El continente perdido de Mu

2023-05-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa

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Sumario

Pero Donnelly no estuvo, ni mucho menos, solo en su búsqueda de continentes perdidos. Por esas mismas fechas, el fotógrafo, anticuario y arqueólogo aficionado inglés Augustus Le Plongeon, concibió la teoría de que la civilización egipcia había sido fundada por los mayas, que no eran sino refugiados del continente perdido de Mu, hundido supuestamente en el océano de forma similar a la Atlántida. Le Plongeon estuvo haciendo excavaciones arqueológicas en Chichén Itzá, México, y se basó en una traducción, desacreditada posteriormente por fantasiosa, del Códice Tro-cortesiano (el principal códice de la cultura maya). El nombre de Mu se lo puso por una pretendida reina maya llamada Moo que, según él, había huido a Egipto después de un drama familiar con celos y asesinatos. Mu y la Atlántida eran, en realidad, entidades muy parecidas —ambas historias coinciden en muchos puntos, además de geográficamente—, pero dio igual. El mito del nuevo continente ya había sido creado y, en el siglo XX, un militar, ingeniero e inventor británico amante del ocultismo, James Churchward, lo recogió, desarrolló y amplió, lo trasladó del océano Atlántico al océano Pacífico y le dio una enorme fama mundial. Las evidencias que ofrecía el coronel Churchward para probar sus teorías sobre Mu superaban en extravagancia todo lo visto hasta entonces, pero eso no impidió que escribiera un montón de libros sobre el tema ni que gente mucho más seria que él se tomara la molestia de desmentirle o de contradecirle. Churchward, que cuando empezó a publicar, en 1926, tenía ya 75 años, contó a quien quiso escucharle que, siendo joven, había tenido acceso en la India a unas antiguas tablillas de cerámica escritas en una lengua muerta —la Naga Maya— que solo hablaban tres personas y que a él le enseñó un viejo sacerdote.

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