UN ROSTRO JOVEN Y SIN CIRUGÍAS

Si conservar el cuerpo y la mente es cada vez más importante, nuestra carta de presentación es la cara. Aquí tienes las mejores soluciones para lucir juvenil (¡lejos del bisturí!).

Nada mejor que un experto del cuidado personal para saber cómo lograr mantenernos sin el daño del tiempo. Por esto, escuchemos al doctor Harold Dent, cirujano plástico certificado: “Si quieres estar fit debes trabajar tu cuerpo, mantenerlo y tener una rutina permanente de ejercicio. Lo mismo sucede con el cuidado que requiere la cara y la piel. Desafortunadamente, no estamos acostumbrados a hacerlo, pero si deseas llegar a un punto óptimo es indispensable para contrarrestar los estragos del día a día, la deshidratación y el paso del tiempo”.

Con los años, la piel va perdiendo elasticidad y grosor debido a la disminución de la actividad en los fibroblastos y a la fragmentación de las fibras de colágeno. “Una de las principales diferencias entre los jóvenes y la gente mayor, es que a la gente de edad avanzada claramente se le ve una cara mucho más delgada”, explica el doctor Dent, miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. “Si vamos a un extremo y nos imaginamos a alguien de 105 años, es una persona de piel muy fina, podríamos decir que hasta los huesitos se notan. Esto sucede porque el proceso del envejecimiento trae consigo la pérdida de grasa, volumen y estructura”.

Una de las preguntas más frecuentes que le hacen a un médico como el doctor Dent es sobre el mejor tratamiento para disminuir los signos de la edad. “Siempre trato de hacer una comparación. Es como llevar el coche al taller y te dicen que traes las balatas desgastadas, las llantas lisas y la banda a punto de tronar. Si le consultas al mecánico qué es más importante cambiar, seguramente dirá que corrijas los tres problemas. Es igual en la cara: por lo general, se requiere un mantenimiento general, más allá del particular”. Y como cada piel es un universo, no cabe duda de que lo mejor es acudir a una consulta de evaluación con un profesional.

“Hay pacientes para los cuales el principal problema está en las líneas de expresión y cuando sonríen se les marcan mucho las patas de gallo; en ese caso, la opción es usar toxina botulínica: Xeomeen, por ejemplo. Si su problema principal son las ojeras, lo ideal sería utilizar Belotero, un ácido hialurónico para recuperar ese hundimiento que está debajo de las bolsitas de los ojos y que ayuda a camuflar las ojeras. Para lograr un aspecto natural y juvenil sin cirugía, ni tiempo de recuperación, Ultherapy ayuda a levantar cara, cuello, cejas y barbilla, estimulando la producción de colágeno”, nos explica.

MITOS SOBRE LOS FILLERS

“Hay tres tipos de fillers seguros: la hidroxiapatita de calcio, el ácido hialurónico y el ácido poliláctico. Los tres están aprobados y son fillers que no se van a quedar ahí para siempre, con el tiempo tienden a bajar. Pero también hay rellenos permanentes como los biopolímeros –el más famoso es el polimetilmetacrilato–, que pueden ser aceites, silicón y otros productos sintéticos que, una vez inyectados, jamás van a desaparecer de tu cuerpo. Cualquier filler permanente debería estar prohibido. Hay que tener mucho cuidado y evitarlos”, advierte el doctor Harold Dent.

Para estimular la producción de colágeno y elastina, un tratamiento como Radiesse ayuda a aumentar el grosor de nuestra piel y a generar una apariencia joven desde la primera sesión. Además, son productos que no solo pueden aplicarse en el rostro, sino también en las manos. “Si recuperas el volumen, sobre todo en la parte central de la cara (entre las cejas y la base de la nariz, involucrando los pómulos y parte de las ojeras), ayudas a darle la estructura perdida”. En todo esto es fundamental la calidad de los productos y las certificaciones del doctor en cuyas manos confías.