Enfrenta prueba de fuego en teatro

Además de sus programas en YouTube, Pedro Prieto forma parte del elenco de la puesta teatral Toc Toc que, en su novena temporada, ha resultado sumamente exitosa. En esta nueva versión, el actor (quien cumplió 600 funciones en el personaje de Otto, un chico que padece un trastorno obsesivo compulsivo por no pisar las rayas del piso) interpreta ahora a Alfredo, cuyo TOC es el Síndrome de Gilles de la Tourette, una persona que no puede evitar hacer movimientos y gesticulaciones extrañas, así como decir groserías contra su voluntad…

“¡LO ESTOY PASANDO GENIAL!” Hace unos días vi tu cara cuando la gente empezó a aplaudir; dije: “¡Wow!”. Estás recibiendo toda esa energía del público riéndose y aplaudiendo…

Y dura muy poco. En el momento de los aplausos me vienen muchos pensamientos y sensaciones. El actor que te diga que no trabaja para el aplauso, miente, pero no debe ser el objetivo, sino la consecuencia de. Ahorita tengo un personaje bastante complicado y que estoy haciendo con mucho cariño y amor; que te aplaudan y que tú mismo te creas que estás llevando el peso de la obra con un personaje importante, que han interpretado actores muy conocidos y talentosos en este país, dices: “¡Wow!”. Y que te aplaudan y que funcione, que caigan los chistes, que se emocionen en algunos momentos, porque también en la

TOC TOC

obra hay un momento para tocar la fibra y di- ces: “¡Wow, qué chido es hacerlo bien”. O al menos el objetivo es eso, que la gente se meta en la historia. El aplauso es un claro indicativo: si no les gusta la obra, la gente no aplaude.

Un personaje complicado, muy físico, muy desgastante, imagino… ¿Cuánto tiempo te llevó construirlo?

Poquito, como mes y medio… Como ya había hecho 600 funciones como Otto, quieras o no, te vas aprendiendo los diálogos de todos… Me dieron una gran oportunidad. Estoy muy agradecido con los productores Morris Gilbert y César Riveros porque iba a firmar para Otto otra vez, lo único que les propuse es que me dejaran ser alternante de Camilo -otro personaje-, pero cuando llegué a la firma del contrato me dijeron: “Pedro, te queremos ver como Alfredo, titular”. Y la verdad, estaba bien aterrado, porque hay una parte mía que conecta mucho con el personaje.

¿Qué es?

La base de todo esto es el drama, el sufrimiento que pasa esta gente, porque, como yo acabo la obra, es como acaban ellos; o sea, la gente que padece Síndrome de Tourette, si ves videos y te documentas, es algo muy exhaustivo, cansado; son movimientos con mucha tensión en el cuello, los brazos, sonidos… El mío tiene, además, coprofagia, por eso tiene desfogue de insultos y los dice con otro tono de voz. Estoy teniendo ese proceso real que me está pasando; digo, intento hacerlo lo más real posible y obviamente con un toque teatral, porque la obra, aunque no es sátira ni nada, está rozando justo el realismo… Yo me transformo. No sé qué me pasa. ¡Lo estoy pasando genial!