Televisa Kiosco Digital

GET THE LOOK ¡Hola, Mauricio Garcés!

MAURICIO GARCÉS, emblemática figura del cine mexicano y prototipo definitivo del galán de la comedia .

Por IKERNE MESTRE

SIEMPRE EXISTE UN JUEGO DE FICCIÓN Y REALIDAD que hace difícil descifrar dónde acaba el personaje ficticio y donde comienza la persona “real”. Entre ambos, una y otro se carcomen, o por lo menos este fue el caso de Mauricio Féres Morel, quien tras de su debut se despojó de aquellos apellidos para adoptar su nombre artístico.

Nacido en Tampico en 1926, hijo de emigrantes libaneses, llegó a la Ciudad de México en 1933, después de que un ciclón golpeara su puerto natal y destruyera consigo el patrimonio familiar que habían construido sus padres.

Con ayuda de su tío, José Yázbek, el joven debutó por primera vez en el reparto de una cinta y para la llegada de los años 60s, Garcés ya hacía televisión y teatro y su fama se extendía por toda Latinoamérica.

Rodeado de las actrices más bellas de la época a las que les dedicó frases que hoy son parte del repertorio de la cultura mexicana (incluso en forma de memes), el sello del personaje construido por sus dotes histriónicas se consolidó tocando los amplios registros de la comedia sin abandonar el prototipo del galán conquistador. Había irrumpido el escenario mediático y se había consagrado como el auténtico Don Juan, tanto dentro como fuera de la pantalla. El personaje se fue afinando con detalles de su perfil personal que sumaban a la construcción del mito: era amigo de poetas, intelectuales y artistas, un bonvivant que gustaba de la bohemia, los caballos, los autos y las traía muertas a todas.

Tenía afición por las apuestas, ahí su perdición. Era tímido y reservado con la prensa, algo que le añadía carácter. Su eterno rol marcó tendencia al estilo de un perfecto dandy; los trajes a la medida, las batas de seda, el gazné, las camisas protagónicas (incluso fue la imagen de algunos anuncios para las marca de camisas Manchester), el terciopelo brocado, los zapatos bien lustrados y por supuesto, las canas engomadas y un bigote bien delineado y derechito que asomaba siempre un cigarrillo como parte de su fisonomía. El hombre que sería, tal vez, el primer metrosexual del cine mexicano.

CONTENTS

es-mx

2021-10-01T07:00:00.0000000Z

2021-10-01T07:00:00.0000000Z

https://editorialtelevisa.pressreader.com/article/281913071270770

Editorial Televisa