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EL ROSTRO DEL GIRL POWER

Siempre con una gran sonrisa, el pelo rubio rebotando sobre sus hombros y un dinamismo que no parece tener límites, Reese Witherspoon es un reflector del empoderamiento femenino. Es el tipo de mujer que nos contagia de su energía ganadora.

POR JESSICA MORENO

Reese Witherspoon ha sabido combinar su brillante carrera en el cine (actriz, directora y productora) con su faceta de empresaria y su vida personal. ¿Cómo lo hace?

Durante un episodio de Shine On with Reese, la serie que creó con el propósito de hacer brillar la labor de las mujeres en distintas áreas, Witherspoon admitió que su hijo de ocho años, Tennessee, le pidió dejar de trabajar para que pudiera recogerlo en la escuela, un comentario que la conmovió casi hasta las lágrimas, pero que también la hizo reafirmar su postura: “¡Es importante que los niños vean a sus mamás haciendo cosas que las hagan felices!”. Como lo muestra en su show, esa alegría se encuentra en cualquier parte y en todas las formas, por eso platicó con emprendedoras, militares, reposteras y hasta con cantantes, una variedad de féminas que demuestran que el girl power florece en muchos campos, y ella tenía que ser parte de esas maravillosas historias. Y es que para Reese la diversidad es clave, no sólo está a cargo de sus propias cintas y series, sino que creó un club de lectura para impulsar a autores poco conocidos e incluso fundó Draper James, firma de ropa y productos de estilo de vida con acentos sureños. Además, está felizmente casada con Jim Toth, tiene un niño en primaria al que ayuda con sus tareas ¡y adora hacer videos de TikTok con sus hijos adolescentes, o pasar tiempo con sus mascotas! Nada mal para una mujer de Nueva Orleans de 1.56 cm de altura, a quien un día le dijeron que su mentón era tan grande que jamás triunfaría en Hollywood.

Reese siempre ha brillado con luz propia, con 14 años ya hacía películas y supo sacar provecho a su físico delicado. Por largos años interpretó a la típica chica de a lado y papeles de damisela subestimada que al final de la película obtiene ‘el puesto’, ‘el hombre’, ‘el sueño’ o ‘el final feliz’; no obstante, su superficie burbujeante y rosa (literalmente, porque le encanta vestir de ese color) no refleja con precisión su fuerza y carácter. Fue expulsada de la primaria por vender accesorios para el cabello hechos por ella misma, y otra vez en la secundaria por decirle a sus maestros que no la estaban retando lo suficiente. “Tiendo a decir mis opiniones, sean apropiadas o no”, confesó la actriz en una entrevista con una famosa publicación estadounidense. Y ese rasgo de su personalidad, admite en Shine On with Reese, fue influenciado por Dolly Parton, cantante a quien

ha admirado desde que era niña. El hecho de que Dolly defendiera su imagen sexy, tachada de vulgar en los 70, la convenció de que el físico no está ligado al talento, de hecho, puede tener una colección de vestidos de lentejuelas y aún así liderar un equipo de cientos de personas en cada filmación. “Cuando comencé en este negocio se suponía que debía estar en revistas masculinas, pero no quería que me vieran de esa manera porque yo me veo a mí misma así”, ha declarado en diversas ocasiones. “Siempre digo que la diversión no se arruga y no puedo ser obsoleta si sigo siendo graciosa, de ese estilo son mis heroínas: Goldie Hawn, Holly Hunter, Diane Keaton o Nancy Meyers, mujeres inteligentes y superdivertidas”.

“El rechazo sólo es redirección. Con los años he perdido tantos papeles como los he ganado, he aprendido que la perseverancia es clave y que no todos los caminos son para mí”.

La actriz forjó su camino hacia el estrellato con esa visión de atemporalidad, trabajando en comedias románticas y dramas, pero tras años de embarcarse en el mismo tipo de personajes y haber alcanzado la cúspide al ganar un Oscar en 2006 por Walk the Line, se dio cuenta que los años inevitablemente te alcanzan.

CANSADA DE LA RUTINA

Como típica estrella juvenil tuvo una vida acelerada, a los 27 años ya era madre de dos niños, Ava y Deacon, junto con su esposo Ryan Phillippe, de quien se divorció en 2008, pero casi una década más tarde se levantó de la comodidad de su fama y fortuna con pocas opciones de papeles, y algunos medios incluso la llegaron a llamar “has been” por su falta de presencia en nuevas producciones exitosas, entonces decidió que era momento de hacer un cambio.

“Me cansé de realizar películas en donde era la única mujer en el set. Estaba harta de recibir guiones en los que sólo había un papel femenino mal escrito y, aún así, todas

las actrices lo querían porque no había nada más”, reveló a CBS News, y fue su actual esposo, el agente de talentos Jim Toth, quien le dio la brillante idea de hacer sus propios proyectos. “Me dijo: ‘Lees más que cualquier persona que conozca, ¿por qué no haces cintas de alguno de esos libros?’”. ¡Dio justo al blanco!

Reese tiene olfato para las buenas historias y carisma para contarlas. Era inevitable capitalizar ese combo. El primer libro que plasmó en pantalla fue Gone Girl (Perdida), de Gillian Flynn, filme dirigido por David Fincher, un thriller de 2014 nominado al Oscar y protagonizado por Rosamund Pike y Ben Affleck. Después lanzó Wild (Alma salvaje), de Cheryl Strayed, el cual le valió su segunda nominación al Oscar como Mejor actriz y halagos por parte de la escritora: “Desde el principio supe que Reese tenía una misión feminista, pero su imagen pública no empataba con Wild. Durante la gira de prensa la gente aún la veía como la linda niña rubia, pero ya no más, ese fue el inicio de la siguiente etapa en su carrera”, escribió Cheryl en redes.

A lo largo de su carrera, Reese ha construido lazos entrañables, por ejemplo, con las actrices Laura Dern y Nicole Kidman. Su esposo, Jim Toth, no sólo es su gran amor, sino su cómplice y un detonante para alcanzar sus sueños.

“Reese lo hace todo. Además de actuar, producir, leer y dirigir una empresa... educa a sus hijos y nutre sus amistades”.

MERYL STREEP

UNA INFLUENCER EN HOLLYWOOD

Big Little Lies, serie ganadora del Emmy, fue un proyecto que Witherspoon cristalizó a través de su casa productora Hello Sunshine, dejando claro su talento detrás de cámaras, pero también que no tenía intención de acaparar el mando, ¡sino de compartirlo con otras mujeres! Así que cuando supo que la compañía productora de Nicole Kidman, Blossom Films, estaba interesada en la novela de Liane Moriarty, llamó a la actriz para hacer una colaboración en lugar de competir por la historia, al final ambas acordaron compartir créditos y salarios en Big Little Lies y su unión hizo la fuerza. Lo mismo sucedió con The Morning Show, serie que produjo y estelarizó con su amiga Jennifer Aniston, y con Little Fires Everywhere, que protagonizó con Kerry Washington.

El éxito de todo lo que toca Hello Sunshine se explica con su lema: “Somos una empresa de medios y entretenimiento que pone a las mujeres en el centro de la historia”. Así, en pocos años, Reese añadió a su currículo el título de una de las mujeres más poderosas del mundo según Forbes y el de una de las personas más influyentes del planeta de acuerdo con la revista Time, logró expandir las posibilidades para actrices de todas las edades y, de paso, obtuvo un millón de dólares por cada episodio de sus series.

Ser inclusiva, remunera, y es una lección que ella, según contó a USA Today, quiere transmitirle a su hija. “Nunca sientas pena de ser una mujer que gana dinero”, le dijo emocionada, “hay mujeres en el mundo que no tienen la oportunidad ni la educación para hacerlo, pero entre más ganen dinero, más lo van a compartir, más ayudarán a sus comunidades y habrá más igualdad”. Su fortuna, por cierto, sobrepasa los 200 millones de dólares.

PEQUEÑA MUJER, GRAN VOZ

Es común ver cómo corren las lágrimas en el rostro de Reese cuando habla de algo que la emociona, ya sea los agradecimientos que recibe de parte de los escritores que promueve, la nostalgia de visitar el pueblo donde creció o los dibujos de sus hijos; tantos sentimientos pueden hacerle nudos en la garganta, pero no le hacen perder la voz. Desde el momento en que la actriz (hoy de 45 años) se dio cuenta que tenía una plataforma, se ha tomado en serio el rol de ser la voz de los que no tienen una, en especial de la comunidad LGBT, las personas afroamericanas y las mujeres, a través de sus podcasts en How It Is (y Second Life), donde insiste en la importancia de estar informados sobre temas de actualidad y, sobre todo, compartir esa información. Cuando señaló las disparidades en HBO y su voz fue escuchada, la cadena rehízo algunos contratos para asegurarse que las actrices recibieran un sueldo equitativo, logrando así la igualdad de paga.

“Desde que tenía siete años quería narrar historias, ser cantante, actriz o escritora”, reconoce Reese, “he tratado de sentarme a escribir un libro, quizá por eso me fascinan. ¡Todo el tiempo tengo ideas de cómo lo voy a

“Nunca sientas pena de ser una mujer que gana dinero”.

empezar, pero nunca logro decidir cómo terminarlo!”. La historia de su vida, por supuesto, se sigue escribiendo, y hay tantas ideas a su alrededor, que no descarta ninguna para la trama. En palabras de Meryl Streep, ella es extraordinaria: “Reese lo hace todo. Además de actuar, producir, leer y dirigir una empresa, corta calabazas en Halloween, educa a sus tres hijos y nutre sus amistades”. ¿Ese grado de liderazgo resulta abrumador? “Totalmente, pero quiero cambiar las cosas, deseo ver a más mujeres jóvenes vivir una mejor experiencia en nuestra industria, que tengan una idea de lo que puede ser el futuro”, aseguró a CBS. “Dedicaré las horas que sean necesarias, apostaré por mí misma, tengo confianza en que soy mi propio billete de lotería. Si nadie más se presenta, estaré ahí y haré el trabajo”.

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2021-05-01T07:00:00.0000000Z

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