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Ashley Benson

Ha estado en el mundo del espectáculo desde que tenía cinco años, pero incluso Ashley Benson a veces lucha contra la fama.

Por LOTTIE LUMSDEN Fotografías RAMONA ROSALES

NO MUCHO DESPUÉS DE QUE PRETTY LITTLE LIARS TERMINÓ, ASHLEY BENSON SE TOMÓ UN AÑO DE DESCANSO. NECESITABA tiempo DESESPERADAMENTE libre.

Un respiro de Hollywood, del escrutinio que conlleva la fama, del trabajo. “Quería un descanso”, me dice por teléfono desde Los Ángeles. Es la hora de comer allá y Ashley está en casa con su novio, el rapero G-Eazy, después de una caminata matutina. “Salí de un programa que llevaba mucho tiempo y de hacer televisión continuamente durante mi vida... necesitaba una pausa mental”.

No es de extrañar. Cuando el final de la serie juvenil se emitió en junio de 2017, Benson había filmado 160 episodios a lo largo de siete temporadas durante siete años. Estaba agotada y decidió trasladarse a Nueva York. “Fue lo mejor que pude hacer”, confiesa. “No trabajé durante un año, estudié a los directores con quienes deseaba grabar, observé a las actrices que me inspiraban, que venían de la televisión y llegaron al cine. Me dediqué a identificar mis deseos y necesidades”.

Aquel breack hizo maravillas con la confianza en sí misma de Ashley y le permitió centrarse en sus prioridades para su futura carrera. Fue el mismo año en que se convirtió en fundadora de la empresa de lentes de sol Privé Revaux con Jamie Foxx y Hailee Steinfeld. Ahora divide su tiempo entre Los Ángeles y Nueva York. De igual modo, al verse obligada a bajar el ritmo durante el encierro del año pasado, tuvo otra dosis de reflexión muy necesaria. “He escrito dos guiones y estoy a punto de empezar a rodar uno”, nos cuenta. “Eso es muy gratificante”. Este año también protagonizó la película The Birthday Cake, con Ewan McGregor. “Es interesante y emocionante trabajar en proyectos en los que –normalmente– no me enfocaría”.

Que Benson goce del tiempo libre para nada es raro, como notas. Ha trabajado desde casi siempre en esta industria, ahora cuenta con 31 años de edad y busca espacios de desdanso. Creció en Orange County, California; su padre era propietario de una tienda de comestibles, su madre cuidaba de ella y su hermana Shaylene en casa. Ashley empezó a bailar profesionalmente a los tres años (“Claqué y ballet”, recuerda), eso la llevó a participar como modelo en catálogos de danza; a los siete ya había sido contratada por Ford Models. Pronto consiguió anuncios de televisión y pequeños papeles en series como The West

Wing; a los 14 años obtuvo el personaje de Abby Deveraux en la legendaria telenovela Days Of Our Lives.

Sus amigos del colegio debieron haberse alegrado de su éxito, pero no: la actriz sufrió bullying. “Los niños pueden ser malos y celosos”, afirma. “En aquella época, no estaba de moda salir en la tele. Todas las semanas trabajaba en anuncios y mis compañeros me veían en ellos. Me acosaban y lo odiaba. Yo me sentía muy orgullosa de lo que hacía, eso impulsó mi decisión de salir en un programa de televisión. Mis padres me apoyaron; dijeron que si lo hacía podría recibir educación en casa. Así que lo intenté y lo intenté... y cuando lo conseguí, fue el mejor día de mi vida”.

Obtener un papel en una telenovela convencional fue emocionante, especialmente para sus padres, quienes eran fieles espectadores de toda la vida. “En ese momento, mi madre me llevó al set y fue divertido conocer a la gente con la que ella creció, viéndola por la TV”. Su tiempo en la telenovela fue muy valioso. “Se grababan tres episodios al día. Fue una locura ser lanzada a ese ambiente a una edad temprana. No estaba preparada para ello. Pensaba que haríamos un par de tomas aquí y allá, pero solo era una. Eso me obligó a memorizar mis líneas rápidamente. Me sentía por completo intimidada”.

“NADIE DEBERÍA SER MOLESTADO amar” POR QUIEN DECIDE

Después de tres años en el programa, lo dejó para dedicarse a otros proyectos. Consiguió el papel de Mia en Eastwick.

El día que descubrió que esta serie no iba a tener una segunda temporada en 2010, recibió una llamada de los productores de Pretty Little Liars. “Nunca imaginé que sucedería eso”, confiesa. “Estaba un poco desanimada por la cancelación de mi serie. Pero luego me reuní con ellos y una semana después estaba en Canadá filmando un piloto. Sí pensé que sería una producción exitosa, ¡pero nunca sabes! Así que cuando se convirtió en lo que fue, realmente viví una completa locura”.

Pretty Little Liars seguía las vidas de cinco estudiantes de secundaria cuyo grupo empieza a desmoronarse cuando una de ellas desaparece. Ganó múltiples premios y lanzó las carreras de personajes como Lucy Hale y Shay Mitchell. “Veo aquel tiempo como mis años de universidad”, dice. “Estuvimos juntas durante siete años; las veía más que a mi propia familia”. Ashley aún es muy amiga de Mitchell y de su otra coprotagonista, Troian Bellisario, aunque la pandemia ha dificultado sus encuentros. “Todas vivimos cerca una de la otra”, cuenta. “Estamos a minutos de distancia. Eso es muy divertido. Ahora mismo deseo verlas, pero debemos ser cuidadosas, aunque me estoy haciendo las pruebas semanales [de COVID-19]. Es un momento de miedo para todos. Pero no he conocido al bebé de Shay y ella me dice: ‘¡Tienes que verla!’. Son como mis hermanas y siempre lo serán”.

Durante sus siete años de emisión, Pretty Little Liars cubrió algunos argumentos importantes, incluyendo la salida del clóset del personaje de Mitchell, el cual ha sido muy elogiado por su autenticidad. Benson, que anteriormente mantenía una relación con la modelo Cara Delevingne, afirma que este tipo de historias la hacen sentirse orgullosa de haber estado en la serie. “No puedo asegurar cuántos programas han tocado esta situación antes del nuestro”, admite. “Pero importa, especialmente en estos tiempos, ser uno mismo y no sentirse juzgado por lo que siente el corazón ni por lo que somos como humanos, menos por con quien conecta nuestra alma. Así me siento sobre mí misma”.

No se trata del género ni nada parecido. Creo que es muy importante que la gente lo entienda. No hay ninguna razón por la que alguien deba ser intimidado, ni que se hable de él, ni que se le cierre el paso por lo que ama; nadie debería ser molestado por quien decide amar. Creo que la aceptación en este momento lo es todo y cuanto más podamos educar a la gente sobre estos temas, mejor será para todos”. Benson siempre ha sido extremadamente hermética cuando se trata de su vida personal. Pero cuando empezó a salir con Delevingne en 2018 (se conocieron en el rodaje de la película Her Smell), su relación fue objeto de mucho escrutinio. Ella reconoce que a veces le resulta difícil la atención. Lo más complejo de sobrellevar es “la opinión de la gente”, acepta. “Las historias salen a la luz y son completamente falsas, ¿qué puedo hacer? No me sentaré ahí a decir: ‘Eso no es cierto, esto es lo que realmente sucede’. Aunque, lo más molesto es tener que callarse mientras todo el mundo habla de ti, pero tengo que lidiar con ello. Las personas pueden decir lo que se les ocurra sobre mí, pero, a menos que me conozcan, no saben realmente nada”.

Cuando Benson y G-Eazy –cuyo nombre real es Gerald Earl Gillum– fueron vistos juntos por primera vez el año pasado, ella recibió acusaciones en Instagram de engañar a Delevingne por parte de los fans.

Cara la defendió en sus stories de Instagram, declarando: “A todos los que odian a @ashleybenson, por favor, ¡paren! No saben la verdad, solo ella y yo la conocemos y así es exactamente como debe ser”. Ashley permaneció en silencio; la actriz confiesa que es muy cuidadosa cuando se trata de lo que comparte acerca de su vida romántica. “Suelo mantener mis relaciones en privado”, expresa. “Obviamente, no puedo evitar que nos fotografíen. Pero esos momentos privados son sagrados, míos y de mi pareja. Creo que es mejor no sobreexponerse; realmente puedes proteger tu relación si no la explotas.”

“LAS HISTORIAS SALEN A LA LUZ Y SON COMPLETAMENTE ¿qué puedo FALSAS, hacer?”

Al cierre de esta edición, nos enteramos de que Benson y G-Eazy se habían separado. Pero cuando hablamos estaban muy unidos y ella feliz de abrirse un poco. El año pasado, participó en su canción “All The Things You’re Searching For”, también hicieron una versión de “Creep”, de Radiohead. “Eso fue algo random”, se ríe. “Hemos hecho muchas cosas juntos en la cuarentena. Quién sabe si alguna vez se publicarán, ¡pero hemos realizado 30 canciones! Ha sido tan bonito, porque cuando no tienes ningún sitio a dónde ir, es más fácil crear algo. He aprendido mucho sobre música. Paso mucho tiempo en el estudio observándolo. Siempre hablamos de si vamos a sacar algo juntos. De nuevo, eso es muy bueno para nosotros”.

También hicieron noches regulares de citas. “Son pequeñas veladas de jazz, fingimos estar en un restaurante. Pero no, estamos en la mesa del comedor. Se vale cualquier cosa para animarnos; encontrar formas de hacer el tiempo agradable”. Sin embargo, incluso durante el encierro, Benson fue acosada por los paparazzi. Está acostumbrada, pero es irritante. “No puedo salir de mi casa sin que me sigan todos los días”, exclama. “No quiero fotos, es molesto. Me parece una invasión total de la privacidad. En Nueva York, voy por mi café y subo al metro; nunca me incomodan. Si veo a algunos fotógrafos, son tan amables que les hago un gesto con el pulgar hacia abajo y me dejan en paz. Mientras que aquí (en Los Ángeles), te acosan y te siguen hasta que tengas un accidente de coche. Tuve mucha suerte de comprar una casa (en Nueva York), ahora llevo dos vidas en ambas costas. Cuando me canso de NY, me voy a LA, y viceversa”. Por supuesto, Ashley intenta que la atención no la afecte. Acude a un terapeuta con regularidad para cuidar su salud mental. “La terapia es buena. Creo firmemente en ella. Siempre beneficia hablar con alguien sobre cualquier cosa que estés pasando, ya sea positiva o negativa. Es un alivio compartir con un tercero lo que ocurre en mi vida”. Mantener un pequeño grupo de amigos también ha sido clave para ella. “Necesito estar rodeada de gente positiva. Tengo amistades increíbles. Eso es lo mejor que ha resultado de la cuarentena; contar con esta base tan sólida de personas que me cubren la espalda, ¡y yo las suyas! Es realmente agradable tener este apoyo para todos nosotros”, cuenta.

Desde que terminó Pretty Little Liars, Ashley se ha centrado en el cine indie, como Her Smell, ahí es donde reside su pasión. Su compañera de reparto en esta última, Elisabeth Moss, fue quien le consiguió el papel en la película tras un encuentro casual. “Conocí a Elisabeth en Cannes durante una cena de cumpleaños y me comentó que era fan de Pretty Little Liars y de Spring Breakers (la película policíaca de 2012 que Benson protagonizó junto a James Franco y Selena Gómez)”, recuerda Benson. “Nos pusimos a hablar.

Me preguntó: ‘¿Qué quieres hacer después de terminar PLL? Cuando estaba en

Mad Men, yo no lo sabía’. Me dio muchos consejos sobre cómo romper el molde de permanecer en el mismo carril, en cuanto a la actuación, tomar riesgos y decir ‘no’ a la mayoría de las cosas. Así que realmente nos compenetramos en eso”. Moss invitó entonces a Benson a participar en la película. “Pensé: ‘No sabré nada de ella’. Un año más tarde estaba rodando Her Smell”.

Tener al margen su negocio, Privé Revaux, permite a Benson ser selectiva con lo que hace. En 2019, la empresa registró unas ventas netas de 387 millones MXN aproximadamente, y sigue creciendo. “Me veo actuando y produciendo siempre”, asegura Benson. “(Pero) quiero tener diferentes empresas como back up, porque si gano dinero en eso, entonces podré hacer las películas indie que me interesan”.

Moss no es la única actriz de Hollywood que ha sido fundamental en la carrera de Ashley. Previo a nuestra plática, me doy cuenta de que a Jennifer Aniston le han gustado casi todas las publicaciones de Benson en Instagram. “¡Es tan divertido! Hablamos, hemos tratado de tener una cena juntas desde antes de la pandemia. Tenemos muchos amigos en común”. Entonces pregunto a Ashley si suele apoyarse en gente como Aniston para pedirle consejo. “Sí, en ella y Reese Witherspoon, como también en diferentes personas que conozco. No somos las mejores amigas, nos vemos en eventos”, revela. “Admiro cómo se manejan y lo normales que son aunque han estado en la industria desde jóvenes. Las dos son tan amables, cálidas y acogedoras... siempre es bueno verlas.”

Así que, dado lo selectiva que es Benson en cuanto a los proyectos que acepta estos días, me pregunto qué hace falta para captar su interés laboral. “Me encanta que me desafíen”, advierte. “Si me siento expuesta y elijo cosas que podría hacer con los ojos cerrados, no me satisface”. Con dos de sus propias películas y música en camino, por no hablar de su actividad empresarial, nadie puede acusarla de estar ahora mismo sentada en casa sin hacer nada.

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