GUÍA PARA UN RETORNO SEGURO Y FELIZ

Además de las medidas sanitarias básicas para proteger a tus pequeños del COVID-19, el apoyo emocional los ayudará, sin duda alguna, para que su caminito de la escuela sea el mejor.

Es momento de preparar el regreso a clases, y la maestra Sandra Schaffer, licenciada en Educación Especial con especialidad en Neurociencias y directora de Psicoaprende, nos platica qué considerar en tiempos de pandemia.

“Les diría a los papás que estén tranquilos, pues la situación se normalizará poco a poco; es posible que sigamos con las medidas sanitarias, pero estemos en calma y transmitamos eso a nuestros hijos”, expresa.

La tranquilidad es la base para hablar con los niños, ya que así como ellos tuvieron que acostumbrarse a estar en casa, hoy día deben salir al colegio y no es fácil. “Así como hay pequeños emocionados con el regreso, existen otros con temor por la pandemia, la competencia y la aceptación de sus compañeros”. Cualquiera que sea la circunstancia, podemos seguir estas recomendaciones de la experta:

• Es normal que se encuentren nerviosos, pero es vital mencionarles que todos se sienten así y señalarles lo positivo de volver: ver a sus amigos y maestros.

• Decirles que no hay que tener miedo, pues conocen bien las medidas sanitarias.

• Validar sus emociones.

APOYO Y SEGURIDAD

Asimismo, hay que estar pendientes de su salud física y emocional, y actuar si notamos que lloran mucho para ir a la escuela, vomitan, se quejan de dolores de cabeza o de estómago, si presentan cansancio o les cuesta despertarse. Y en el colegio, si el maestro observa fatiga, llanto y dificultad para concentrarse, debe avisar a los padres.

También los podemos apoyar con acciones, como respirar con ellos, pues ayuda a relajarlos. “Hay que enseñarles a hacerlo, lentamente, profundo. Pedirles que se imaginen cómo entra el aire y va bajando y, al llegar al estómago, éste se infla como un globito”, aconseja la maestra.

Identificar pensamientos negativos es esencial, por ejemplo: “No voy a poder o qué tal si mis amigos ya no quieren estar conmigo”, y tratar de cambiarlos por ideas positivas, como “qué bien lo estás haciendo”.

Si ves a tu hijo con miedos intenta estrategias de exposición, “por ejemplo, si siente que le falta el aire hay que exponerlo y decirle: ‘Vamos a respirar, sostén el aire, suéltalo. Qué pasa, qué sientes’”. Schaffer asegura que es más beneficioso hablarle del problema que evitarlo, porque si no seguirá ocurriendo, en este caso es mostrarle cómo controlar su respiración.

Dibujar el miedo es otra recomendación. Si identifica qué es lo que teme, lo dibuja y luego arruga el papel y lo tira, ayuda “porque dicen: ‘Aquí está mi miedo, pero ya lo tiré, ya se fue, ya no lo veo’”.

Meditar cinco minutos con ellos, asimismo, es muy bueno: “El decir: ‘Vamos a sentarnos, a cerrar los ojos, a pensar en un lugar tranquilo que nos cause felicidad’ y que el niño use su imaginación y diga lo que está pasando ahí” es primordial. Lo mejor es darles confianza. “Evita decirles: ‘Ten cuidado con esto, no vayas a tocar aquello’. Podemos hacerlo de una manera tranquila y divertida así: ‘Cuando salimos ya sabes que es vital lavarse las manos y traer cubrebocas; vas a estar bien, estamos regresando a la normalidad’. Si los papás les dan instrucciones con calma, los niños estarán bien”, concluye la especialista.