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Psicología positiva

Úsala para ser feliz

Por JESSICA SERVÍN CASTILLO

Así es: este 2023 el mejor entrenamiento para tu cuerpo, mente y espíritu será sentirte bien los 365 días del año. A continuación, te cuento cómo y qué hacer para empezar a incorporar esta actitud a tu vida.

Cierto: no hay mejor propósito para iniciar un nuevo año que el de ser feliz, pero ¡espera! No creas que la felicidad es estar todo el tiempo sonriendo, ni tampoco es algo que se tenga que experimentar. La verdadera felicidad es, como nos dice la doctora Rosalinda Ballesteros, directora del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral de Tecmilenio, “sentirte bien en el día a día y satisfecho con tu vida”, es decir, aplicar la psicología positiva.

Pero, ¿qué es exactamente esto? Es una rama de la psicología que se aleja de los modelos más tradicionales de las patologías y se orienta más hacia la promoción del crecimiento y el bienestar personal. “Está orientada en entender las condiciones para el florecimiento humano y replicarlas en el mayor número de personas posibles”, señala la doctora Ballesteros.

Y quizá lo más importante es que este enfoque trata de reconocer que es normal que tod@s experimentemos momentos difíciles, decepciones y dificultades en distintos puntos de nuestra vida, o sea, que se vale estar triste, enojad@, frustrad@, pero siempre reflexionando que tod@s tenemos ciertas habilidades que nos ayudarán a lidiar con esas dificultades de manera más efectiva.

Mejora tu calidad de vida

Ese es el mayor de los beneficios que obtendremos si empezamos a ejercitar la psicología positiva. Pero también están otros, como que las personas felices logran lo que se proponen, son más resilientes y resistentes a los retos que enfrentan, además, son más creativas y tienen mejores relaciones interpersonales. “Incluso hay beneficios a largo plazo. Desde una mejor salud física y mental, hasta el enfermarse menos, tener un mejor desarrollo de carrera y, comprobado científicamente, vivir hasta siete años más”, asegura la doctora Rosalinda Ballesteros.

Práctica de 24 horas al día

Para empezar con esta disciplina, lo primero es estar dispuest@ y aceptar que a tod@s nos van a pasar cosas buenas y malas, cosas que nos gustarán y otras que no. Lo segundo, será entender que tenemos emociones todo el tiempo y que están ahí por una razón.

“Cuando nos tomamos el tiempo para notar las cosas que van bien, significa que estamos obteniendo muchas pequeñas recompensas a lo largo del día”. —Martin Seligman, psicólogo

“Las emociones desagradables, como el enojo, el miedo o el disgusto, están ahí porque son señales de que hay algo en el ambiente que me está amenazando. Por ejemplo, la tristeza ocurre cuando algo se tiene que incorporar a mi vida y yo no lo quería, como la pérdida de un ser querido; pero entonces, hay que aceptar que esa emoción y que cada que lo piense, debo trabajarla para ir incorporando la situación a mi vida. Entender que tienes esa reacción (tristeza) y adoptar medidas con el fin de aprender de ella y seguir”, explica Ballesteros.

Para la doctora Magdalena Orozco, especialista en psicología de la UVM Campus Zapopan, “es importante que –cuando se está en una situación de conflicto– no nos quedemos con eso; debes ver que en ese hecho negativo hay cosas buenas. Date tiempo para contemplar el sentimiento o problema y reflexiona sobre lo que pasó, identifica qué elementos o estrategias tienes para hacerle frente y salir a flote. Busca el lado positivo, siempre lo hay”.

“La buena vida es un proceso, no un estado de ser. Es una dirección, no un destino”. —Carl Rogers, psicólogo

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2023-01-01T08:00:00.0000000Z

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