“EL FUEGO DE LA PASIÓN”

La delincuencia no distingue clases sociales; se genera no sólo en los que, equivocadamente, la eligen como conducto para obtener una mejora económica, sino en los que también desean el poder. Que pertenezcamos a esa sociedad no quiere decir que no podamos elegir por el bien, por el amor que desencadena la pasión que puede hasta quemarnos. Si es con puro amor con lo que alimentamos la hoguera, no se consumirá y permanecerá encendido para siempre… “El fuego de la pasión”.