Viajar en limusina nunca había sido tan ecológico

La nueva limusina insignia de BMW completamente eléctrica destaca un maravilloso mundo interior para los millonarios del futuro.

DESDE 1929, Villa d’Este, expalacio convertido en un gran hotel de las costas del lago Como, ha sido el anfitrión del show de carros más extravagante del mundo. Durante un fin de semana en mayo, los carros más hermosos son precaria y ajustadamente acomodados en las esquinas de los jardines del hotel. Un par de días con la compilación de grandes éxitos automotrices con los mejores motores. Un Mercedes 1936 540k en la entrada; un Ferrari 1956 250 GT Zagato color azul marino debajo de un sicómoro; un Aston Martin 1960 DB4 GT afuera del salón de las calderas.

Distintas lanchas Riva llegan a la orilla del lago; helicópteros ocasionalmente pasan por encima. Los asistentes, con las cámaras de sus celulares en sus manos, usan sus mejores atuendos con resultados increíblemente mezclados. El equipo que atiende a los invitados, con inmaculado saco blanco y corbata negra, no se da abasto con las copas de rosé que deben servir. Incluso el nombre –Concorso d’Eleganza–suena como un aria. Toda la escena es tan italiana que hasta parece irreal; tan pintoresca que tus ojos desearían encontrar algo imperfecto o, al menos, un poco descuidado. Parece el paraíso.

En algún lugar de esta escena alocadamente extravagante –en el jardín de mosaicos para ser exacto– se le da la entrada a un nuevo modelo para su estreno mundial, el cual, considerando el estatus de los carros de alrededor, no parece una exhibición digna. En 2022, este honor se lo lleva el BMW i7: carro emblema de la marca muniquesa, presentado por primera vez con funciones completamente eléctricas. La fusión de las épocas no podía ser más extremo. Mientras los coches antiguos de alrededor son evidentemente análogos, este modelo i7 está compuesto enteramente de unos y ceros; un monumento para la llegada de la era inteligente, digital y eléctrica en tres tonos de aluminio y cristal.

Aunque muchos de estos carros históricos necesitan coderas de granito y una gran valentía para ponerse en movimiento, el i7 tiene más en común con una cabina aérea de primera clase y podría conducirse solo todo el día en silencio (si los indecisos humanos lo dejaran). También es evidente que mientras los clásicos de Villa d’Este celebran el diseño exterior, con el i7, el interior es lo que cuenta.

“Diseñamos este carro de adentro hacia afuera”, confiesa Adrian van Hooydonk, director de diseño de BMW, holandés serio y amable que se unió a la marca para sacarla de la era Jurásica, o sea, de 1992. “Comenzando con la cabina trasera, hay mucho más espacio y confort. Después se creó algo similar a un lounge privado usando materiales naturales como el cuero y el casimir”. Cierta silueta más sport fue considerada sin éxito. “Muchas limusinas han intentado ser deportivas y como diseñador tienes que admitir si está bien, pero no para este cliente”, dice.

Al caminar alrededor del automóvil, lo que más me impresionó del i7 es su gran altura y la enorme rejilla que se ilumina –literalmente–, aunque pases desapercibido frente a él. El tren de potencia eléctrico eleva el peso y su presencia aún más. Era parte del objetivo: elevar a este carro en la escalera del lujo, y si la majestuosidad fuera un puntaje del Top Trumps, esta serie 7 debe estar más cerca de un Rolls-Royce o un Bentley más que nunca. El i7 te obliga a entrar, no a quedarte afuera. Obvio, en el asiento trasero. Definitivamente, nunca más querrás ir en el asiento delantero.

La tela de los asientos es una sorpresa. “Por primera vez en 50 años tenemos una tela –casimir– en un carro de primera calidad. No queríamos el lujo frío, sino cálido y acogedor”, dice Van Hooydonk, exdiseñador industrial conectado con las tendencias. Ahora habla fielmente del “nuevo” lujo como alguna vez lo hizo con los paneles de ventanas y puertas.

El siguiente aspecto difícil de ignorar es la pantalla cinematográfica de 31.3 pulgadas (mide lo mismo que el carro): tiene incorporado un Amazon Fire TV, ofrece un modo de división de pantallas y puede moverse de atrás a adelante para evitar los reflejos. No es sorpresa escuchar que se han invertido muchos esfuerzos para prevenir los mareos.

En los carros modernos, cambiar los modos de conducción altera la dinámica de los vehículos. Dice mucho que, con esta serie 7, se cambian los temas y ajustes del interior. “En modo teatro, por ejemplo, las ventanas suben, la luz se hace más tenue y salen las pantallas envolventes de sonido”, dice Van Hooydonk, negando que el asiento del pasajero delantero se transforma en un kiosko de palomitas. “Y cada modo tiene distintos sonidos”, remata. Sonidos que han sido creados por un equipo de diseñadores de sonido bajo la guía de Hans Zimmer.

¿Qué tan involucrado estuvo el prolífico compositor? “Bueno, digamos que necesita ir a recoger algunos Oscares de vez en cuando pero es una fuente de inspiración”, admite Van Hooydonk.

La barra de cristal del tablero frontal no solo luce bien; ofrece un nuevo modo de ventilación ultradelgada. “En la arquitectura moderna, no se ven los radiadores”, dice. Si estas opciones y funciones te recuerdan a la estación de controles de Starship Enterprise, Van Hooydonk está determinado a crear el principio de Shy Tech: “Significa que muchas veces desaparece como

un interruptor, todo está en la interfaz del usuario”. Los paneles de la puerta trasera tienen pantallas integradas como los celulares, desde las cuales los pasajeros pueden elegir estas funciones. Por la manera en que la tecnología está evolucionando, será interesante ver cómo estos dispositivos de las puertas cambiarán en los siguientes cinco años. O incluso tres. Es una cuestión que apostamos le quita el sueño a los diseñadores automotrices.

“Actualmente, en nuestro equipo de diseño, diseñamos para los años 2025 y 2026”, admite Van Hooydonk. “En ese entonces estarán en el mercado por los siguientes siete años, pero necesitarán estar en algún tipo de sincronía con el resto de características que los clientes pueden experimentar. Con frecuencia pensamos en escenarios futuristas donde aún no encontramos las soluciones, pero cada vez tenemos mejores personas al imaginar dichos escenarios futuristas”.

Con 700 personas en su equipo trabajando en 60 productos al mismo tiempo, vale la pena decir que ya no solo se trata del diseño automotriz: “Solía tratarse de diseñar grandes llantas, pero es mucho más que eso”.

A la vuelta de la esquina está una primera generación de la serie 7, que alguna vez ofreció asientos cálidos y un teléfono conectado al carro. Cada modelo era innovador a su manera y en ese sentido este i7 puede lucir por cuenta propia. También presente en Villa d’Este está el diseñador italiano de carros Giorgetto Giugiaro, ahora de 84 años: el hombre que nos dio el Maserati Ghibli, el Delorean DMC, el Lotus Esprit, el Fiat Panda, el VW Polo y el BMW M1, que también está en exhibición para marcar el 50 aniversario del modelo M.

“Antes era muy simple”, cuenta a través de un intérprete. “Hoy en día, con las regulaciones, tenemos que considerar cada aspecto de la sociedad. Es difícil saber qué hacer, hay muchas decisiones y opciones. Hay mucho de todo”, dice. “El único que no está a la altura es el mesero”, culmira. Y con eso, todos comenzamos la búsqueda por un nuevo trago. bmw.co.uk