LA NUEVA FAMILIA PERFECTA

En este último año, la monarquía de Bélgica se ha distinguido por el trabajo de sus reyes, por su vida sin escándalos y hasta por sumar a sus filas a una nueva integrante. Esto es lo que debes saber de ella.

El rey Felipe se casó en 1999 (a los 39 años de edad) y así terminó con los rumores sobre su soltería y capacidad para ser rey porque, entre otras cosas, formó una familia estable con Matilde, una joven psicóloga y aristócrata que conoció años atrás. Su trabajo como monarcas les ha valido el reconocimiento de sus conciudadanos, veamos el porqué.

1 Una pareja real activa

A diferencia de varios reyes en Europa, durante la pandemia Felipe y Matilde han brillado por su trabajo cercano con el personal de salud, por visitar hospitales para hablar con enfermos no graves de COVID-19 y por sus reuniones con gente de sectores afectados o que luchan contra el virus. Esto contribuyó a que su país dejara de ser señalado por mal manejo de la crisis.

2 La heredera

Cuando ascienda al trono, la princesa Elisabeth será la primera mujer jefa de Estado de los belgas gracias a que la Constitución fue modificada en 1991. A sus 19 años, estudia Ciencias Sociales y Militares, y en 2020, su padre le entregó la boina azul, que acredita su formación en un campo militar, en el que entrenó como cualquier cadete. Pero no todo es tan rudo con ella, disfruta del esquí, el tenis y toca el piano.

3 Una nueva royal

Aunque Alberto II, padre del rey Felipe, reconoció a la escultora Delphine Boël como hija legítima por orden de la Corte, el desenlace del escándalo mostró apertura en la casa real. Felipe la recibió bien y el príncipe Laurent (hermano de ambos) la apoyó en el juicio que ella inició en 2013. Después, Alberto II le dio la bienvenida y hoy día tiene tratamiento de alteza real.

4 Los principitos

Además de Elisabeth, los reyes son padres de otros tres hijos. A Gabriel, de 17 años, le gusta practicar taekwondo, futbol y esquí. Emmanuel, de 15, ama el saxofón, el tenis y la vela. Eléonore, de 13, la más pequeña, toca el violín y es fan del aikido y la natación. Durante la pandemia su papá los integró en campañas de reparto de alimentos y en llamadas a residencias de ancianos para darles ánimos.

5 Un deber ineludible

En 2020, Felipe condenó los crímenes cometidos en el Congo en la colonización belga en el siglo XIX. Envió una carta al presidente Félix Tshisekedi para expresarle su pesar por la violencia y sufrimiento que padeció su país en el reinado de Leopoldo II, su tío tatarabuelo.