PROTECTOR

La diseñadora de joyas Elena Matallana se inspira en su país nativo de Colombia para crear las piezas de su ultima colección. Por Regina Agundis

Para Elena Matallana los países latinoamericanos tienen una extraordinaria riqueza natural y cultural que merece ser compartida con el resto del mundo. En su mas reciente colección, Guardián, la diseñadora refleja la cultura colombiana de manera impecable. El Parque Nacional Chiribiquete es un lugar como ningún otro que se mantuvo en secreto por miles de años. Ubicado en los departamentos de Caquetá y Guaviare, Chiribiquete es considerado un templo sagrado que le da vida a nuestro planeta. El parque no sólo es uno de los lugares más biodiversos del mundo sino que en él se encuentran los pictogramas y las formaciones geológicas más antiguas de las Américas. Estas formaciones son unas mesetas gigantes de piedra llamadas Tepuyes. En sus paredes están inscritos mensajes de nuestros ancestros, quienes miraban al jaguar como símbolo de vida y protección. Es por ello que aquel animal, considerado el guardián de este patrimonio natural, es la premisa de la segunda colección de la marca. Elena utiliza bronce enchapado en oro de 24 quilates para representar aún más la historia que se encuentra oculta en esta parte del Amazonas y mezcla lo figurativo con lo abstracto a través del uso de la esmeralda colombiana. La diseñadora dice que “cada pieza tiene su reto” y que durante el proceso de fabricación es en donde su creatividad entra en juego para solucionar las trabas imprevistas de sus diseños. La pasión por lo que hace y el amor a su país es lo que la mueve a querer compartir su trabajo con el resto del mundo. Sus piezas son hechas con puros materiales y mano de obra colombiana.