DÍA DOS MARAVILLAS AÉREAS Y ECLESIÁSTICAS

MAÑANA

La quintaesencia de Capadocia demanda empezar antes del amanecer. Los vuelos en globo aerostático están cronometrados para ver la luz dorada y tener viento mínimo. Es probable que asciendas antes del amanecer desde la llanura cercana a los afloramientos de Paşabağ, junto a docenas de otros globos a altitudes de casi 800 metros. De vuelta en tierra firme explora el Gorëme Open Air Museum, un grupo de más de 30 iglesias excavadas en la roca establecidas por cristianos bizantinos del siglo vi. Los frescos más sofisticados y de colores vivos adornan la Karanlık Kilise (iglesia oscura) del siglo xi, la Elmalı Kilise (iglesia de la manzana) y, a poca distancia del sitio principal, la más grande Tokalı Kilise (iglesia de la hebilla). Las pinturas azules distintivas de esta última aún se encuentran en restauración por parte de expertos.

TARDE

Hasta la caída del Imperio otomano, muchos griegos de la Iglesia de Antioquía (conocidos como rûm) vivieron en Capadocia, a menudo en aldeas griegas. Una de ellas es Mustafapaşa, antes conocida como Sinasos, hoy un pueblo pacífico fuera de la ruta turística principal. En Old Greek House, el patio a la sombra de las vides es el lugar perfecto para probar la cocina otomana como la barbunya (frijoles cocidos en salsa de tomate) y el delicioso baklava. Pasea por las calles tranquilas bordeadas de atractivas konakları (mansiones) y busca la minuciosamente decorada entrada del caravasar otomano, hoy una universidad, así como el motivo de vid que rodea la entrada de la iglesia de Constantino y Helena, del siglo xviii. Haz digestión con una caminata a lo largo del valle de los Balcanes hasta la iglesia Pancarlık para admirar sus frescos.

NOCHE

Aktepe es el lugar más popular de Capadocia para la puesta de sol, con vistas épicas de los pliegues de Kızılcukur Vadisi (valle rojo) que se encienden bajo la luz cálida del atardecer. Llega temprano o prepárate para las multitudes. Si no, desvíate a Ortahisar, un sitio tranquilo con su propia fortaleza de piedra. Más al sur, a lo largo de los Balcanes, está Ibrahimpaşa, un pueblo poco visitado que alberga uno de los restaurantes más atractivos: Babayan Evi, donde los Koçdemir preparan platillos locales, algunos cocinados en un horno tandur al aire libre para servirlos en su casa, que forma parte de una cueva con vistas al cañón. El kuzu kaburga

(costilla de cordero) es una de las especialidades. Regresa a Uçhisar para tomar una copa en el Millocal, un anfitrión único entre los restaurantes-bares de Estambul bajo la fortaleza iluminada.