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ES ÁNGEL GUARDIÁN DE LOS LOCUTORES

Tiene 65 años dedicados a su paspasión: la locución, de la que ROSALÍAR BUAÚN ha hecho ya un estilo de vida

Literal, lleva toda su vidaa siendo locutoora. Toda. Comenzó cuuando era apenas una nniña, a los seis años. Rosallía Buaún llegó a Telesistema Mexicano, propiedad de Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien siendo ffunndador de las esstaciones de radio XEW “La voz de la América Latina desde México” y la XEEQ, había emprendido laa aventura de hacer televisión, porque una de sus tías era escritora de telenovelas y era sobrina, también, de Los Panchhos, aquel famoso trío que trascendió fronteras con su música. Estaba en su destino formar parte del medio. Niña actriz. Niña modelo. Niña locutoraa. Rosalía cumple esste año 65 dediccada a su pasión: ser locutora y, además, ser presidenta de la Asocciación Nacional dee Locutores, oficio que hha dejado de serlo, para ser una licenciatura avalada por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

“Es uno de los logros más grandes, luego de 23 años de estar pugnando para que se nos reconozca, para que se entienda que lo nuestro no es un oficio, sino una profesión”, comenta orgullosa.

“HOY, “HOY LAS EMPRESAS

QUE HACEN RADIO YA NO CONTRATAN LOCUTORES” Todo un mundo a tus espaldas. Miles de asociados, cientos de locutores en tercera edad y sin trabajo… En un mundo donde cualquiera puede tomar un micrófono y sentarse a decir barbaridades...

¿Sabes qué ha pasado? Hoy, las empresas que hacen radio ya no contratan locutores, comunicadores; la mayoría te vende el espacio y te dicen que tú consigas la publicidad, que tú generes ingresos; es como mandarte a “chayotear”, y somos comunicadores, no somos vendedores.

Y es que, cabe decir, así como el cine y la TV tuvieron su época de oro, la radio y los locutores también gozaron de la gloria; tenían, incluso, un programa todas las noches por Canal 4, y eran respetadas eminencias y personajes con una basta cultura, como Paco Malgesto, Pedro Ferriz, Juan “El Gallo” Calderón, León Michel, Héctor Labardini y decenas más de emblemáticas voces que acompañaban a una audiencia incalculable.

Previsora, Rosalía no sólo se formó como locutora, sino que además estudió en la Nacional de Maestros, ejerció como tal y aprendió a vender seguros de vida para transportistas, lo que le permitió jubilarse en dos áreas laborales, por lo cual no vive la presión económica que padecen algunos miembros de la Asociación que preside, y a quienes ayuda con despensas, con alguna ayuda monetaria, y para quienes se entrega muchas horas al día para lograr que esta ayuda se extienda en las áreas de salud e, incluso, para crear la casa de retiro de los locutores.

Mucho peso en los hombros, Rosalía, especialmente en un mundo que estuvo dominado por hombres...

Nos apoyamos en una fundación, una IAP (Institución de Asistencia Privada), y estamos auditados por la Junta de Asistencia Privada, lo que permite toda claridad en los movimientos que hacemos; el Nacional Monte de Piedad nos otorga al año una cantidad de dinero para repartir entre los socios de la tercera edad; el Dr. Simi nos da despensas mensuales, y las tiendas Oxxo nos metieron al redondeo, y ahí vamos, empujando para que nuestros socios no la pasen tan mal.

“ME CASÉ, TENGO DOS HIJOS, AMbOS LOCUTORES” ¿Cuántos socios están en esa condición?

Ochenta más o menos.

¿Y quién ve por Rosalía buaún?

Eso mismo me pregunto (risas). La verdad es que yo tengo doble sueldo de jubilación, por las otras actividades que desempeñé en mi juventud, y no tengo necesidad, n afortunadamente.

¿Dejaste tu vida personal de lado?

Me casé, tengo dos hijos, ambos locutores, y uno de ellos es doctor en Economía y da clases en la Universidad de Champaign, en Chicago, y le va muy bien; mi hija tiene la maestría en Diseño de imagen pública y ahora me ayuda en la asociación.

Buaún presideBuna asociación que cuenta ccon 12 mil socios en todo el país, y constantemente viaja a diversas ciudades para realizar eventos, estar cerca de su gremio.

¿Tus cinco locutores favoritos?

Ignacio Santibáñez, Raúl Leonel de Cervantes, Gabriel Escamilla, que ha logrado estar en uno de los primeros lugares en la actualidad, y de mujeres admiré a Manolita Saavedra, Carmelita González, y ahora a Ema San Vicente, que era la voz de La Hora Exacta; además, a Emma Telma, una gran actriz, y Amparo Garrido.

Hablamos durante un buen rato. Es de esas personas que yo podría escuchar y escuchar sus anécdotas, sus historias; vivió, insisto, la gran época dorada de la locución radiofónica de un México tan lejano y distante, tan lejano y distinto al que conocemos. Ni mejor ni peor, simplemente irrepetible. Y es un agasajo verla entusiasta, con una energía que ya quisieran muchos, emprender la batalla diaria para pelear por su gremio.

Mi mayor logro es que hoy se reconozca qquelo nuestro no es un oficio, sino una profesión”

Un Café Con

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2021-06-14T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa