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WOW!

Introspectiva del renacimiento del Vacheron Constantin 222, uno de los íconos más enigmáticos en el mundo de la relojería.

Robins within bank

POCOS DÍAS ANTES de la feria de relojes Watches and Wonders de 2022, recibí un WhatsApp de un buen amigo que se dedica a las relaciones públicas: Vacheron Constantin lanzaría una pieza en Ginebra que sería muy interesante, de acuerdo con el mensaje. Era cierto: muy, muy interesante.

Poco después, otro mensaje llegó a mi celular, solo que este tenía un PDF adjunto, traía todo con un sello rojo y brilloso que decía “Top Secret”. En el PDF se encontraban las noticias de que, en esa feria, Vacheron Constantin, una de las relojeras suizas más grandes, relanzaría el modelo 222, reloj deportivo de lujo de los 70 que terminó su línea de producción hace casi cuatro décadas. Mi respuesta fue natural e inmediata: “WOW!”.

Porque siempre hay referencias y en este caso están esos tres números repetitivos: dos, dos y dos de nuevo. Para los coleccionistas relojeros (no me considero así) y los diseñadores de relojes (mucho menos yo), el 222 tiene un misterio que pocos relojes pueden igualar. Inactivo desde mediados de los 80 y, sin embargo, aquí está.

¿REALMENTE ES PARA SORPRENDERSE?

Para responder a esa pregunta, tenemos que hacer un viaje a 1977 y al original 222, lanzado por Vacheron para su aniversario número 222. Un reloj deportivo de lujo de acero inoxidable, uno de un catálogo de piezas atrevidas y desafiantes concebidas en la década que comenzó con el Royal Oak de Audemars Piguet de 1972 y culminaría, de acuerdo a la mayoría de las estimaciones contemporáneas, con el Polo de Piaget de 1979.

A mediados de los 70, Vacheron había decidido que también lo quería en el escenario. Tras bambalinas, se habían tenido muchas conversaciones acerca de cómo interpretar esta nueva misión y sobre todo, quién la llevaría a cabo.

Para ese entonces, la industria relojera se había movido a una nueva era; la del diseñador relojero independiente. El artista suizo y diseñador Gérald Genta se había establecido como el favorito, creando el Royal Oak de Audemars Piguet, el Nautilus de Patek Philippe y el Ingenieur SL de IWC, colaborando en este último desde 1976.

Ya sea que Vacheron haya hablado con Genta o no, no es algo tan claro, pero, de haber sido así, decidió no usar sus servicios. En vez de eso, consultó a un joven diseñador que no había sido reconocido por su talento llamado Jörg Hysek, en ese entonces con 24 años de edad. Claramente influenciado por Genta, Hysek produjo el 222, un reloj deportivo de lujo de forma radical, estilizado y relativamente delgado con 37 mm, cubierta en forma de barril y engaste estriado.

Como el Royal Oak, adquirió el apodo de “Jumbo”, siendo bastante grande de acuerdo con los enormes de la época. Pero el diseño era coherente, no solo por sí mismo, sino también en el contexto de esa nueva generación de relojes deportivos exclusivos.

Desde entonces, y a lo largo de los relanzamientos de la relojería del siglo XXI, las piezas que dieron vida a los relojes deportivos de lujo han emergido como los favoritos de los compradores, coleccionistas y especuladores. Los precios vintage se han disparado, mientras que las listas de espera para las nuevas iteraciones pueden ahora extenderse por años, a veces incluso más.

Sin embargo, a diferencia de otros miembros del canon, el 222 había prácticamente desaparecido por completo. De vez en cuando un modelo antiguo aparecía en una subasta o en un sitio de relojes de especialistas, pero cuando Vacheron descontinuó el diseño en 1985, la narrativa del 222 hizo todo, menos desaparecer.

Visto a través de la mirada contemporánea, es un enigma. ¿Por qué Vacheron dejó que la historia se enfriara?

Puede que no lo explique del todo, pero la verdad es que sin importar lo mucho que el diseño catapultó el espíritu del tiempo en ese entonces, en la competencia del mundo real y en los números, el 222 había fallado. Alineado con los trabajos bien documentados de la industria, las ventas se habían desplomado mientras el franco suizo aumentaba su valor y los relojes electrónicos de otros campos se volvieron más costeables que sus competencias tradicionales de mecanismos suizos. Para cuando el 222 se descontinuó, solo ocho años después de su lanzamiento, se habían producido aproximadamente 3,000 piezas.

Agotado, y sin duda avergonzado por los éxitos consecuentes del Royal Oak y el Nautilus, durante años Vacheron rara vez habló de él (sin contar la referencia oculta en la influencia que tuvo en el modelo Overseas, un diseño confeccionado a partir del 222, que ahora ha estado en la colección por más de 25 años) era como si nunca hubiera existido.

Con cada año que pasa, esto cada vez lucía más raro. El 222 era bastante cool, parecía una oportunidad comercial mientras contaba una historia. Incluso Tissot había relanzado su PRX de 1978, que jamás se podría ver como el 222 aunque lo intentara, y ese fue un éxito crítico y comercial. Además, Vacheron tenía el vehículo perfecto, habiendo usado antes la colección Historiques para revisitar sus relojes más elogiados como el American 1921 y el Cornes de Vache 1955.

Por lo tanto, en marzo, la noticia de que la relojera de Ginebra finalmente traía de vuelta al 222, la única reacción monosilábica que salió de mi boca fue: WOW!

Ayudó que el nuevo reloj no era una reinterpretación. Al ser dorado, aludía al original. Había uno o dos diseños insignificantes de ajustes, el más notable era una reposición de la ventana de la fecha lejos del borde de la cara para liberar el minutero, y una mejora hacia las nuevas colecciones automáticas de Vacheron. El diseño del brazalete había sido ajustado

DOS SEMANAS MÁS TARDE, DESPUÉS de que el alboroto pasó en la FERIA WATCHES & WONDERS, mi OPINIÓN ERA MUY POPULAR y todos coincidíamos: EL HISTORIC 222 DE VACHERON CONSTANTIN fue el protagonista DEL SHOW

buscando ser más cómodo y agradable a la vista, y el broche fue mejorado por tres distintas piezas que lo aseguraban.

Y lucía maravilloso. Con el cambio de color, se hizo más llamativo que de haber sido de acero; el precioso metal es una elección astuta de material basado en la exclusividad del original. De esas –aproximadamente– 3,000 piezas producidas del 222, se crearon cerca de 700 Jumbos en acero, pero solo 150 se hicieron en oro.

Dos semanas más tarde, después de que el alboroto pasó en la feria Watches & Wonders, mi opinión era muy popular y todos coincidíamos en lo mismo: el Historiques 222 de Vacheron Constantin fue el protagonista del show.

¿POR QUÉ SACARLO AHORA?

Hablando del presente, el director de la herencia de Vacheron Constantin, Christian Selmoni, no será rodeado de porqués y paraqués. “2022 era el momento ideal”, dice señalando el alineamiento del año y la referencia. “Lanzamos el Historiques 222 el año pasado en un dorado llamativo, queríamos rendir homenaje a la creatividad de la casa y la habilidad de ‘apegarse a una era’, y ya”, dice. Ninguna de las cuales, según yo, alguna vez estuvo en duda.

Si el tiempo es un misterio, hay algo más: el papel de Jörg Hysek. Después de Vacheron, Hysek trabajó para un número significativo de relojeras, demostrando el alcance de su talento con piezas como el Marine de Breguet y Kiriom de TAG Heuer, antes de fundar marcas propias experimentales (y, finalmente, sin éxito alguno),

incluyendo a HD3 y la compañía que sigue con su apellido, pero con la cual ya no tiene ninguna participación.

Pero, a diferencia del 222, desapareció. El nombre de Genta, por otro lado, fue deificado. El arquitecto de la categoría de relojes deportivos de lujo en acero inoxidable falleció en 2011, despues de adquirir gran renombre al fundar su propia marca y después vendiéndola a una empresa singapurense, la cual, a su vez, en el año 2000 la vendió a Bulgari por 37.6 millones de francos suizos.

La influencia de Genta fue tan maravillosa que surgió una historia diciendo que él había diseñado el 222 y no Hysek. El reloj de Hysek era erróneamente asociado con el Royal Oak y el Nautilus en una trinidad de Genta. Los años pasaron, y nadie se molestó en corregir el error. Ni Vacheron, ni Genta, ni siquiera Hysek.

DE NUEVO, ¿POR QUÉ?

Traté de averiguarlo. Actualmente, Hysek es un artista, y ya no está involucrado en el negocio de los relojes. Lo busqué, pero al momento de escribir este artículo, estaba indispuesto en altamar, navegando más allá del alcance de la tecnología moderna. Pero sí pude contactar a Kim, su hija. “En ese entonces, los diseñadores estaban fuera de los reflectores”, dice. “Dependía de la marca comunicar si un reloj había sido creado por un diseñador o no”.

El mito de Genta finalmente fue desmentido en el 2014, pero no por Vacheron. “Hablé con uno de los miembros del equipo de Vacheron que estaba ahí en los 70 cuando se lanzó el 222, y confirmó que fue diseñado por Hysek y no Genta”, dice Alexandre Ghotbi, quien en ese entonces llevaba la dirección de The Hour Lounge, un foro de Vacheron que acababa de ser administrado por la propia marca.

Ghotbi, ahora director de la división europea y del medio oriente de la casa de subastas Philips Watches, está de acuerdo con la hija de Hysek. “En los 70, a los diseñadores no se les permitía decir que eran responsables del diseño de un reloj”, dice. “Tal vez Hysek tenía un acuerdo de que no hablaría de eso”.

Al hacerle la misma pregunta, Selmoni dice solamente que en ese entonces, “Gérald Genta era una de las fuerzas detrás de esos diseños”. Totalmente cierto, pero aún así.

Si había algún tipo de frialdad en la historia, parece ser que ya pasó. Esta vez Vacheron fue rápido en atribuir el diseño del 222 a Hysek, colocando su nombre en la segunda línea de su comunicado de prensa de marzo. ¿Le habrán consultado acerca de la nueva edición? “Por supuesto que hablamos con Jörg”, dice Selmoni. “Y estaba feliz y honrado de que estamos celebrando el diseño de 1977”.

Aunque ese misterio quedó resuelto de una vez por todas, seguirá siendo parte de la historia del 222. No que esto afectará su renacimiento. En la relojería, como en cualquier mundo de coleccionistas, el misterio es bastante poderoso. Las ventas del nuevo reloj se dispararon por los cielos, aunque las entregas tarden aproximadamente seis meses. No está limitado, pero como con otros modelos de la colección Historiques de Vacheron (con precios de hasta 53,000 libras), los volúmenes de producción del 222 –muy probablemente– no alcancen a cubrir la demanda.

Aunado a eso, los modelos vintage también son más populares que nunca. “La gente se dio cuenta hace dos o tres años lo cool y raro que es el 222, comparado con sus competidores”, dice Ghotbi. Vendió tres ejemplares en una subasta en mayo del año pasado, incluso el Jumbo de acero por 189,0000 francos suizos contra un estimado de 60,000. “Un 222 ahora se vende por encima del Royal Oaks o el Nautilus”, añade.

Los tradicionalistas esperan un nuevo modelo de acero a seguir. Selmoni deja la puerta bastante abierta: “Historiques es una colección de nicho; sin embargo, puede que decidamos ofrecer algunos modelos en distintos metales o colores dorados”.

Ya sea que salgan o no, la nueva edición del 222 muestra la seguridad creciente de Vacheron. No publica números, pero los analistas independientes calculan que ha crecido mucho más rápido que las industrias en promedio en los años recientes.

Los datos de Chrono24 muestran que los precios de los relojes Vacheron Constantin se han duplicado en los últimos cuatro años: de menos de 15,000 euros a más de 30,000 euros. Vacheron crece; fundada en 1755, resulta la manufactura relojera más antigua del mundo. El regreso del 222 puede catalizar sus fortunas aún más. “Ya se lo debíamos”, dice Ghotbi. “Los coleccionistas deseaban un nuevo 222 desde hace años”. Ahora lo tienen. Wow!

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2023-03-01T08:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa