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HUELE A HERMÈS

A Christine Nagel le debemos H24.

Por IKERNE MESTRE

EL UNIVERSO MASCULINO le ha ofrecido siempre a Christine infinitas variaciones, un abanico de posibilidades que ella, gracias a su espíritu investigador, ha explorado con genialidad exquisita. Hoy vuelve a ser noticia pues, desde la labor de Véronique Nichanian –directora creativa y presidenta de la línea masculina de Hermès, con quien comparte el amor por la fluidez y las proporciones exactas–, creó su nueva fragancia con una acertada combinación de ingredientes, alejándose de cualquiera ya existente. “Abrí otros caminos menos predecibles para tomar distancia de los aromas habituales utilizados para los hombres. Analicé y me di cuenta de que la mayoría de las fragancias masculinas, con excepciones, eran amaderadas, y entonces, al profundizar en el trabajo de Véronique, pude observar lo progresivo de su diseño; en ese momento supe que debía obrar sobre la línea de la frescura y la fluidez, y decidí hacerlo sobre notas botánicas como la salvia sclarea, con matices de heno, hierba cortada y un fondo ambarino”, explica. Y si tomar una decisión así puede considerarse disruptivo, incorporar salvia lo es aún más, gracias a su misticismo, propiedades medicinales y orígenes silvestres.

Christine dio textura a las materias primas con la clara decisión de tener un ingrediente dominante de principio a fin, eligiendo esa nota aromática que resultó envolvente, sensual y en perfecta sintonía con el universo de la casa que, nos confiesa, es algo imposible de subestimar, ya que –hablando de su tarea– es uno de sus principales temas de inspiración: “Todo nos puede servir de musa, pero cuando trabajas con Hermès, el campo de juego es enorme. Desde la historia de la maison hasta los materiales que se utilizan son ideas potenciales, además de mis sensaciones, mis descubrimientos y mi vida. Pero eso sí, siempre lo creado por nuestro fabuloso equipo creativo es mi primera inspiración”.

¿Cómo fue posible innovar en un campo donde constantemente se está revisando su historia? Para Christine es muy claro: “Hay una metáfora que me gusta mucho, según la cual Hermès es como un árbol con las raíces largas y los cimientos bien plantados, en el que cada año crecen nuevas hojas. Esto se refleja en lo que pasa con la marca y un ejemplo son las icónicas bolsas Birkin o las Kelly, clásicos que cada año estrenan colores o materiales, manteniéndose como productos muy deseables. De igual forma, los perfumes Hermès son atemporales, usamos ingredientes de la más alta calidad y los procesos son hermosos. Creo que siempre es importante encontrar esos pequeños detalles que te hacen destacar, ser eterno y –al mismo tiempo– novedoso; tener todos los valores de Hermés sin perder la audacia”. Una audacia evidente también en temas como su interés por la biotecnología, que permite producir inéditas moléculas a partir de reacciones enzimáticas naturales y ecorresponsables.

“Me gusta recurrir a materias primas naturales clásicas y trabajarlas con tecnologías que les aporten nuevos acabados y texturas”, aclara. En el caso de H24, se decidió utilizar salvia francesa específicamente; aunque en otros países es mucho más barata, la elección buscó reducir el transporte y, por ende, las consecuencias medioambientales. “En Hermès siempre intento encontrar la manera más ética de trabajar y los procesos más amigables con el planeta. Pongo mucha atención a estos detalles y, si hay manera de hacer las cosas de manera responsable, lo probamos, así cueste 100 veces más. Es un mindset que implica ver las cosas de manera completa. No necesariamente se obtienen productos 100% ecológicos, pero sí muy cercano a ello”, explica. Y claro, poco sorprende que para alcanzar ese nivel de nobleza y savoirfaire, se requiera de un detalle fundamental: el tiempo. “Es una compañía donde puedo trabajar, crear, oler, sentir y rastrear los mejores productos alrededor del mundo para cada perfume. Es un regalo contar con mucho tiempo y eso, para mi trabajo, es maravilloso”.

¿PARA QUIÉN ES ESTA FRAGANCIA?

“No hay un hombre específico o particular”, dice Christine, y enfatiza: “Odio la palabra unisex, porque no se refiere ni al hombre ni a la mujer, y para mí el perfume no tiene género, es para todos. Posiblemente, esta fragancia sería para un hombre moderno, actual, urbano, fluido en su caminar, que vive en un mundo moderno y rodeado de tecnología, pero la verdadera fuerza proviene de sus raíces y propia historia. Es un hombre en movimiento, al cual la naturaleza le importa”.

LA IMPORTANCIA DE USAR PERFUME

“Algunos deciden usarlo solo para ellos, casi como algo egoísta”, cuenta la nariz de Hermès, “y me gusta cuando la gente se huele a sí misma y lo disfruta. Es algo muy placentero. Otros lo prefieren para expresar quiénes son y, vaya sorpresa, cierto día, hablando con un psicólogo, me dijo que si nos tomáramos el tiempo de oler a alguien, no solo de verlo, tal vez aprenderíamos mucho más acerca de esa persona. Es algo interesante que casi nunca hacemos. Les enseñamos a los niños a escribir, dibujar, comer y escuchar, pero no a oler. Si dos personas observan algo, verían lo mismo, o describirían algo muy similar, pero si olieran el mismo perfume, cada quien lo describiría de forma distinta, pues es algo que depende de la historia personal y cultura. Tal vez utilizaríamos la palabra ‘fresco’, pero eso puede significar cosas distintas para cada ser humano”.

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2021-05-01T07:00:00.0000000Z

2021-05-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa