LORD DRAMA TRÁGICO
Yo tengo un “corazón de pollo”, siento el dolor ajeno como si fuera
propio. Resulta que unos amigos me presentaron a un tipo guapísimo y empezamos a convivir todos los días. Yo notaba que él buscaba avanzar muy rápido en la cuestión sexual, pero yo no me sentía cómoda todavía dándole “la degustación”. Cuando me pareció que el hombre se estaba desesperando, le pregunté cuál era su prisa y él me confesó que no le quedaba mucho tiempo porque tenía una enfermedad terminal. ¡Imagínense mi cara de shock! Me sentí como en una película de drama trágico. Entonces creí que era justo y necesario darle una probadita de cariño y ocurrió lo que se imaginan. Seguimos saliendo durante algún tiempo pero nunca lo vi tomando medicamento ni yendo a citas con el doctor, por lo que recurrí a investigar con nuestras amistades en común. Quién lo hubiera pensado... ¡Todo era mentira! No tenía ninguna enfermedad más que la de ser un cucaracho mitómano. El “corazón de pollo” puede ser engañoso.
OPEN MIND
es-mx
2021-09-01T07:00:00.0000000Z
2021-09-01T07:00:00.0000000Z
https://editorialtelevisa.pressreader.com/article/283244511056687
Editorial Televisa