Apariencia del pelo

El cuero cabelludo también está sufriendo un escrutinio más cercano. Según la dermatóloga Sharon Wong, los ojos hipercríticos de los clientes (quienes comparan su realidad con las imágenes online que, en la mayoría de los casos, están creadas con postizos o aerografía) son parte de la razón por la cual ha visto un aumento de las mujeres millenials que visitan su clínica capilar. Eso, y el daño causado por el exceso de peinado y las extensiones en un esfuerzo por seguir el ritmo de los Insta-Joneses. Pero también ha observado una mayor caída del pelo, o “efluvio telógeno” (ET), entre las mujeres jóvenes. Los consumidores creen, sin duda, que el estrés es el culpable. El término de búsqueda en Google “pérdida de pelo por estrés” aumentó 350% en el último año.** Sin embargo, aunque Wong confirma que es una de las causas del ET (empuja al pelo fuera de su fase de crecimiento prematuramente, lo que da lugar a una oleada de pérdida tres o cuatro meses después de un periodo intenso de estrés), afirma que los problemas hormonales y nutricionales, son una amenaza igual para nuestras melenas. La falta de proteínas, los bajos niveles de hierro y la restricción de calorías

son malas noticias para su crecimiento; esto significa que la moda actual del veganismo (por desgracia, no todos los nuevos veganos saben que deben consumir proteínas no animales) y los jugos saludables no están ayudando. Tristemente, los trastornos hormonales se agravan por casi todo lo que el millenial promedio no puede o no quiere evitar: la contaminación, los alimentos equivocados, ciertas sustancias químicas o los medicamentos hormonales; el Dr. Nick Lowe, dermatólogo consultor, vincula la ingesta de pastillas anticonceptivas por parte de los adolescentes a un retraso de la pubertad. Además, cuando las mujeres dejan de tomarla, esa palabra aparece de nuevo: el estrés. “Un aumento del cortisol (la hormona del estrés) altera el equilibrio de los estrógenos y la progesterona, también puede disparar los niveles de testosterona. Resultado potencial: brotes quísticos y grasos (el hecho de que veamos tantos brotes en las mandíbulas y la barbilla es un signo seguro de que las hormonas están actuando) y pérdida de pelo”, explica la Dra. Sohère Roked. Hasta aquí, todo muy triste. ¿Cuál es la solución?