EL DIFÍCIL Y VALIOSO

arte de no querer estar de moda

AUNQUE HACE ROPA, pensar en Aspesi como una marca de moda no es adecuado. Desde que la fundara en 1969 el diseñador Alberto Aspesi, se ha negado a ser encasillada por algo tan superficial como una tendencia.

El también diseñador Lawrence Steele, nacido en Estados Unidos y residente en Milán, sabe una que otra cosa acerca de este enfoque. Después de trabajar para Moschino y Prada, y su marca homónima, Steele colaboró como consultor para Aspesi del 2004 al 2017, ayudando al equipo a darle detalles a todo, desde playeras que la empresa hizo desde el comienzo hasta los abrigos inspirados en la milicia, convertidos en una especialidad de la modernidad a lo Aspesi. Y a lo largo de esos 13 años, Alberto no solo se convirtió en su jefe, sino –además– en un amigo y mentor. “El señor Aspesi se remite a la autenticidad del proceso en cosas que perduran al paso del tiempo”, explica Steele.

Cuando Steele regresó a Aspesi en el 2020 como director creativo, su tarea fue balancear la herencia y el relevo de la nueva generación. Cosas como la división estricta del género y las producciones old-school estaban fuera de discusión. “Las piezas lucían atractivas independiente del género para el cual estaban diseñadas”, asegura Steele. “Los clientes las compraban por lo bien hechas y el ajuste era perfecto para sus vidas”.

Y acota sobre cómo se hacen esas piezas: “Descubrimos cuáles eran las tallas deseadas por el público para que al hacer algo, se produjeran menos piezas, sacándoles provecho a las prendas y a las telas”.

Para la primavera del 2022, Steele trabajó con la fotógrafa Vanina Sorrenti en retratos que fusionan la mezclabilidad y la naturaleza muy personalizable de Aspesi. Para mantener la libertad de expresión al pasar de una temporada a otra, él hace otro movimiento antimoda, volteando la novedad a su favor.

“Para mí, una gran victoria es cuando hemos diseñado algo que no queremos sacar de la colección”, dice. “Sabes que la siguiente temporada está en la puerta y solo pensamos ‘Hagámoslo de nuevo’. Mi sueño es llegar a un punto —creo que el señor Aspesi llegó ahí— donde no diseñamos en sí. Estamos, sencillamente, creando prendas amadas por personas que reaccionan a ellas”.