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UN PAÍS DE CERVEZA

La cerveza artesanal mexicana gana cada día más adeptos . Te damos las claves par a entender este líquido de culto .

Por MÓNICA ISABEL PÉREZ y YOLANDA RUIZ

SON CERVEZAS QUE SE DISTINGUEN por su elaboración artesanal y su materia prima genuina. Las hay de agua de mar (sí, leíste bien), las que se saborean al ritmo de la tendencia Slow Beer o las que incluyen ingredientes impensables. La cerveza artesanal mexicana crece como la espuma (los últimos datos son de 2019 y los publica la Asociación de Cerveceros de México (Acermex), que reúne a los protagonistas de esta industria). Ese año se produjeron 226,000 hectolitros que, aunque solo representan el 0.84% de la producción total de cerveza, representan un aumento de más del 70% entre 2011 y 2019. El estudio también recoge el número de cervecerías artesanales independientes: 1,200 al cierre de 2019. Y apostamos que, pese a los años pandémicos, para estas fechas ya deben sumarse varias más. Además, la cerveza de este tipo hecha en México es muy reconocida en el mundo. Se exporta, sobre todo, a Estados Unidos, Europa y Centroamérica.

Según la Acermex, los cinco estilos más vendidos son Pale Ale, IPA, American Stout, Amber o Red Ale y Robust Porter.

LENTA COMO UN BUEN BAILE

Slow Beer es un movimiento nacido en México que comulga con la filosofía Slow Food. La idea es promover cervecerías artesanales de México que usen alimentos tradicionales mexicanos, pero que además sean ecológicas y las empresas cuiden a sus productores. Todo cabe en este líquido de culto con tal de salvaguardar los productos locales, como el tejocote, la miel de la abeja Scaptotrigona mexicana o los chapulines. Francisco Olachea, beer sommelier y juez de prestigiosas competencias cerveceras artesanales ha participado en estas campañas de promoción de cervezas artesanales de Slow Beer. Habla del fenómeno de esta cerveza en México: “el consumo local es alto porque el mexicano prefiere la cerveza sobre otras bebidas y además hay una búsqueda de experiencias gastronómicas de los nuevos consumidores, como los millennials”.

¿Cómo reconocer una buena cerveza tradicional? Olachea, experto catador, lo tiene claro. “Hay que disfrutar sin esnobismo y opinar con libertad. No es necesario ser un catador o tener mucho conocimiento para detectar si un producto es bueno. A los sentidos no podemos engañarlos, pero debemos poner atención y paladear la cerveza para evaluar la calidad”. Claro, hay otras formas de garantía, como conocer la cervecería que la produce y el estilo.

Para los neófitos, Olachea recomienda “empezar a probar estilos fáciles de beber como Blonde Ale, Ámbar Ale y Brown Ale. Después ya están preparados para degustar algunas con mayor amargor, tostado o potencia alcohólica, ya que pueden ser muy potentes al paladar y dejan una mala impresión en un consumidor novato”.

Como en todo, educar el paladar es también parte del encanto del ritual de la cerveza artesanal. Hasta llegar a poder apreciar sabores más excéntricos. Olachea afirma que los ingredientes más atrevidos que ha probado en una cerveza de este tipo es en variedades de fermentación salvaje o relacionados con productos como la chicha de Sudamérica. Para él, que ha probado incontables sabores, dice que su cerveza favorita es Marea Roja de Cervecería Agua Mala, de Ensenada. Y el estilo que más disfruta es el Ámbar Ale de Andres Brewing de Quito, Ecuador.

UN TERRITORIO CERVECERO

Si hay que señalar en un mapa los puntos calientes donde se produce más cerveza artesanal, Jalisco lidera con el 34% de la producción nacional, seguido de Nuevo León con 15% y Baja California con el 8%, aunque Olachea menciona que el último estado es para él la sede de este líquido que se complementa con la amplia oferta turística y de bares donde apreciarla. Aunque un desafío para estimular su consumo es el precio. En general, los consumidores se quejan sin preguntarse por qué las cervezas artesanales cuestan más. La razón son los impuestos. En México, las cervezas industriales pagan cerca de 400 pesos en impuestos por hectolitro, mientras que las artesanales pagan entre 1,000 y 1,200 pesos por hectolitro. Entendido lo anterior, pero aún pensando en las carteras, le pedimos a Olachea que nos recomendara cinco cervezas artesanales muy ricas y a buen precio: Marea Roja (Agua Mala), Colimita (Cervecería Colima), Alfa (Loba), Harry Polanco (Wendlant) y Pale Ale (Dos Aves) son la respuesta.

El boom de las cervezas artesanales ha llegado para quedarse. El COVID-19 lo detuvo por unos meses, pero su consumo está destinado al crecimiento. Por ahora, Acermex está impulsando a los cerveceros a llegar al 1% de participación de la venta de cerveza en el país por medio de una campaña de redes sociales y todos parecen estar muy motivados por llegar a la meta. Así que cada que des un trago de este espumoso y refrescante líquido artesanal, piénsalo: no te estás emborrachando, estás ayudando a que cada día se haga mejor cerveza.

NOTAS CORTAS

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2021-09-13T07:00:00.0000000Z

2021-09-13T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa