Si crees que complica, todo se piensa positivo

Vivir con optimismo puede parecer ridículo ante la situación actual, pero cultivar una visión positiva mejorará radicalmente tu bienestar físico, emocional y mental. ¿Quieres saber cómo hacer ese switch?

Mariel recién había llegado a su trabajo. Ella es diseñadora industrial y mientras encendía su computadora, el sonido de una voz enojada hizo que levantara la vista. Una de sus compañeras, Susana, le reclamaba a otra (María) muy enfadada, que no podía estacionar bien su auto porque el de ella se había quedado fuera de las líneas. El resto de los que estaban ahí se pusieron tensos y se hizo un silencio bastante incómodo.

Pero, Mariel, decidió acercarse a María, a quien también conocía, para tomarla de la mano y decirle que juntas respiraran, ella la guiaba: “Solo concéntrate en la respiración, no hagas ni pienses nada. ¡Vamos, uno, inhala y exhala; dos, inhala y exhala; tres, inhala y exhala…”. Después le dijo: “No te adelantes a juzgar, quizás tuvo una mala mañana, ten compasión y mejor agradezcamos que ella llegó bien pese a lo que traiga en su cabeza y corazón. Ahora sí, vamos a mover tu auto, te acompaño”. Y así, ambas se fueron riendo rumbo al estacionamiento.

Esto que hicieron Mariel y María se llama crear pensamientos positivos y es algo que tú también puedes hacer. Se trata del método Mindfulness o atención plena, del que seguramente ya habías escuchado, pero no sabías del todo cómo funcionaba.

Masaya Okamoto, instructor de este método y quien hizo un programa integral para desarrollar las fortalezas y virtudes en las personas, nos dice que los pensamientos positivos son en realidad pensamientos virtuosos. “Desde un punto de vista práctico, los pensamientos positivos se basan en las virtudes como el amor, la valentía, empatía, compasión, el respeto y la comprensión, y son esas virtudes las que nos hacen tener una actitud optimista”, señala.

CULTIVA EL AGRADECIMIENTO

Ahora bien, ¿cómo le hago para interpretar de manera virtuosa lo que me pasa y no pensar inmediatamente en algo negativo? Masaya nos dice que hay que cultivar el agradecimiento. “Inicia el día con una gratitud total de la vida. Agradece que estás vivo y tienes esta oportunidad de experimentar lo que el día te ofrezca”.

Después de agradecer y para mantener estos pensamientos a lo largo de tu día, cuando tienes distintas actividades, pendientes, juntas, etcétera, puedes seguir haciéndolo tomando algunas pausas o ponerte recordatorios. Por ejemplo: cada tres horas programa una alarma en tu teléfono y practica por unos segundos la atención plena a través de la respiración; solo date unos momentos para inhalar y exhalar, puedes hacerlo tres veces, pero mantén la atención solo en eso y al final, agradece por algo.

“Si no quieres ponerte una alarma, puedes asociarlo con alguna actividad cotidiana, como abrir la puerta de tu casa, o cuando tocas el agua al lavarte las manos, ahí puedes conectar y agradecer, ir estableciendo esas pequeñas asociaciones y regresar al momento presente”, indica Masaya, quien también es instructor en el Instituto de Ciencias de la Felicidad.

PASO A PASO

Exacto, no creas que de la noche a la mañana tus pensamientos negativos se irán, como todo, debes ser constante, pero como dice nuestro especialista, existen muchos caminos para empezar a desarrollar pensamientos positivos. “Puedes hacerlo en tres pasos. Lo primero es respirar, justo en ese momento emocionalmente mal o en una situación desagradable, siempre lleva tu mente de vuelta a la respiración para conectar con ella y tu cuerpo. Ya que estás ahí, lo segundo es observar la emoción, así serás más objetiva para inmediatamente tratar de generar un pensamiento virtuoso, antes de que la mente se vaya demasiado lejos”, dice Masaya.

Finalmente, el tercer paso es intentar interpretar la situación de manera diferente, comprender mejor lo que sucede y aplicar la empatía y la compasión. “Piensa en alguna de las virtudes que he enumerado y poco a poco notarás ese cambio”, concluye Okamoto, quien nos comparte su lista:

“DESDE UN PUNTO DE VISTA PRÁCTICO, LOS PENSAMIENTOS POSITIVOS SE BASAN EN LAS VIRTUDES COMO EL AMOR, LA VALENTÍA, EMPATÍA, COMPASIÓN, EL RESPETO Y LA COMPRENSIÓN; SON ESTAS LAS QUE NOS HACEN TENER UNA ACTITUD OPTIMISTA”.