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El Sur profundo

Paisajes lacustres, comida inolvidable y ciudades musicales hacen de esta región estadounidense un destino único.

POR DAVI D F AR L E Y, Z OE Y G OTO, E L L E N H I ME L FAR B , E MMA J OH N Y J OE S I L L S

Hogar de paisajes deslumbrantes, comida inolvidable y legendarias ciudades musicales, el Sur profundo ocupa un lugar especial en el imaginario popular estadounidense. Pero, en realidad, es una región en constante cambio que evoluciona, innova y se reconcilia con su pasado para ofrecer lo mejor de la hospitalidad sureña. Este es un viaje por Alabama, Georgia, Luisiana, Misisipi y Carolina del Sur, una zona delimitada por una geografía diversa, pero llena de sorpresas.

Generosa y repleta de sabor: así como su cocina, desde la cremosa sémola de queso hasta el gumbo picante, también es la región. A pesar de tener una de las identidades más definidas de Estados Unidos, el Sur profundo todavía es un crisol de influencias europeas, africanas, caribeñas y sudamericanas que, con el paso de los siglos, dio lugar a formas culturales por completo nuevas, desde la arquitectura criolla hasta el rock and roll.

Hay estereotipos, por supuesto, pero la hospitalidad sureña no es ficción. Además, es la cuna musical de la nación. Jazz, blues y rock tienen sus raíces en los bares y porches de madera, el estudio de grabación Muscle Shoals aún es el Abbey Road nacional y los festivales cajún se prolongan hasta entrada la noche.

También adoptó la vibrante vida urbana en sus ciudades prósperas y se ha hecho de un nombre como una zona para practicar senderismo, rafting y safaris en pantanos. Los azulados montes Apalaches completan la trayectoria meridional en Georgia para terminar de manera abrupta en la vasta expansión metropolitana de Atlanta. La campiña bañada por el sol y las pequeñas ciudades históricas de Alabama ceden el paso a las marismas planas y negras del delta del Misisipi, mientras que los densos bosques subtropicales y las playas de arena blanca se unen en la costa de Luisiana.

Hoy día, los estados del sur enfrentan su pasado al tiempo que abrazan su herencia, una en la que las historias de la explotación de esclavos y las marchas por los derechos civiles exigen la misma importancia. La buena noticia: lo están haciendo bien. Una serie de museos y proyectos comunitarios ahora reexamina el pasado para honrar el largo camino de la región hacia la libertad, desde el Monumento Nacional por la Paz y la Justicia de Alabama y el Museo Nacional de Derechos Civiles de Misisipi hasta el Centro Nacional de Derechos Civiles y Humanos de Georgia.

Una nueva escena evoluciona bajo esta bandera de cambio. En Nueva Orleans, la recuperación después de Katrina incluyó el florecimiento de hoteles boutique y restaurantes. Charleston, antes un sitio desconocido, se ha convertido en un destino atractivo, un fragmento de la historia estadounidense conservado a la perfección y que encuentra la manera de enfrentarse a su pasado esclavista, además de ser hogar de una de las mejores escenas gastronómicas del país.

Y si algo capta el impulso actual entre la tradición y el nuevo pensamiento es la evolución de la cocina sureña, que se celebra con un multiculturalismo creciente al aportar una maravilla de invenciones culinarias, desde bagre con especias de Gujarati y tacos barbecue hasta pollo frito coreano. Los platos, por supuesto, se apilan hasta alturas casi ridículas, pero así es el Sur.

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2022-09-01T07:00:00.0000000Z

2022-09-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa