hablas de la época en que saliste con Broderick y Johnny Depp, ¿tenías debilidad por los actores?

Bueno, también escribo sobre la infancia de mis padres, que venían del mundo de los musicales de Broadway. Nací en ese entorno. Y al ver la relación de mis padres y lo bien que se llevaban, de repente terminé rodeada de actores. La dinámica que tenían mis padres era un ejemplo de vida para mí y en cierta manera estaba imitándolos. Era lo que más me resonaba y me atraía.

¿Y cómo fue tu relación con el padre de tu hija, Clark Gregg?

Él se inclinó por escribir guiones. Cuando nos conocimos había escrito el de What Lies

Beneath. Era muy buen escritor, muy inteligente, ya tenía 39 o 40 años. Después entró al mundo de Marvel.

También narras que a los 16 años salías todas las noches al Studio 54 y consumías drogas, ¿cómo te sentías?

Me sentía superpoderosa y sabía que hacía cosas de gente grande… Era muy madura para mi edad, pero seguía siendo una niña. Como digo en el libro, estaba nadando en aguas profundas. Pero también me rodee de gente interesante como (Andy) Warhol (en The Factory). Estaba en la secundaria, iba al Studio 54 y vivía con adultos.

Pensaba que era la mejor; sin embargo, me lastimé a un nivel que no me gustaría que le sucediera a mi hija. Tampoco era que a mis padres no les importara… Ellos no lo sabían. Siempre fui una niña buena.

Además hablas de un tema muy sensible: el aborto.

Es algo muy duro, y tuve la opción de hacerlo. Es demasiado difícil afrontar un tema así, pero habría sido peor tener a ese hijo siendo tan niña. No hubiera tenido la vida ni la carrera que tuve. Mucho tiempo después di a luz a mi hija, a los 41 años; fue buscada y muy querida. La tuve cuando ya había hecho suficiente en mi trabajo y todo lo que quería era ser madre. Pienso que los niños merecen llegar a un lugar donde los esperan. Mi profesión siempre fue mi prioridad y para tener hijos hay que estar presentes. Hoy, amo a mi hija.

¿Tu hija Stella leyó el libro antes de que lo publicaras?

Ella prefirió esperar, quería ver un libro real, sin anotaciones. Y es algo que también le quise regalar a Stella, para que sepa lo que me pasó a mí... Mi hija nunca me conoció como actriz. Nunca entendió lo difícil y distinto que era ese universo, en una época en la que el mundo del espectáculo también era muy diferente.

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2022-12-01T08:00:00.0000000Z

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