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KUNNO, EL MUNDO ES SU PASARELA

Ha pasado por procesos de vida que han requerido de todo su valor, pero la fama también le ha puesto retos para saber quién es en realidad.

POR KARINA M. SOTO

Para Kunno, todo comenzó ¡caminando! Seguro recuerdas ese TikTok que lo lanzó a la fama en medio de la cuarentena, en el que se le podía ver desfilando como en una pasarela ¡en el mismo lugar! Solo dos años después, está convertido en una superestrella; y ahora, con la publicación de esta entrevista, está cumpliendo una meta más. “Es increíble, de verdad, un sueño hecho realidad. Me acuerdo que de chiquito siempre veía la revista Tú en todos lados, entonces, estar aquí con ustedes, ¡es hermoso!”. ¿Pero qué le ha pasado durante este vertigionoso ascenso? Deja que te lo cuente.

Despegaste durante la contingencia de salud con un video superviral…

Justo fue así. Toda mi vida me había imaginado estar en las pasarelas, en las alfombras rojas y eso. De pequeño, después de bañarme salía de la regadera, me quitaba la toalla, la tiraba al piso y caminaba sobre ella. Había un espejo saliendo del baño y posaba, entonces siempre quise esto. Subí a TikTok esa caminata falsa en el mismo lugar y la gente se quedaba en shock pensando “¿cómo logra hacerlo?”. De hecho, había muchas teorías: desde quienes pensaban que tenía una caminadora abajo, que estaba sobre una patineta o sobre rueditas (LOL), y no, no, simplemente lo hice y eso estalló.

Y ahora, el mundo es tu pasarela...

Sí, justo hemos estado en varias partes del mundo con mucho trabajo, con muchas marcas, con muchos artistas y de verdad es impresionante. Le doy gracias a Dios, a mis “brillos” y al universo, porque no hay duda de que esto se fue manifestando. Desde chiquito, yo le decía a mi mamá que iba a ser famoso... ¡y ahora andamos por todo el planeta!

Hace ratito vi que te pidieron fotos, ¿te molesta que te reconozcan en la calle?

No, para nada. Yo quería que fuera así, ¡es lo que siempre había querido! Creo que hace tiempo tenía varias actitudes hacia el público que a la gente no le agradaban, pero eso era porque me ponía muy nervioso. Mi número de seguidores creció en plena pandemia, así que no tuve contacto con nadie; ahora llego al aeropuerto y encuentro a 300 personas esperándome para la foto. La verdad es que no estaba acostumbrado, fue un shock, era una situación muy grande para mí. Ahora que te lo platico me da como ansiedad, ¿sabes? Es impresionante la fama, pero nunca he tenido un resentimiento hacia ella, al contrario, quería ir por la calle y que me reconocieran, que me miraran, que la gente me dijera que le gusta lo que hago y darle un poco de felicidad a través de una foto, de una firma o de un abrazo, eso para mí es lo más lindo de todo, es una bendición.

La verdad, es mucho más fácil hacer llorar a una persona que hacerla sonreír.

Haces comedia, baile, lipsync... ¿qué es lo que más te llena?

Llegar al corazón de las personas de una manera o de otra: con algún contenido que le guste a la gente, ya sea a través del maquillaje, la comedia o el baile, mientras pueda dar el corazón y que una persona se distraiga de algún problema, enojo o sentimiento negativo, para mí es lo más lindo de mi trabajo.

¿Fue fácil abrirte paso en el mundo digital con tanta competencia?

No ha sido fácil. De hecho, he tenido muchas etapas en las que pensé que ya no iba a seguir viviendo debido a circunstancias

personales, no tanto por las redes sino por problemas y situaciones que me han hecho pensar en rendirme ante la vida. Pero la gente es mi motor principal, junto con mi familia, sobre todo mi mamá y su apoyo incondicional. Ella está día con día atrás de mí, eso es lo que más me ha ayudado a salir de esos momentos.

Mucha gente no se imaginaría que te has sentido así…

La he tenido difícil. La gente ve mis publicaciones y puede pensar “¡ay, qué padre, le cayó todo en bandeja de plata”, y no. He tenido que soportar rechazos, puertas cerradas, agresiones, etcétera. Pero todo eso pasó por algo, me está fortaleciendo para lo que se viene y porque… ¡te lo juro, siempre que una puerta se cierra, una más grande está en camino!, eso es lo que me ayuda, porque no todo es color de rosa.

¿Eso afectó la forma en la que te muestras en redes?

Sí, claro. Como te digo, he pasado por tantas cosas que siento que todo eso me forjó una armadura para protegerme del mundo, luego me tocó quitarme esa armadura, ¿sabes? Entré al mundo de las redes sociales con una piel muy gruesa y siempre tenía respuestas tipo “no me importa lo que me digas”, “no me interesa la gente”, “no quiero saber nada”, esa aparente prepotencia, en realidad era mi miedo a que conocieran mi verdadero ser y me lastimaran. Cuando me quité esa armadura, mostré mi corazón al 100%. Con terapia, amigos y gente que de verdad se preocupa por mí, he podido mostrar quién soy realmente; mis seguidores se han dado cuenta de esa evolución, de que ya no soy esa persona rebelde, sino el ser de luz que siempre he sido.

Fue un proceso de autoconocimiento, ¿no?

Sí, claro, porque además me tocó madurar, crecer y aprender de

todo en dos años, pues no tenía las herramientas para saber qué estaba sucediendo con mi carrera. Nadie me dio las instrucciones sobre cómo llevar el éxito, me tocó aprender conforme fue creciendo mi número de seguidores. Tuve que preguntar, y justo fue la necesidad de aprender la que me animó a decir “es mi momento, lo voy a aprovechar, me voy a la Ciudad de México a trabajar”.

¿Qué cosas cambiaron con esta decisión?

Soy de Monterrey, así que me separé de mi familia para venir a vivir solo. Yo nunca había tenido ni un peso y ahora debía pagar mi renta, mis comidas y hacerme responsable de mi carrera, mis viajes y demás… ¡Yo ni siquiera sabía manejar, ni cocinar, no sabía nada!, yo era el niño de mami. Mudarme solito a la ciudad más grande del país fue complicado, literal, como si hubiera vuelto a nacer.

¿Extrañas a tu mami?

Claro, sí, mi mamá es mi mejor amiga y siempre me vio como su pequeña estrella, siempre me dijo que sabía que yo iba a lograr grandes cosas. Me acuerdo perfecto de que yo le escribía cartas a Santa Claus y le decía: “Quiero estos juguetes y una casa para mi mamá”, o quiero tal cosa “y un vestido azul para ella”. Yo le dije a mi mamá que le iba a dar todo lo que quisiera y siempre estuvo segura de que así sería. Ahora, a mis 22 años, puedo decir que le puedo dar lo que me pida, y eso es lo que más me gusta de mi trabajo. Que ella me haya dado su apoyo desde el día en que nací –aunque yo después fuera insoportable y le hiciera la vida de cuadritos, porque me expulsaron del colegio–, se lo agradeceré siempre, ella nunca me abandonó.

¿Cómo que te expulsaron del colegio?

Lamentablemente, en Monterrey tienen una mentalidad muy cerrada y hay mucha homofobia. Cuando yo era pequeño, me gustaba vestirme de rosa, quería ser el Power Ranger rosa, no quería ser el príncipe sino la princesa, entonces los maestros me rechazaban y mi mamá me retiraba, porque no le gustaba que me hicieran el feo. De hecho, los maestros me decían “tú eres niño, no puedes pensar como niña”. A veces llegaba con mi mamá enojado y triste porque yo quería usar el vestido de la princesa y no me dejaban, entonces lloraba, me regañaban y me castigaban.

¿Desde chiquito la has tenido muy difícil?

Sí, y más en esa ciudad que todavía tiene una mentalidad muy conservadora, ¿sabes? Ya se ha abierto con todo lo que está sucediendo, pero a mis 6 o 7 años la situación estaba un poquito complicada. Me tocó vivir rechazo, homofobia, miradas. Aparte, mi mamá era divorciada, entonces me decían “tú vienes de una familia rota”, “tu mamá está rota” o “tú eres un niño roto”.

Ahora puedes hacer mucho por quienes buscan su identidad sexual y te ven en TikTok, los inspiras a ser quienes son.

Lo que hago en mi trabajo es porque quiero que los niños que me siguen y me ven no pasen por lo que yo viví. Si ellos quieren usar una blusa rosa o se quieren pintar las uñas o

quieren traer el cabello de color, ¡que lo hagan! TikTok es una plataforma que ven muchos chiquitos, por eso quiero llevar ese mensaje: que esos niños tengan un colegio y una vida más bonita y que sepan que no están mal; la homosexualidad no debe ser un tabú ni es una enfermedad. Esto me interesa comunicar.

Con tu mensaje les das esperanza, ¿es así?

Sí, pero más que dar esperanza me gustaría ayudarlos a ser ellos mismos. No es que me vean y digan que algún día van a ser como yo, ¡ya lo son! Solo quiero decirles “atrévanse, sean ustedes mismos y sean valientes”.

Alguna vez comentaste que de ser el fan de celebridades digitales, ¡ahora eres una!

Todo fue muy espontáneo, en mis redes yo no decía “soy fan de este o aquella”, aunque sí, claro que siempre les daba like (LOL), pero nunca supe cómo llegó ese mensaje, ¿me explico? De repente, me hablaba gente para decirme “ven a la Ciudad de México a colaborar con nosotros”. Domelipa, que es mi mejor amiga, es la que más me ha apoyado, gracias a ella conocí a muchas personas. He tenido la oportunidad de colaborar con Galilea Montijo, quien me invitó al programa Hoy; también he participado en videoclips. Yo no tenía mánager y no podía creer que esto estuviera pasando. De repente, en Instagram me seguía Gloria Trevi, fue increíble, porque una cosa es verlos en la tele y escuchar su música... ¡y otra es estar con ellos! Cuando le dije a mi mamá “voy a ir a conocer a Ricky Martín”, ¡casi que se metía en mi maleta!

“ESPERO SEGUIR EN ESTE MEDIO PORQUE ME ENCANTA”.

TU ESTRELLA

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2022-06-13T07:00:00.0000000Z

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