DÍA DOS VIAJES POR CARRETERA Y CAMINATAS

MAÑANA

En Glencoe, el valle que toma el paisaje montañoso de Escocia para exacerbarlo, lo que observas en realidad son los restos de un antiguo supervolcán. El efecto final resulta en un impresionante drama escarpado: las montañas son enormes Goliats verdes talladas por glaciares y entrelazadas con cascadas prístinas que se inclinan hacia ambos lados de la cañada. Sin embargo, muchos viajeros solo pasan por Glencoe para tomar algunas fotografías, aunque vale la pena quedarse un poco más y disfrutar. Una buena primera parada es el galardonado Centro de Visitantes de Glencoe. Además de llevarte a través de la geología, flora y fauna de la zona, también detalla la infame Masacre de Glencoe de 1692, cuando las fuerzas gubernamentales masacraron a miembros del clan Donald.

TARDE

Amárrate las botas: hay innumerables senderos aquí, desde caminatas cortas por la naturaleza hasta travesías de un día completo. Si buscas una caminata que se encuentre en medio de ambas, subir los 740 metros del Pap de Glencoe es una buena elección. Comienza en el pueblo de Glencoe, por lo que puedes recargar energía con sándwiches y aperitivos en Glencoe Cafe antes de partir. Desde allí, recorre el glorioso río Coe y adéntrate en las colinas. Si bien la ruta es sencilla y está bien señalizada –es probable que te cruces con otros caminantes–, siempre es bueno llevar un mapa. Alcanzar la cumbre en forma de cono del Pap requiere un poco de habilidades básicas de campo traviesa, pero las recompensas son excelentes, con lagos en una dirección y topografía de película en otra.

NOCHE

A los directores de las películas de Harry Potter les gustaba filmar escenas en Glencoe y todavía es común encontrarse aquí con fans de la saga en busca de la cabaña de Hagrid. No queda nada de la construcción en estos días, pero el sitio está a pocos minutos de un icono de Glencoe que sigue en pie: el Clachaig Inn. La antigua posada es del siglo xvi y ha alcanzado un estatus de leyenda entre escaladores, montañistas y senderistas. Sus mesas al aire libre dan al valle, pero a medida que avanza la noche el mejor lugar para disfrutar el ambiente casual de la posada es el Boots Bar, cuyas paredes empedradas, chimeneas de leña y cervezas locales han atraído a los amantes del aire libre durante muchas décadas. Y la comida, como es de esperar al atender caminantes, está bien servida.