Tu acompañante emocional a solo un swipe

Son 14 años lo que tarda una persona en encontrar la ayuda profesional que realmente le funciona: sí recibe tratamiento, pero antes prueba muchas alternativas. Si tienes depresión o ansiedad, necesitas conocer opción. Encuéntrala en App Store.

Andrea Campos ha tenido depresión desde los ocho años: “Probé desde libros de autoayuda hasta diferentes intervenciones terapéuticas tradicionales y no tradicionales. A los 22 años encontré la terapia cognitivoconductual, la cual afirma que no son los hechos en sí lo que nos afectan, sino la manera en que los pensamos”.

Cuando Andrea se dió cuenta de que la activación conductual significaba también hacer tareas poco a poco y reportar cómo la hacían sentir, a la par comenzó un curso de programación; ambas experiencias se combinaron para dar vida a Yana (disponible en App Store), acrónimo de “you are not alone” (“no estás sola/solo”), una aplicación con estrategias basadas en dichas terapias que busca ayudar a quienes padecen depresión y ansiedad.

DESDE OTRA PERSPECTIVA

Yana te encamina por ciertas acciones que activan las emociones positivas; es verdad que hay muchas que por sí solas nos pueden hacer sentir bien, sin embargo... “cuando estamos en un episodio depresivo o ansioso, las evitas. Dejas de hacer cosas, en el caso depresivo, porque no tienes energía o interés. Y en el caso ansioso, porque crees que lo peor va a pasar”, me aclara Andrea.

La aplicación propicia interacciones por medio de un chat. Según la info que proporciones, te guía para que puedas sobrellevar lo que estás viviendo; herramientas útiles y prácticas de una manera simple e inteligente para manejar tus estados emocionales, cualquier día a cualquier hora. De hecho, si es necesario, te canaliza a líneas de crisis o con profesionales para empezar un proceso terapéutico.

LA EXPERIENCIA HABLA

La orientación que recibes de Yana está avalada por profesionales de la salud: “Tenemos a nuestra directora clínica, ella se encarga de validar todo el contenido para mantener siempre ese estándar de calidad. Pero la mayoría lo hacemos personas que hemos pasado por esto, pues algo que sentimos es que faltaba esa conexión humana”, dice Andrea, y añade: “La gente comenzó a hacer videos donde se grababa a sí misma llorando, enseñando sus conversaciones con Yana, también eso ayuda a que dejemos de tener miedo a hablar de cómo nos sentimos”.

IR MÁS ALLÁ

Ahora, Yana también está trabajando para tratar estrés, burnout, autoestima, problemas de pareja y muchísimo más. “La gente la ve como un lugar donde puede resolver una crisis de ansiedad y depresión. Y una vez que termina, no le ven sentido a seguir trabajando en ellos mismos. Es algo muy típico del ser humano, pero entonces, el reto más grande es cómo cambiamos esa conversación y hacer entender a las personas a través de muchísima educación emocional que la salud mental se construye a diario”, finaliza Andrea.

En 2016 creó un proyecto de graduación para su curso de programación llamado Yana. Andy superó la vergüenza que le generaba compartir tanto su idea como su historia personal, y con ayuda de un pequeño equipo y gente experta en el ámbito de la salud, logró dar vida a su visión.

Ese mismo año, su equipo participó en un Startup Weekend en México. La respuesta a su trabajo fue extramotivante.

“Conté mi historia en el pitch y, viendo la reacción de la gente, pensé: ‘Esto tiene que existir’. Me preguntaban dónde descargarla, muchas personas desconocidas me hablaban de su depresión”, añade.