¿Por qué los aparatos ya no duran como antes?

¿De verdad los aparatos ya no duran como antes?¿los cubiertos cambian el sabor de la comida? ¿Existe la miel vegana?

Unas 53.6 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos fue lo que el mundo generó en 2019, de acuerdo con un informe del Observatorio Mundial de los Residuos Electrónicos 2020. De esta cifra, apenas el 17.4% fue reciclado. Se suele decir que los aparatos ya no duran lo que antes. Si bien los nuevos electrodomésticos están diseñados para ser más eficientes en términos energéticos, esto puede impactar su vida útil en comparación con los modelos más antiguos. Hay varias razones detrás de esto: desde el empleo de materiales que privilegian la ligereza sobre la durabilidad y longevidad –seguramente no muchos extrañaran los pesados refrigeradores y estufas de acero o hierro fundido de los abuelos–, hasta métodos de construcción en los que el uso de componentes más pequeños y ensamblajes que no permiten la reparación se ha convertido en la norma. Sin mencionar un mercado que clama por actualizaciones y variedad temporada tras temporada o la tan ofensiva obsolescencia programada. Sin embargo, ante las alertas sobre una futura crisis de recursos y materias primas este patrón de consumo resulta insostenible. De ahí que diversas iniciativas vean en la reparación una forma de extender la vida útil de nuestros aparatos. Suena más fácil de lo que es. Dado que la mayoría de los productos están diseñados para ser reemplazados, sus componentes vienen soldados o pegados haciendo imposible la reparación. Los fabricantes tampoco suelen proporcionar piezas de repuesto o manuales sobre cómo intervenir sus productos. En otros casos el costo de reparar resulta mayor que el de reponer, lo que desalienta esta práctica. Es cierto, las cosas ya no duran lo que antes. Aunque quizá, sería más exacto decir que ya no se pueden reparar como antes.