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Libera el enojo de manera positiva, ¡se puede!

POR PSIC. DANYELA GUTIÉRREZ

Todos nos enojamos alguna vez y está bien: el enojo es una alarma interna que nos avisa cuando alguien se pasa de la raya o nos hace daño, sin él no sabríamos qué permitir y qué no. En todo el planeta, no existe ni una sola persona que jamás se haya enojado, la clave está en saber lidiar con este sentimiento. ¿Cómo darle salida sin causar una catástrofe en el intento? Ahora mismo lo averiguamos...

CALMA A ESE MONSTRUO

PON ATENCIÓN EN QUÉ O QUIÉN LO DESPERTÓ.

No siempre es fácil saberlo; cuando nos sentimos así, muchas veces nos desquitamos con la persona equivocada: quizá hacemos que nuestro hermano pequeño pague por nuestro enojo, cuando el causante de este fue el compañero que nos troleó en el recreo. Es necesario conocer quién detonó el sentimiento para poder solucionarlo.

PIENSA ANTES DE ACTUAR.

Para esto, te comparto una técnica que nunca falla, el semáforo de las emociones: Si el semáforo está en rojo (cuando estás furiosa), detente, respira profundo y cuenta hasta 10; esto te ayudará a no comportarte de manera agresiva con quien se te ponga enfrente. Una vez que el enojo disminuye estás en amarillo, entonces podrás pensar con mayor claridad en una solución, como pedir respeto o que cambien de actitud contigo. Ahora que ya tienes la solución y se han ido las ganas de agredir, es momento de actuar y cambiar de mood.

NO DEJES PASAR TU MOLESTIA, pide lo que necesitas. A veces creemos que quedarnos calladas es lo mejor para no hacer las cosas más grandes, pero solo estarás acumulando todo el mal rollo hasta que en el momento menos pensado explotes de la peor manera. Es necesario hablar con quien estás molesta, sin gritarle ni insultarla. Cambia tus quejas por peticiones, por ejemplo, en lugar de decir “no me gusta que me pidas muchas cosas al mismo tiempo, mamá”, quizá sea mejor algo como “mami, ¿podrías esperar a que termine para pedirme algo más?, es que me siento presionada”.

VUELVE A SER LA PERSONA QUE ERES. Respira con tranquilidad e imagínate que estás en el lugar que más te gusta, eso te cargará de una energía diferente y lograrás decidir con mayor paz.

HÁBLATE DE MANERA INTELIGENTE. Usa tus palabras para calmarte. Si piensas cosas como “estoy tan enojada que ya no puedo más”, mejor repítete “puedo mantener la calma” o “podría buscar ayuda y solucionar esto”. Pregúntate si vale la pena sentirte tan molesta. Hablarte a ti misma en voz alta o dentro de tu cabeza es una manera de mantener el control; eso es superinteligente.

DESCARGA LA ENERGÍA. Si sientes un remolino en tu cuerpo, muévelo: salta, patina, corre, sacude tus manos hasta que la calma regrese.

NO ESTÁS SOLA. Busca ayuda en los adultos en quienes confías y soluciona la situación.

EL ENOJO ES NORMAL, PERO DEBES APRENDER CÓMO DEMOSTRARLO. ¡QUE NO TE DIRIJA!

MODIFICA TU ACTITUD. A veces, lo que dispara tu enojo es lo que piensas sobre la situación. Pregúntate si hay otro punto de vista para no sentirte así; encuéntrale el lado positivo.

JUN 2022

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2022-06-13T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa