¡PROMESA CUMPLIDA!

Acompañamos a LUPITA FERRER a la Basílica de Guadalupe para agradecer a la Virgen por las puertas que se le abren ahora que retoma su carrera artística en México

como si el tiempo no hubiera pasado por ella, así regresó a México Lupita Ferrer luego de 10 años en los que estuvo dedicada a sus asuntos personales en Miami, donde vive desde hace varias décadas. La actriz venezolana, considerada una de las “reinas” del melodrama latinoamericano, está dispuesta a retomar su carrera artística, por lo que viajó a reunirse con productores y evaluar proyectos que le permitan conectar tanto con su público de siempre, así como con las nuevas generaciones. Pero su visita no pudo estar completa sin antes pasar por la Basílica de Guadalupe para agradecerle a la Virgen por las puertas que se le están abriendo ahora que intenta recuperar su trono.

“¡LE PEDÍ QUE ME AYUDARA, Y LO HIZO!”

“Yo había dejado todo a un lado porque me llevé a mi madre de Venezuela a Estados Unidos, mi padre falleció y por ley natural, mi mamá también empezó a envejecer, se enfermó y a mí me tocó atenderla, supervisar sus cuidados, porque tenía personas que me ayudaban. Entonces, el año pasado, mi mamá murió y eso representó un vacío tremendo porque la madre es el amor más grande que sentimos los humanos, no hay nada que se le compare. Yo sentí como un agujero en mi corazón, en mi espíritu, a pesar de que tengo una hermana en Miami, me sentí muy mal y lo primero que pensé fue en mudarme de la zona y comenzar una nueva vida”, dice la actriz a TVyNovelas mientras camina hacia el santuario con un ramo de flores en sus manos.

Para ella, la actuación fue un escape al dolor que dejó la muerte de su progenitora, por eso decidió cambiar de representante y apostarle, nuevamente, al trabajo en todas las plataformas que sean posible: “Me trajeron para hacer algo muy puntual en un reality show, pero ya tengo ofrecimientos de una serie que vamos a comenzar en abril, eso me emociona mucho, porque te confieso que es muy difícil retomar la carrera cuando hemos estado ausentes por varios

En Maracaibo había una imagen gigante de la Virgen, y por eso me pusieron Lupita”

años, yo no sé qué pasa, porque el público me quiere igual, pero las empresas han cambiado, la misma industria, me tocó empezar por el teatro, hice una obra muy buena que se estrenó en Nueva York, Casa de muñecas parte 2, es una continuidad que hicieron unos autores americanos. Y luego empezaron a surgir cosas, por eso, lo primero que hice fue encomendarme a la Virgen de Guadalupe, no lo hago para llamar reflectores, es que soy creyente, la Virgen es un símbolo de nuestra familia, en mi casa, donde vivía en Maracaibo (ciudad venezolana), había una imagen gigante, y por eso me pusieron Lupita, entonces le prometí que cuando yo regresara a México la vendría a visitar y a orar, le pedí que me ayudara y lo hizo”.

“YA NO QUIERO HACER REFRITOS”

De su próximo proyecto es poco lo que puede adelantar: “Será para una plataforma, es sobre violencia en contra de la mujer”. Y sobre las telenovelas, expresa que: “Hay que renovar el género. No podemos seguir reescribiendo, entiendo que ya no hay autores, porque los grandes escritores como Delia Fiallo, José Ignacio Cabrujas, Fernando Gaytán, casi todos han muerto. Pero deben surgir nuevas propuestas, yo no quiero que se sigan repitiendo las mismas historias, hay que transformar los títulos, ya no quiero hacer refritos, tampoco quiero que me encasillen como villana, yo soy muy dramática, temperamental y puedo hacer cualquier personaje, imagínate que hice de ciega, de amnésica, de loca, de todo he hecho en la pantalla”.

La artista que ha compartido set con Thalía, Camila Sodi, Rogelio Guerra, Demián Bichir, Alma Muriel, Maricruz Olivier y Enrique Elizalde, recuerda cómo es que llegó al país de los tacos y el mariachi: “Fue a través de un gran productor que había en ese momento, Gregorio Walerstein, lo llamaban ‘El Zar del Cine Mexicano’, él hacía películas importantísimas, incluso, hizo casi todas las de don Vicente Fernández, entonces él me trajo para acá, yo no tenía previsto venir a México, eran los momentos en los que la televisión apenas estaba surgiendo y a mí todavía me tocó como la última etapa de la época de oro, hice muchas películas, entre ellas, Un Quijote sin mancha, al lado de Cantinflas, filmé El oficio más antiguo del mundo, compartiendo escena con Jacqueline Andere, Isela Vega y Gloria Marín. También trabajé con Ignacio López Tarso en La vida inútil de Pito Pérez, digamos que tenía una carrera exitosa, yo había comenzado una carrera con un gran éxito, pero en una visita que hice a Venezuela, todo cambió para mí”.

“NO VIVO EN LOS EXCESOS: NO TOMO, NI FUMO”

Un ofrecimiento por parte del canal Venevisión para protagonizar la telenovela Esmeralda fue la razón por la que en 1970 fijó residencia en Caracas. “Mi intención era saludar a mi familia y regresarme a México, pero me llamó la atención la oferta que me hicieron, en principio se trataba de una historia muy corta, algo pequeño, digamos que una novela de transición y para complaa cer mi madre y a mis seres queridos acepté. Para mi sorpresa, Esmeralda se convirtió en un éxito tan grande en todo el continente que

ya no me pude zafar de ese contrato”. Pero Lupita no abandonó el cine, continuó haciendo películas y hasta debutó en Hollywood con la cinta Los hijos de Sánchez, actuando con Anthony Quinn, Dodel lores Río, Katy Jurado y Lucía Méndez. La actriz, que se consagró en la industria de las telenovelas gracias a su protagónico en Cristal, asegura que mucha gente le pregunta qué hace para mantenerse siempre guapa, pero más allá de un truco, su secreto está en las recomendaciones de su abuelita. “Soy una persona que cuida mucho su cutis, por supuesto, y mi receta es la de mi abuela, o sea, agua de rosas que refresca mucho la piel, pero también tiene que ver el hecho de que no vivo en los excesos o vicios, no tomo alcohol, no fumo, trato de llevar una vida disciplinada, dormir es muy importante, caminar y hacer lo que amas”.