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En bo eslque

Para una dosis de la naturaleza legendaria del Sur profundo, átate las botas y recorre el sendero Benton MacKaye, en las montañas del norte de Georgia, hogar de cascadas caudalosas, pueblos rústicos y protectores locales devotos. Por Joe Sills

Salpicados por copos de mica, los senderos del bosque del norte de Georgia parecen brillar con la luz de la mañana. No es de extrañar que mi guía quiera esparcir sus cenizas aquí: hay una belleza silvestre en estas colinas. Darcy Douglas, de 71 años, me cuenta que vino por primera vez hace más de cuatro décadas. Tras divorciarse, encontró en esta tierra un nuevo compañero de vida: un sendero de casi 500 kilómetros a través de los montes Apalaches llamado Benton MacKaye.

“Aquí es donde está el marcador”, dice Douglas al colocar su mochila en el suelo mientras doblamos una curva del Benton. Estamos a unos 500 metros de la intersección con su primo más famoso, el Sendero de los Apalaches, de 3 500 kilómetros. Estoy impaciente por llegar al cruce, pero Douglas se detiene para mostrarme una roca gris del tamaño de una vaca con una placa de latón. “Es nuestro monumento a Benton MacKaye –comenta–. En Georgia, este camino sigue parte de la ruta que el ecologista imaginó para el Sendero de los Apalaches”.

Darcy habla del Benton MacKaye con amor, admiración y sentido de pertenencia. La mayor parte de su vida ha trabajado para mantener el esplendor de este rincón a poca distancia de Atlanta. Junto con otros miembros de la asociación del sendero, ha construido puentes, diseñado quioscos y realizado investigaciones en el circuito. También ha luchado contra la prolífica hiedra venenosa de la zona, que aparta con un machete para ayudar a los excursionistas principiantes.

Aunque estamos cerca del Sendero de los Apalaches, Darcy se apresura a mencionar que ambos circuitos son muy diferentes. “El de los Apalaches es como una fiesta. Hay refugios cada pocos kilómetros y, si te haces daño, nunca estás lejos de una llamada telefónica. El Benton MacKaye no es así en absoluto. Es más silvestre, más primitivo. No hay refugios y tiene sitios a los que solo se puede acceder luego de caminar bastante”.

Para cuando Darcy y yo llegamos a la intersección y convergemos en el extremo sur del Sendero de los Apalaches, en la cima de la montaña Springer, ya me había vendido el Benton MacKaye por completo. Su pasión y la promesa de caminar a través de este paisaje sin largas filas en las letrinas me hacen desear explorar más. Pero Darcy Douglas no es la única que se enamoró de este mundo fantástico de naturaleza y cascadas.

A unos 130 kilómetros, Jake Scott guarda otra joya. Con el Benton MacKaye en el retrovisor, me reúno con Scott en Wander North Georgia, su tienda de aventuras en Clayton. La ciudad está repleta de visitantes que se detienen a comer y tomar un café a lo largo de la autopista 23, que conecta Atlanta con Asheville, en Carolina del Norte. Clayton no es gran cosa, pero ocupa un lugar especial en el corazón de Scott. De niño, este oriundo de Florida –que ha vivido en Suiza, California y China– venía aquí todos los años a pasar las vacaciones con su familia. Regresó como adulto para dar vida a este sitio.

“Es posible que hace cinco años solo se vieran tres autos en la calle en un buen día como hoy –explica Scott–. Ahora todos son turistas”.

Nos subimos a la Toyota de Scott rumbo al Bosque Nacional Chattahoochee- Oconee, donde suele correr y pedalear. Mientras bajamos por una carretera de grava, este empresario de 45 años dirige su camioneta hacia el vado de un río poco profundo y comienza a explicar.

“Traemos atletas mundiales, ciclistas de montaña que han recorrido el globo. Es común que se pregunten adónde van, pero después de un día en las colinas siempre terminan por decir: ‘Amigo, ahora lo entiendo’”.

Scott me lleva a otra cima para ver la puesta de sol en el Parque Estatal Black Rock. Tras tumbarnos en una roca y abrir una bebida fría, él se acerca a uno de sus pinos favoritos en el acantilado. Me pregunto por el hechizo que estas montañas parecen ejercer sobre la gente. Al ver cómo el cielo lavanda proyecta sus sombras en el valle de abajo, también lo entiendo.

CÓMO HACERLO: recorre el Benton MacKaye desde el sendero Springer Mountain, en Forest Service Road 42. En el Parque Estatal Black Rock toma el sendero James E. Edmond. El White Birch Inn, en Clayton, tiene habitaciones desde 5 000 pesos ( thewhitebirchinn.net; wandernorthgeorgia.com; exploregeorgia.org).

SUR PROFUNDO

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2022-09-01T07:00:00.0000000Z

2022-09-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa