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El corazón de Hollywood

Solo hay una forma de hacer más extraordinario tu próximo viaje a Los Ángeles. Hospédate en uno de los hoteles más emblemáticos del mundo, The Hollywood Roosevelt.

POR JOSÉ ALEJANDRO ANTUNES

LOS ÁNGELES (CALIFORNIA) ES UNA CIUDAD conocida por todos como el centro del entretenimiento, la casa de los grandes estudios de cine. El Paseo de la Fama, Beverly Hills, el Griffith Park, Venice Beach, caminar por las calles llenas de palmeras... todo te hace sentir como una estrella.

El lugar perfecto que complementa toda esa fantasía es el icónico The Hollywood Roosevelt, situado sobre el Hollywood Blvd, en la actualidad parte del grupo de hoteles independientes de lujo más grande del mundo, Preferred Hotels & Resorts.

Su historia es increíble, pues allí se celebró la primera ceremonia de los Premios Oscar en mayo de 1929, en The Blossom Ballroom, un cuarto creado como un set de película, con un estilo colonial español. La vista desde las suites incluye el Teatro Chino, un poco del Dolby Theater y por supuesto la colina más famosa del mundo donde vive el letrero de Hollywood. El edificio fue casa de la gran Marilyn Monroe, pues era más fácil para ella tener un espacio personal en el corazón de Hollywood y el hotel fue el escenario perfecto. En los pasillos hay un elemento que perteneció a la estrella del cine, así que no dudes en preguntar por él, vale la pena la selfie.

La suite donde ella vivía lleva su nombre y es una de las exclusivas cabañas que conforman la parte trasera del hotel, con un balcón cubierto de jazmines, sus flores preferidas. En esa zona encuentras la famosa Tropicana Pool, intervenida por el pintor David Hockney, igualmente famosa porque Marilyn solía tomarse muchas fotos en allí (Google tiene muchas imágenes de esos momentos).

Si eres foodie hay diferentes espacios que cumplen con el mismo efecto sorpresa que el resto de la propiedad. El primero es The Barish, que sirve grandes cortes, pasta hecha en casa, ensaladas (prueba la wedge salad o la de betabel). Si buscas algo más rápido, en 25 Degrees hay hamburguesas y malteadas. Pero si quieres disfrutar junto al sol californiano con un poco de música en vivo, ve a The Rosy Café y después pasa por un cóctel al Tropicana Bar y entenderás por qué Marilyn lo llamaba su casa.

Como si fuera poco, el solo hecho de recorrer sus pasillos con artes originales de Slim Aarons es toda una experiencia. No hay un rincón que no deje de recordar el glamour hollywoodense que caracteriza a la zona, y qué mejor forma de disfrutar Los Ángeles al estilo de este acogedor lugar.

EL PARQUE NACIONAL ES DIGNO DE CULTO, sin duda, pero las razones poco tienen que ver con Joseph Smith y su séquito de seguidores. Cuando se trata de cañones y senderos, Zion resulta una verdadera maravilla. Ubicado a 260 kilómetros de Las Vegas, seduce a los amantes de la naturaleza con paisajes de postal y posibilidades de adrenalina.

Con uno de los cañones más famosos del país y un centenar de senderos de diferentes dificultades, ocupa un puesto en la lista de los 10 parques nacionales más visitados de Estados Unidos. Esta selección de rutas basta para comprobar que en la tierra prometida de Utah, el camino es el fin y la pureza está en el aire.

VISTAS CELESTIALES EN WATCHMAN TRAIL

El centro de visitantes del parque nacional Zion es más que un museo o una estación para rellenar botellas de agua. Sirve como punto de partida para recorrer varios senderos. Si bien las caminatas al pie de la entrada no son las más populares, algunas ofrecen vistas gloriosas sin hordas de gente ni necesidad de tomar un autobús para comenzar la caminata.

Watchman Trail es uno de estos senderos, especialmente atractivo al atardecer, cuando se asoman los pájaros y la puesta de sol pinta de colores el valle. La ruta es linear (ida y vuelta por el mismo camino) y tiene poco más de 5 kilómetros. La distancia es apenas considerable, pero los más de 100 metros de ganancia de altura bastan para tener vistas panorámicas del cañón de Zion.

OASIS DESÉRTICO EN EMERALD POOLS

Una de las caminatas más famosas es un circuito de casi cinco kilómetros llamado Emerald Pools. El nombre es bastante literal: el sendero conduce a tres pozas de agua esmeralda. La popularidad del sitio tiene que ver con su ubicación frente a Zion Lodge, el único hotel dentro del parque. Sin embargo, las pozas son atractivas por algo más que su ubicación.

La primera parte del circuito, para llegar a la poza de menor altura, está pavimentada. El resto del camino es más demandante y silencioso. En otoño, el sendero rústico se suele compartir con una que otra tarántula. Si el objetivo resulta observar vida silvestre, la mejor apuesta es pasar tiempo en los jardines que rodean Zion Lodge. No son raros los encuentros con venados y azulejos de garganta azul.

CAMINATA SOBRE EL AGUA EN THE NARROWS El atractivo estrella del parque nacional es un cañón de paredes tan altas como estrechas. Conocido coloquialmente como The Narrows, el sector más estrecho de Zion Canyon sirve como ruta de cañonismo. La caminata sobre el río Virgin comienza en el templo de Sinawava, la última parada del transporte público que recorre la carretera turística de Zion.

Desde el punto de partida hasta Big Spring, la ruta tiene poco más de 15 kilómetros. El camino no tiene ganancias de altura considerables, pero The Narrows tiene su chiste. Para recorrer el sendero hasta el final hace falta caminar sobre piedras de río y mojarse hasta los hombros. En Springdale, el pueblo a orillas del parque, varios proveedores como Zion Outfitter rentan bastones, zapatos y ropa impermeable. La actividad depende de los niveles de agua del río y no es raro el cierre del cañón por varias semanas entre marzo y junio. (zionoutfitter.com)

ANDARES VERTICALES EN WATER CANYON Gracias a The Narrows, el cañón de Zion es el más

famoso del suroeste de Utah. Eso sí, no es el único. La región está tapizada de cañones que se prestan para hacer rappel, escalar rocas y poner a prueba habilidades de nado. Dentro del parque solo se puede hacer cañonismo por cuenta propia. Por suerte, no hace falta cargar con arneses desde casa ni perderse en caminos desconocidos para explorar otros cañones.

Varias compañías, incluida Rock Odysseys, ofrecen tours de cañonismo con guías certificados. A cambio de recorrer los caminos de terracería que conducen a la frontera con Arizona, Water Canyon recompensa a los devotos de la adrenalina con circuitos de varias horas y naturaleza desolada. En modo húmedo o seco, el cañón Water incluye descensos en rappel de hasta 25 metros. Salvo en casos de nieve o lluvia excesiva, la actividad se ofrece todo el año. (rockodysseys.rocks).

DE ACUERDO CON LA PUBLICACIÓN del periódico Excelsior en 1928, se buscaba atractivas jóvenes solteras, entre 18 y 25 años de edad, para concursar en el primer certamen de Señorita México. Cientos de participantes mandaron sus fotografías, entre ellas una con el nombre de María Teresa Landa.

Ávida lectora, egresada de la Escuela Normal y matriculada en Odontología, la joven María Teresa –de grandes ojos llenos de vida y cabello corto ligeramente ondulado a la moda de aquella época– destacó entre las demás, convirtiéndose en la primera en la primera Señorita México de la historia (hoy Miss México).

El Concurso de Pulcritud y Belleza Internacional, como entonces se llamaba el Miss Universo de ahora, se llevó a cabo en mayo de ese mismo año, en Galveston, Texas. Este causó gran controversia por diferentes situaciones, entre ellas, que las señoritas desfilaban en traje de baño para mostrar belleza.

Aunque ese año la ganadora fue la norteamericana Ella Van Hueson, María Teresa causó gran revuelo en Estados Unidos, convirtiéndose en una celebridad de la noche a la mañana. Como era común, comenzó a recibir ofertas para trabajar como actriz y modelo. Sin embargo, volvió a la Ciudad de México, donde sus acciones conmocionaron a la sociedad y ocuparon los titulares de los principales diarios.

Resulta que María Teresa había conocido al general Moisés Vidal, militar que participó exitosamente en la Revolución Mexicana, y se había enamorado de él. Tanto así, que prefería estar a su lado a seguir una carrera frente a las cámaras. Por eso, aquellos días de romance, organizaron una boda secreta.

Los recién casados se mudaron a casa de los papás de María Teresa, donde vivieron en paz algunas semanas, hasta que varios periódicos reportaron que otra María Teresa, pero de apellido Herrón López había declarado que ella era la primera y legítima esposa de Moisés Vidal. Todo el país se enteró de que la primera señorita México compartía su vida con un hombre bígamo.

María Teresa Landa decidió que tomaría el asunto en sus manos, ¡y de qué manera! Se hizo de una Smith & Wesson calibre 44 que guardaba su marido y apuntándole lo interrogó sobre aquel asunto tan incómodo. Él lo negó una y otra vez, fingió demencia y, cuando no pudo sostener la farsa por más tiempo, hasta pidió perdón con la esperanza de que todo volviera a ser como antes. Pero la reina de belleza no lo iba a dejar escapar tan fácil.

Ella levantó la pistola y le disparó seis veces. Los disparos alertaron a los vecinos, quienes de inmediato llamaron a la policía. Cuando los gendarmes llegaron, encontraron a la Señorita México, buscando el valor para quitarse la vida con la misma pistola. De inmediato la arrestaron y la llevaron a la comandancia de policía. A la mañana siguiente, todos los periódicos replicaron la noticia.

Aquel fue uno de los últimos juicios orales que existieron en México, así que se generó mucha atención y expectativa de todos los interesados. Se llevó a cabo en la Cárcel de Belén, desde donde el jurado y los asistentes prestaron suma atención a lo que aconteció.

El abogado que la habría de defender era José María Lozano, ex ministro de Instrucción Pública de Victoriano Huerta, quien dedicó gran parte del juicio a recordarle a los hombres del jurado otros juicios que se habían dado a raíz de crímenes pasionales y de hombres que engañaban a sus esposas.

María Teresa, vestida completamente de negro, parecía una viuda arrepentida por sus actos. De vez en cuando, le echaba una mirada inocente a los jurados, quedando todos de inmediato prendados de su belleza.

Finalmente, llegó el turno de la parte culpable. Muy firme en sus convicciones, ella se levantó, los miró a todos y, con la cabeza en alto, exclamó: “Al principio quise matarme, pero yo fui quien lo mató”. La asesina lo confesó todo y volvió a su asiento con la firme convicción de que sería condenada.

Sin embargo, al regresar a la sala, después de deliberar, los hombres del jurado la absolvieron del crimen. Argumentaron que el asesinato se había cometido porque ella necesitaba defender su honor. Al momento, todos los que se encontraban presentes en aquella sala, admiradores de su querida Señorita México, estallaron en un sonoro aplauso unánime.

Amante de la cultura y de la historia universal, María Teresa Landa dedicó el resto de sus días a la docencia. Se convirtió en profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México y de diversas preparatorias, donde narraba, con pasión, la vida de las grandes mujeres de la historia, como Juana de Arco o Leona Vicario. Fue muy querida por sus alumnos. Rara vez hablaba del concurso que la había llevado a representar a México en un certamen internacional de belleza o de la ocasión en que levantó una pistola para asesinar al hombre que la había engañado, crimen por el que se había convertido en una de las “viudas negras” más conocidas de la historia de México.

APERITIVO

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2022-05-06T07:00:00.0000000Z

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