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el poderoso regreso de Michael “Zod” Shannon

Se puso de nuevo el traje del temible general Zod para devolverlo a la pantalla grande gracias a TheFlash, del argentino Andy Muschietti, que será el fenómeno de taquilla del verano. Entrevista exclusiva de Esquire México

Por MARIO P. SZÉKELY Fotos JUANKR Estilismo KRISTEN INGERSOLL

LA TARDE CAE EN SICILIA, ITALIA, cuando Michael Shannon llega a la habitación en su villa para platicar con nosotros vía Zoom. Más que traer aspecto de “estrella de Hollywood”, su atuendo de shorts y una playera estampada lo muestran más como un “turista del mundo”. La respiración entrecortada de sus palabras descubre que ha llegado caminando hasta allí para nuestra cita, de la misma manera que su filmografía denota a un hombre que no ha dejado de avanzar desde su debut en un pequeño papel en GroundhogDay (1993).

En aquella cinta de los 90, que en Latinoamérica recibió dos títulos, Eldíadelamarmota y Elhechizodeltiempo, Shannon era un joven emocionado porque Bill Murray –condenado a repetir su día hasta aprender la lección de ser generoso– le regala boletos para un concierto y lo invita a hacer feliz a su novia. Su sonrisa y su gesto de celebración le brindaban al protagonista la sensación de una misión cumplida.

Tres décadas después, Shannon, de 48 años, no solo ha evolucionado como actor, sino que sus personajes suelen seguir siendo una especie de “aduana” a quienes le rodean, obligándolos casi siempre a definir qué tan dispuestos están a sacrificarse por alcanzar ese grial de conocimiento y madurez o de entregar su existir a la mediocridad, incluso a la oscuridad.

En TheFlash (2023), que se estrena este verano, el tiempo es el leitmotiv de la historia de este héroe de DC Comics, cuya habilidad para correr a una supervelocidad le permite saltar a realidades alternas, un mundo conocido como multiverso, para viajar al pasado e intentar evitar el asesinato de su madre.

La cinta, dirigida por el argentino Andy Muschietti ( It:partI &II) corre tras la misma estela que dejó la trilogía de Backto theFuture (1985-1990), en cuanto explorar las consecuencias de la toma de decisiones. Shannon se cuela en estas carreteras del multiverso con su personaje del general Zod, enemigo de Superman en ManofSteel (2013), para aprovechar la inercia de Flash y regresar más poderoso, amenazando apropiarse de su destino y el de la tierra.

“Nunca veo a mis personajes como villanos. En ManofSteel, Zod solo intenta proteger la perseverancia de su sociedad. El rol de general militar del planeta Krypton le exige no detenerse hasta asegurar que la tierra pueda transformar su atmósfera –sin importar las consecuencias a los humanos– para que los kryptonianos puedan habitarla, recreando la atmósfera a imagen y semejanza de su antigua casa.

“Esa alternativa es francamente lo que muchas personas piensan hoy en día sobre nuestro futuro y nos sintoniza con la realidad, entendiendo que estamos destruyendo nuestro planeta. Esa noción de que algún día podemos aterrizar y vivir en otro lugar del universo, es lo que precisamente el general Zod deseaba hacer. Creo que es ridículo pensar que, por el hecho de destruir la tierra, eso nos da derecho a reclamar otro planeta”, sentencia Shannon, asomándose en él un cierto tono militar al marcar el ritmo sus palabras.

Ante el tema ambientalista, su posición –irónicamente– es similar a la de Jor-El, padre de Superman, quien alza su voz para advertir del cuidado de Krypton, así como de la urgencia de pensar en la herencia que estamos dejando.

“Estamos viviendo bajo la idea de un ‘Tal vez mañana hagamos los cambios, quizás pasado mañana’, pero qué tal que el fin de nuestros días puede ser la próxima semana y –definitivamente– no ganamos. E incluso, si ese momento nunca llegara, vivimos como si no nos importaran las nuevas generaciones.

“Yo también me siento mal conmigo. No estoy allá afuera haciendo todo lo que podría hacer para que las cosas cambien. Tampoco sé qué tanto impacto significativo puedo tener para resolver problemas, lo que si sé es que todos somos presa de procrastinar el cuidado ambiental”, medita Shannon, frotando por momentos su rostro, como si algo le incomodara dentro de su cabeza.

El actor de 48 años, nacido en Lexington, Kentucky, recuerda cómo en un primer momento no podía creer que el director Zack Snyder lo invitara a personificar a Zod en Man of Steel. Pensaba en lo descabellado que era vestirse del krypytoniano general que Terence Stamp hizo famoso en las cintas de los años 70 y 80, con Christopher Reeve como el Superman que el disfrutó en pantalla siendo niño.

Su sentido de lealtad y agradecimiento a Snyder es tal, que vaciló en aceptar ser Zod en TheFlash, dado que Warner Brothers tuvo diferencias creativas con Zack cuando, forzado por una tragedia personal, abandonó la edición de Justice League en 2017, para después protestar y manifestar que el corte proyectado era ajeno a su visión. En 2021, el estudio lo corrigió sacando una edición en cines conocida como Zack Snyder’sJusticeLeague.

“Me puse un tanto ansioso cuando Andy (Muschietti) me invitó a regresar con Zod a TheFlash, porque me siento muy agradecido con Zack, ya que se trata de un personaje que ha significado mucho en mi carrera. Sé que hubo algunas discrepancias entre él y el estudio, y eso me hacía sentir un tanto extraño al retornar, pero tan pronto platiqué con Andy, que es una gran persona y un artista genial, me confirmó que respetaría la visión de Snyder y que incluso el filme sería un tributo a su trabajo, así que me sentí en buenas manos”, sonríe y se nota complacido.

Shannon describe como ahora Zod no tiene por sí mismo una densidad de carácter como la tuvo en su debut contra Superman. Ahora frente a Flash, con un Ezra Miller enfundado en su traje aerodinámico rojo, el personaje de Michael es el freno de mano que la guionista Christina Hodson ( Bumblebee, BirdsofPrey) pisa para que el hombre más rápido del universo tenga dificultad en alcanzar su meta.

“La manera en la que opera el multiverso es que tienes a un montón de personajes flotando alrededor, yendo y viniendo. Zod es simplemente antagónico, pero el que carga la historia emocional es Ezra, a quien encuentro como un actor fenomenal y con quien es muy fácil identificarse en pantalla. The Flash es una experiencia muy emocionante y esos sentimientos los trae él, a quien no tenía el gusto de conocer”, comparte Shannon, sin entrar en la controversia de que Miller fue internado en una clínica de rehabilitación psicológica por comportamientos erráticos, algo que –de cierta manera– ha cuestionado su futuro en el cine.

TODAS LAS VOCES DE MICHAEL SHANNON

“¿Quiéres saber qué hay en el interior de estos libros?”, pregunta Michael Shannon a Michael B. Jordan, en medio de una biblioteca a punto de ser quemada bajos sus órdenes de capitán, dentro de la adaptación de Farenheit451 (2018), de Ramin Bahrani, basada en la novela de Ray Bradbury.

El personaje es un jefe de bomberos que incinera libros, representando el fascismo de una sociedad que pone de enemigos a las voces del pasado impresas en esos textos. Shannon

vuelve a frotarse la cara y a acomodar su amplio copete, denotando que no quiere ser reducido a ser un mero villano, en una centena de proyectos fílmicos, de cortometrajes y de streaming. Y tiene razón: hay un amplio abanico de personajes suyos que son benevolentes, aunque siempre existe la constante en el sentido de que, no importa lo que haga, siempre pondrá incómodo a alguien. Incluso cuando interpretó al mismísimo Rey del Rock y cantante de “Love Me Tender” en la cinta Elvis &Nixon (2016) la historia giraba alrededor de pedirle al inquilino de la Casa Blanca posar en una foto en conjunto que este no deseaba.

En Freeheld (2015), Shannon es parte del filme basado en hechos reales, que nos cuenta la historia de un policía cuya compañera de patrulla ( Juliane Moore) desea dejar su pensión antes de morir a su novia y compañera de hogar. El actor confronta a sus colegas de profesión que tienen el estigma ante el tema LGBTQ+.

“Nunca te va a ir mal si eliges tener compasión en tu vida. Nunca será un error. Nunca vas a llegar de trabajar a tu casa y tu esposa te preguntará: “¿Qué te pasa, cariño?”, y le dirás: “Fui compasivo hoy y por ello me metí en problemas”, y ya”, reflexiona Shannon, casado con la actriz Kate Arrington, con quien tiene dos hijas adolescentes.

Es, curiosamente, cuando él aborda personajes paternales, que su vibra nata que trae esta parte instintiva de guerrero y jefe de la manada se torna vulnerable al proteger a un hijo en pantalla.

En el filme de ciencia ficción Midnight Special (2016) de Jeff Nichols, Michael es papá de un niño con habilidades especiales, al cual custodia en su auto entre motel y motel mientras huyen de un culto religioso. En NocturnalAnimals (2016) es un detective de carretera que debe tener la sensibilidad de decirle al personaje interpretado por Jake Gyllenhaal que su esposa e hija fueron asesinadas. Por esa actuación, el actor recibió nominación al Oscar de la Academia de Mejor Actor de Reparto.

“La gente me pregunta si aprendo de mis personajes. Siempre he tenido problemas con ese cuestionamiento, porque –aunque me preparo mucho para interpretar a alguien–, como lo acabo de hacer recién al hacer la vida del cantante George Jones, en la serie George&Tammy, puedo decirte que cuando salgo del foro ahí se queda todo. Los personajes son como fantasmas que pasan a través de mí. Incluso, cuando regreso a ver mis series o películas, me resulta complicado de creer que hice esos papeles, porque no parece real”, confiesa Shannon.

Aunque tiene esa disociación al verse en pantalla, lo cierto es que las palabras juntas “actor actor” –usadas por el gremio para definir que es alguien que ya es maestro en el arte histrión– están colgadas en su notable filmografía.

Con su capacidad de lanzar palabras como municiones, Michael podría bien ser heredero de un Tommy Lee Jones ( TheFugitive, 1993) en cuanto a ese rostro de piedra que llegado el momento correcto se conmueve. Aunque no hay filas de aficionados coleccionando sus fotos, en algún momento, tarde o temprano, él está ahí para representar el riesgo de deshumanizarnos, así como el brazo siempre extendido para regresar a ser la persona que se supone que nacimos para ser.

En RevolutionaryRoad (2008) es el arquetipo del loco del pueblo, aquel que tiene la sabiduría para gritarle a la pareja interpretada por Kate Winslet y Leo DiCaprio, que su precio de querer jugar a la casita en su suburbio de los años 50 implica renunciar a sus sueños de vida. Este rol le dio su primera nominación al premio de la Academia e hizo que Hollywood lo volteara a ver.

“Algunas veces me pregunto cuántas personas pueden surgir dentro de mí, como si llegara a la punta de una montaña y ya no hubiera como más avanzar. Cuando comienzas a actuar, estás completamente enfocado en ti mismo, solo atento a alzar la vista y detectar lo que la gente piensa de tu trabajo, deseando que piensen que eres maravilloso.

A medida que avanzas, te obsesionas menos contigo y te abres a pensar en la historia, al propósito de tu personaje y lo que la película busca provocar en el espectador. Dejas de preocuparte si la gente aplaudirá al final y estás dispuesto incluso a burlarte de ti mismo. Es ahí cuando comienzas a hacer un trabajo especial y único”, explica Shannon.

Con su 1.90 cm de estatura, y ese rostro de amplia frente y huesos que despuntan incluso en sus mejillas, su cráneo parecería listo para que directores del género de suspenso, horror y fantasía, como Guillermo del Toro, tracen las líneas más agudas de sus personajes.

El realizador mexicano así lo hizo en TheShapeofWater (2017), reclutándolo para hacer el papel de un agente del gobierno que captura a una criatura amazónica anfibia con semblante de semidios, de quien una mujer (Sally Hawkins) pura de corazón e idealista se enamora.

“Sin dudar a dudas, hacer TheShapeofWater ha sido uno de los momentos más importantes de mi carrera. Adoro a Guillermo y me encantaría volver a trabajar con él.

Hacer parte de su película me trajo una gran sensación de gozo. También fue un momento en el cual casi lo atropello a él cuando estaba sentado frente al monitor en su función de director. Me subí al auto de la escena y se me olvidó que no traía el freno puesto, por lo que comencé a avanzar y, deno haber frenado a tiempo, no estaríamos hablando de TheShapeofWater. Fue algo que nos hizo reír mucho. Lo considero como una mente muy fuerte, clara y, a la vez, como una persona muy compasiva. ¿Quién más podría ser capaz de hacer esa película? Del Toro es un artista visionario y único”, recuerda Michael con una sonrisa grande, como quien recuerda una travesura.

Con un gusto especial por viajar alrededor del mundo, recuerda un periplo en especial que involucró al director Werner Herzog en Machu Pichu, quien le dio detallado tour allí. Shannon puede contar también hoy que paseó con Tilda Swinton ( MichaelClayton, 2017) con quien filma el musical TheEnd (2024) en la provincia italiana, aunque la mayor parte se lleva a cabo dentro de una mina. Y mientras nos preparamos para el debut de Michael Shannon como director con EricLarue, en la que contará la historia de una madre que visita a su hijo acusado de asesinato en prisión como responsable de un tiroteo en su preparatoria, afirma que en este, su proyecto, ha vertido todo lo que ha aprendido de la actuación.

“Actuar es una de estas cosas raras, entre más lo haces, más complicado se torna. Hay otras que entre más las hagas, mejor se pone. Por ejemplo, un cirujano te puede decir que ha hecho 20 mil operaciones y que eso lo lleva a pensar que las puede hacer con los ojos cerrados. Pero en la actuación no es así. Es producto de que siempre continúas profundizando dentro del cañón de la humanidad, sigues topándote con cosas que no habías hallado antes”.

Al preguntarle si ha llevado su guitarra a su aventura europea (dado que ha formado la banda indie Corporal, componiéndole incluso una canción al expresidente

Barack Obama, Shannon reacciona sacándola de su funda. Y tras disculparse por no saber si está afinada o no, comienza a tocarla y a cantar el clásico AllofMe, escrito por Irving Berlin en 1931 e interpretado por iconos como Billie Holiday, Ella Fitzgerald y Frank Sinatra.

“All of me, why not take all of me? (“Todo lo que soy, ¿por qué no tomas todo lo que soy?”), inicia la estrofa, mientras sus dedos rascan la guitarra y su rostro se ilumina por un instante y veo el trotamundos que es cuando recuerda su hogar.

Un hogar formado por todos sus personajes. Tal vez All of Me habla algo de eso, cuando describe que no ha parado de estudiar a sus personajes, mismos que le han dado una experiencia de vida.

“No lo había pensado. Es mi inconsciente hablando”, dice Michael, antes de separar sus manos de la guitarra y respirando complacido... como si acabara de encontrar una nota que no había escuchado antes.

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2023-06-01T07:00:00.0000000Z

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