UNA MESA CON ESTILO

Vestir el comedor es un arte. Además de lucir chic y acogedor, este espacio es el preámbulo para vivir momentos inolvidables. Y ya que cada elemento debe ser colocado con acierto, te decimos cómo lograrlo.

Las pequeñas celebraciones en casa son una muestra de que lo esencial, igual que las buenas costumbres, permanecen. “Y es que no hay nada más placentero que sentarse a comer en una mesa bien vestida”, expresa Penny de Henríquez, asesora de etiqueta, imagen y protocolo, y autora de Los Pennytips. Por supuesto, un mantel es clave, el secreto es “colocar un bajo-mantel o muletón para proteger la mesa y evitar los sonidos producidos con el roce de los platos”. Aunque los manteles bohemios están de moda, para Penny el estándar de oro es el clásico blanco, “haz que luzca perfecto, dejándolo caer 30 cm por los lados de la mesa”, recomienda. Otro complemento obligado son las servilletas de tela y existe un modo de colocarlas: “Dóblalas rectangularmente y ponlas a la izquierda antes de los tenedores o encima del plato”. Según la experta, para lograr la elegancia total es vital elegir las copas adecuadas, “si deseas una mesa sofisticada selecciona diseños de cristal, sencillos y transparentes, para apreciar el color y cuerpo del vino”. ¿Las piezas básicas y cómo situarlas? “Primero la copa de agua, luego la de vino tinto y a su derecha la de vino blanco”. Y para que todo luzca divino y cálido, las flores son un must, sólo asegúrate que no obstruyan la visión y sean sin perfume, “ya que éste podría interferir con el aroma de los alimentos”. ¿Una buena idea? “Centros de frutas o detalles originales, como ramas”.

¡Esto sí es buen gusto!