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El agua está en su punto perfecto...

Por GARRETT MUNCE

A LA GENTE LE GUSTA DECIRME por qué odian bañarse en la tina con frases como ¡Estás sentado en tu propia suciedad! o ¡Los baños en tina son horribles y no tienen mucho sentido y toman muchísimo tiempo; la regadera es más rápida y mejor! Pero estas personas están firme, decidida e impresionantemente equivocadas.

Si debates su practicidad en una conversación, significa que olvidas completamente cuál es su objetivo real. Cuando eras un niño, el baño en tina tenía un propósito, limpiarte, pero los adultos debemos enfocarnos más en el proceso: rodearte de agua y productos que huelen rico –y sí, tal vez incluso una vela que es uno de los objetos más relajantes y terapéuticos que conozco– consciente de que, al terminar, a los dedos les tomarán algo de tiempo eliminar sus arrugas.

Esos beneficios mentales están acompañados de otros físicos. Incluso hay un término médico para el baño en tina: balneoterapia. “Especialmente si el agua contiene ingredientes terapéuticos, un baño puede ser benéfico para la piel”, afirma el dermatólogo Joshua Zeichner. Los baños en tina también ayudan a mejorar la circulación, incrementar el oxígeno que irriga al cerebro, estimular tu metabolismo y reducir los dolores musculares. Respecto a los beneficios mentales, han demostrado disminuir el estrés, calmar la ansiedad y ayudarte a dormir mejor. Y aunque los baños en tina con hielos al principio resultan un verdadero reto, incluso cuando son muy cortos –como los toman los atletas después de un entrenamiento muy exigente– tienen un efecto positivo a largo plazo, de acuerdo al quiropráctico Jonathan Leary, CEO de Remedy Place, un centro wellness de Los Ángeles.

Soy un fanático de los baños clásicos: cálidos, largos, llenos de sales Epsom para la distensión de músculos, y aceites de eucalipto y lavanda para la aromaterapia. También prefiero tomar uno después del atardecer, cuando puedo permitirle a mi cuerpo que se relaje y que mi mente –¡al fin!– se desconecte. “Creo que un baño nocturno es el más importante”, dice Vivianne Garcia-Tunon, vicepresidenta de desarrollo de The Well, centro de bienestar personal de Nueva York. “Se trata de crear un ritual perfecto para lograr dormirte más rápido”.

Los baños en tina tienen mala reputación, aunque en realidad se trata de mucho más que solo higiene. Aquí te decimos cómo llevarlos al siguiente nivel.

Esa es la belleza del baño en tina: es una situación donde puedes elegir tu propia aventura. Incluso puedes ir contracorriente y tomar estos baños por la mañana como el experto en skincare, Bart Kaczanowicz, quien los prefiere a esa hora porque “es una estación de recarga para comenzar el día”. Sin importar lo que hagas, solo asegúrate de comprometerte a hacerlo. Macaulay Culkin nos reveló hace tiempo que toma baños de casi una hora. El tuyo debe ser de –al menos– 20 minutos.

Lo que hagas con ese tiempo, realmente no importa. Yo he tomado llamadas, he visto películas, leído libros, escuchado álbumes completos e, incluso, he meditado –todo esto mientras la mayor parte de mi cuerpo está sumergido–. Lo que sí importa es permitir que el baño haga su trabajo y lo disfrutes. Suele ser muy poderoso y la sensación posterior solo te hace pensar cuándo tomarás el siguiente. Y en caso de que te lo preguntes: es mucho mejor si no te enjuagas al final, ayudará a que todos esos aceites y otros ingredientes que hayas añadido puedan nutrir tu piel. Además, no es un regaderazo, es un baño. Y justo ese es el punto medular.

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2021-06-01T07:00:00.0000000Z

2021-06-01T07:00:00.0000000Z

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