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¿Lo que ven es lo que hay?

Desde muy pequeña, K sintió que este mundo era demasiado para ella y que, probablemente, ella no tenía lo necesario para sortear este suspiro llamado vida.

Por KIMBERLY ARMENGOL JENSEN

desde preescolar, K se percibía tonta, fea, alguien que podía cumplir muy pocas expectativas y que sobrevivía por gracia divina, o la suerte. A pesar de ser una excelente estudiante y una niña, adolescente y mujer extremadamente responsable, algo no encajaba. La perseguía la sensación de que de un momento a otro todo podría desmoronarse, como si pisara en tierras movedizas.

Por más buenas calificaciones que obtuviera, K ni siquiera las disfrutaba, incluso se ponía nerviosa al pensar que fuesen de alguien más o anticipar un futuro donde la rueda de la fortuna diera un giro poco afortunado.

Todo esto la llevó a pensar que vivía en una farsa, sí, así como lo leíste, pero K no es la única. En el mundo, millones de mujeres y hombres experimentamos esta condición alguna vez a lo largo de nuestras vidas. El síndrome del impostor es una condición en la que una persona duda de sus capacidades, principalmente profesionales; imagina que sus éxitos en el campo son producto de la “suerte”, el azar o cualquier otra situación externa.

Estudiantes, directivos de empresas y personas en todos los niveles consideran no tener un logro o que el lugar donde se encuentran no es resultado de sus aptitudes, sino de la causalidad o la suerte.

La vida profesional de K no fue muy diferente, el síndrome del impostor la persiguió por muchos años, al grado de dejar ir grandes oportunidades en los medios solo por el miedo de no dar el ancho, decepcionar a los suyos o ella darse cuenta de que no estaba a la altura de las circunstancias.

¿Te imaginas dejar pasar la oportunidad de tu vida por miedo? Han sido muchos años en este vaivén de inseguridad, pero hay cambios que uno debe hacer para quererse más y creer más en uno mismo. Sí, como tú, soy de la idea de que los buenos deseos y consejos –a veces– son solo paja, pero el amarnos y hacernos valer es un proceso largo que puede llevar décadas comenzar. Sin embargo, justo ahora es el momento para iniciar ese cambio y saber que mereces todo lo que puedas desear.

No esperes más, busca una terapia, un especialista que te guíe en el camino a la sanación. Ojo, aléjate de los coaches de vida y todos esos charlatanes que a tu necesidad le ven signos de pesos.

COSMO POWER

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2021-09-01T07:00:00.0000000Z

2021-09-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa