En la punta de los dedos de Calcídica

Como el tridente de Poseidón que sobresale en el Egeo se hallan las tres penínsulas de Calcídica, una popular escapada desde Salónica. Cada tramo tiene un carácter único y juntos forman un microcosmos de los encantos del continente.

Tras el almuerzo en una tarde de finales de otoño, Calcídica me muestra el dedo medio. Disculpa la expresión. Y la distracción. Aquí no hay confrontación grosera alguna; ningún argumento pasional que concluya con gesticulaciones irrespetuosas o palabrotas. Pero hay una brusquedad en la forma en que Sitonia, el segundo de los tres “dedos” que apuntan de Macedonia Central al Egeo, prescinde de cualquier sugerencia de vida urbana.

En un momento está allí, en las ciudades de Arnaia y Polígiros. Al siguiente se desvanece y la carretera avanza al sureste hacia Ormos Panagias y Fteroti. Aquí el paisaje es todo caletas silíceas en costas rocosas y laderas cubiertas de pinos que se elevan hasta el pico central del monte Dragoudelis.

Los tres “dedos” de Calcídica son una síntesis de casi todo lo que evoca Grecia. El monte Athos, el más oriental del trío, es su alma y sentido de tradición. Incluso en 2021, los visitantes solo pueden ingresar a este enclave de 20 monasterios gracias a permisos especiales y el cumplimiento de las reglas, una de las cuales es que las mujeres están excluidas por completo.

Por el contrario, Casandra, el dedo más occidental, es un entorno tan acogedor como el que se puede encontrar en el Mediterráneo: un destino de búsqueda y escondite donde los resorts de lujo decoran la arena (Porto Sani y Sani Dunes en el borde oeste; Afitis Boutique Hotel en el este).

Pero Sitonia, atrapada entre sus dos hermanos, vuelve a ser diferente. Un asunto más simple: no se pierde ni en la oración ni en la fineza de las cinco estrellas.

La noche cae cuando llego a Porto Koufo, que adorna la punta del dedo medio. El turismo se siente un tanto más enfocado aquí que en ciudades más tranquilas como Sarti; sin embargo, este sigue siendo un lugar para escapadas costeras sin pretensiones. Estudios y hoteles pequeños yacen en lo alto de una ensenada larga junto a un puerto deportivo donde un puñado de yates elegantes en reposo parecen intrusos de otro mundo.

En Taverna Nikos, el menú comienza a pensar en el invierno y ofrece estofado de cerdo cocido a fuego lento con judías verdes locales, un alimento básico de los meses “fríos” en Calcídica (cuando el mercurio baja apenas como para usar abrigo). Me lo como mientras observo el agua con un ojo. Porto Koufo es uno de los puertos naturales más grandes de Grecia, pero se encuentra tan aislado que los submarinos alemanes lo utilizaron para ocultarse durante la Segunda Guerra Mundial. Al reflejar sus sorpresas y peculiaridades, este hecho convierte a Sitonia en un caso literal de un sitio con profundidades ocultas.

CÓMO HACERLO: habitaciones dobles en el hotel Porto Koufo, en Sitonia, desde 1 750 pesos la noche

(portokoufohotel.gr). • Una semana en el recién renovado complejo Porto Sani desde 26 670 pesos por persona, incluye los traslados (elegantresorts.co.uk).

• visit-halkidiki.gr.