De la obtención de sal al timón
2023-05-01T07:00:00.0000000Z
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Editorial Televisa

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Sumario
Aunque pueda parecer increíble, China comenzó asimismo a realizar grandes perforaciones en el siglo I a. C. Sus técnicos llegaron hasta más de 1,500 metros de profundidad para buscar sal. Si las perforaciones traspasaban el nivel de la salmuera, se producían enormes cantidades de gas natural. Las torres de perforación podían alcanzar los 55 metros de altura y en ellas se suspendían las barrenas mediante cables de bambú. Gracias a sus grandes avances en fundición, los chinos disponían de brocas de hierro fundido, pero la única energía disponible para lanzar las barrenas era la humana. Una vez extraída de los pozos, la salmuera se elevaba varios metros por encima del nivel del suelo y se distribuía mediante una compleja red de tuberías de bambú. Después, se vertía en enormes sartenes de hierro fundido que se ponían al fuego para que se evaporara y quedara la sal. En 1834, se difundieron por Europa esas técnicas de obtención de salmuera y, unos treinta años después, los norteamericanos perforaron un pozo en Pensilvania para conseguir petróleo empleando las técnicas milenarias del Gigante Asiático. Si Colón descubrió América, fue también gracias a un invento chino (del siglo I): el timón. Su representación más antigua es una maqueta de arcilla de un barco de unos 55 centímetros de longitud en la que se aprecia la presencia de un timón móvil. La pieza fue desenterrada en una tumba fechada en el siglo I. Ese tipo de timón se denomina “equilibrado”, ya que puede bajar o subir por encima del nivel del agua, lo que facilita navegar por bajíos con seguridad y sin que la pieza sufra daño alguno. El testimonio occidental más antiguo de un timón se ha encontrado en una iglesia del año 1180.
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