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UNA VOZ IN INQUEBRANTABLE

FOTOGRAFÍAS DE DANIEL MATALLANA STYLING DE ALONSO MURILLO TEXTO DE MARÍA JOSÉ GUZMÁN

U no de los recuerdos más entrañables que les ayudó y les seguirá ayudando a desahogar ese grito tengo de los inicios de mi carrera en atorado de rabia e impotencia ante la soledad de no saberse revistas de moda es el de una sesión creído después de denunciar y estar en el blanco del juicio de la de fotos para portada con Karla sociedad. “Durante 22 años sentí dolor, ira y rencor por todo lo que Souza en Venice Beach, California, me pasó a mí y a mi familia. Pero con la película, mi corazón sanó”, en 2016. Lo que más se me quedó afirmó Azul durante el screening privado. Al preguntarle a Karla sobre grabada de aquella ocasión fue su alma guerrera: no cómo la cambió personalmente y qué le deja esta cinta, su respuesta me titubeó ni un segundo durante el shoot a pesar de vuelve a erizar la piel: “La Caída es un proyecto de vida o muerte para mí. las condiciones adversas –largas caminatas con ropa Me permitió poder dignificar el camino de una sobreviviente de abuso y invernal bajo un sol de 40 grados o cambiarse en el enseñar el heroico proceso de una mujer al alzar la voz para sí misma, para asiento trasero de una camioneta estacionada en la sanar”, afirma. “Era necesario que yo pudiera dar a entender este camino, calle –a falta de un camerino profesional– a expensas el por qué normalizar los tiempos y los procesos de las víctimas. La gente de los ojos curiosos de los peatones–. Seis años después pregunta ‘¿Por qué te tardaste tanto en denunciar?’. No entienden que de esas fotos, me reencuentro con Karla en México para para uno mismo es muy difícil entender lo que pasó. Es heroico para una la sesión de portada para Harper’s Bazaar. Tras varios años víctima poder nombrar y ver la realidad de lo sucedido. Es una valentía de carrera en Hollywood, series de televisión, películas, que aún les cuesta a las personas entender. Esta película es el regalo una vida en familia con su esposo y sus dos hijos, se podría más grande que me pude haber dado a mí misma, a mis hermanas, decir que Karla ha cambiado. Sin embargo, sigo reconociendo a toda la gente que ha sufrido abuso”, asegura. Karla trabajó en ella esa misma esencia fuerte, tenaz y contundente. Sigue arduamente en el guion de la cinta, junto a un equipo de siendo la misma guerrera. escritoras y en el momento de buscarle dirección, el trabajo

Ansiaba platicar con ella sobre su más reciente proyecto, La Caída, de la argentina Lucía Puenzo simplemente resonó y le película en la que interpreta a una clavadista olímpica mexicana y el abuso pareció que era la directora ideal para el proyecto. “El físico, mental y emocional que la rodean. Tuve oportunidad de ver la cinta, personaje del agua existe en sus películas y me pareció dirigida por Lucía Puenzo, en un screening privado antes de la entrevista y que era la persona indicada para llevarle el guion. Lo puedo afirmar que me movió las entrañas, me puso la carne de gallina y me leyó y me dijo que era como si ella lo hubiera escrito. conmovió hasta las lágrimas. Una historia inspirada en hechos reales que es Tuvimos un entendimiento y una conexión muy brutal, honesta, cruda y fundamental. Los cientos de personas que la ovacionaron especial”, comenta la actriz y productora. “Durante de pie durante su estreno en el Festival Internacional de Cine de Morelia estarán el rodaje Lucía siempre puso a mi persona, a Karla, de acuerdo conmigo. “Ha sido muy sanador y catártico porque es un proyecto en antes que a la película. Cortaba las escenas de los el cual llevo trabajando 10 años y no tenía la perspectiva de cómo lo iba a recibir clavados cuando notaba mi agotamiento. Tuvo total la gente”, comenta Karla. “Quería hacer una película sobre el deporte en México, empatía conmigo y esto me conmovió y me motivó empecé a investigar sobre clavados, ya que siempre me han fascinado, aunque al mismo tiempo porque me sentí muy cuidada nunca los había practicado. En mi investigación me encontré con una carta de por ella”, afirma. Quienes han visto la película se la clavadista Azul Almazán, que hablaba sobre el abuso psicológico, emocional asombran del impresionante esfuerzo físico que y físico que recibió por parte de su entrenador”, explica. Azul y su familia Karla hizo para poder realizar las escenas en la alberca tuvieron que huir del país a consecuencia de la humillación y las amenazas y en los entrenamientos. Incluso se han viralizado en que sufrieron tras la denuncia de la joven hacia su abusador. Durante todo redes sociales videos en donde la gente se cuestiona si en el proceso de investigación, guion y producción de La Caída, Azul estuvo realidad Karla filmó esas escenas o se trata de alguien más. involucrada. “Nos abrió las puertas de su casa, de su clóset, de sus diarios. La respuesta es clara: una edición de detrás de las cámaras en Sentí el olor del cloro en su piel”, revela Karla. Para Azul Almazán y donde se muestran los rigurosos entrenamientos de Karla en el todos los atletas que han sufrido abusos por parte de sus entrenadores gimnasio, sobre el trampolín y al tirarse a la alberca. “Me entrenó o figuras de autoridad, la película es una tabla de salvación que Tom Stebbins, de UCLA, y otras clavadistas profesionales.

Fueron meses intensos en donde me enseñaron la técnica. La primera vez que me tiré de los 10 metros, fue de soldadito. Estaba embarazada de mi primera hija, Gianna –que ya tiene cuatro años–. Después seguí entrenando, a pesar de que el guion todavía no estaba listo”, revela.

Karla también se sometió a un estricto régimen alimenticio en el cual perdió grasa y aumentó masa muscular. “Necesitaba sentir la fuerza que tienen estas mujeres y estos atletas.

También la fortaleza mental y la confianza de pararme en la plataforma de 10 metros y saber exactamente qué se siente. Tirarse un clavado es una sensación hermosa. Caes

–como tres o cuatro segundos en caída libre en el aire– y cuando pegas –así se le dice cuando entras o rompes el agua– es como si volvieras a nacer. Se siente tan bonito cuando sabes que entras bien y que no salpicaste.

Quedé enganchada de este sentimiento”, confiesa. A tal grado que incluso Azul le propuso representar a México en competencias de clavados para adultos –los Masters–.

Karla se siente tentada por la propuesta, pero sabe, en carne propia, el sacrificio y esfuerzo que esto conlleva. “Me gustaría pero tengo mi carrera como actriz. Si lo hago, lo haría bien. Por eso fue tan lindo conectar con la comunidad de clavadistas. Yo entrené tres años, ellos lo hicieron toda la vida, con lesiones y moretones. Eso es lo que quise representar también en la película, el sacrificio de estos atletas”, comenta. La Caída, es la historia de Azul Almazán y de otros deportistas y personas, que han sufrido abuso y que han sido humillados o callados por una sociedad que juzga y que no entiende. Pero afortunadamente algo está cambiando hoy y esta cinta permitirá amplificar las voces de todas aquellas víctimas y creará una conciencia más profunda sobre el abuso, el difícil camino hacia la denuncia y la procuración de la justicia. “Filmamos la película y al mes Simone Biles se retira de la competencia de gimnasia por cuidarse a sí misma. O sea, lo pusimos en el universo con la película y se hizo realidad”, afirma. Después de este sueño que le llevó 10 años cumplir, Karla está lista para lo que venga. “Sigo disfrutando de la maternidad. Ha sido como una segunda escuela y una nueva oportunidad para aprender quién soy. Crecí de una manera muy distinta. Me da esperanza ver cómo los niños cambiarán al mundo con las nuevas formas de ser padres. Yo le estoy enseñando a mi hija sobre el consentimiento, sobre su cuerpo, sobre

‘No es No’, cómo usar su voz y manejar sus emociones. Es un regalo poder educar así a mis hijos”, afirma. Después de actuar y producir La Caída, Karla está coqueteando con la idea de dirigir su propio proyecto, pero de momento se tomará un merecido descanso. “Necesito descansar, pero tal vez haga alguna comedia romántica próximamente. También deseo seguir mi camino como emprendedora y activista. Hay tantas mujeres que pareciera que son invisibles, y de eso sí me siento muy responsable: De ayudarlas a amplificar su voz, porque sí que la tienen, pero quiero apoyarlas para que se escuche por todos lados y sus causas sean visibles”, asegura. Así será. Su voz inquebrantable, su espíritu imparable y su alma guerrera siguen intactas. Esa es la Karla Souza que me sorprendió en Venice Beach hace seis años y que hoy me emociona y me inspira profundamente.

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2022-12-05T08:00:00.0000000Z

2022-12-05T08:00:00.0000000Z

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