La antigüedad de las venus, todo un problema

2023-05-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa

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Sumario

Muchas estatuillas se encontraron en los inicios de la arqueología moderna, cuando no se llevaba a cabo una adecuada planificación ni existían los ultracuidadosos métodos actuales. En ninguno de los yacimientos clásicos se tomaron muestras orgánicas para calcular su antigüedad. La datación por radiocarbono, en la que se emplea el isótopo carbono-14, empezó a usarse más tarde, a finales de la década de 1940, para lo que, a menudo, hubo que reexcavar los yacimientos. La edad de las venus tradicionalmente se ha estimado en función de la cronocultura asociada —útiles, elementos artísticos...—. Sin embargo, las culturas arqueológicas tienen una considerable extensión temporal y para afinar fechas resulta más precisa la datación por radiocarbono. Aquellas no se calculan teniendo como referencia el nacimiento de Jesucristo, sino la convención antes del presente (AP), establecido en el 1 de enero de 1950. La producción de carbono-14 no es constante a lo largo del tiempo, de modo que las fechas obtenidas y las fechas del calendario coinciden en los últimos 2500 años. A partir de entonces, las primeras son más jóvenes que las segundas. Tal irregularidad obliga a elaborar una curva de calibrado para obtener un resultado en años de calendario o años calibrados —abreviados como cal—. Por ejemplo, 5,000 años cal AP significa 5,000 años calibrados —o años del calendario— antes de 1950. Para hacernos una idea: 32,000 años AP corresponden aproximadamente con 36,000 años cal AP. Hacer una curva de calibración es difícil. A tal fin, se comparan anillos de crecimiento de árboles, espeleotemas, corales, fósiles y otros procedimientos con patrones radiométricos obtenidos en laboratorio. En los últimos treinta años se han publicado muchas curvas de calibración estándar. Mayoritariamente, han sido sustituidas por la serie Intcal, por ser las más precisas. La primera fue publicada en 1998 y se denominó Intcal98. Ha sido actualizada en 2004, 2009, 2013 y 2020. La Universidad de Colonia utiliza la curva de calibración Calpal-hulu y se emplea también en la cornisa cantábrica.

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