PANIC ROOM El velo de la sensualidad

La publicidad de ropa interior… el gran tabú.

Hoy nos reconocemos tal como somos frente al espejo y eso, aflora nuestra sensualidad natural.

estoy feliz de expresarte mi percepción de cómo ha evolucionado el concepto de sensualidad de unos años a la fecha. He tenido la fortuna de ser consultora de diseño de ropa interior en varias empresas en México y fuera del país a lo largo de 30 años, por lo que es un agasajo transmitir la experiencia, ya que la he vivido desde las entrañas del diseño, eligiendo tendencias, materiales, siluetas...

En los años 80, la sensualidad proyectada en espectaculares, televisión y revistas era un misterio, se cuidaba muchísimo la manera de presenter la ropa interior dado el tabú de esa época; se vivía en una esfera de publicidad velada con matices que poco dejaban ver los diseños del bra y la panty, centrando la atención en la marca, para que después –en la intimidad de un probador– tuvieras el espacio para decidirte por el modelo que apenas habías logrado apreciar en la publicidad.

En los 90 –cuando diseñaba para Wonder Bra–, se suscitó por primera vez el veto publicitario; ocurría el lanzamiento del bra que revolucionaría la talla y sensualidad de la mujer haciendo que los pechos se juntaran y levantaran: el famoso push up. La ciudad se llenó de espectaculares con la belleza de la modelo Eva Herzigova y la irreverente frase “Hello Boys”; esto levantó todo tipo de comentarios. Fue todo un fenómeno cuando dicho espectacular apareció en una película mexicana: Eva le guiñaba el ojo al protagonista como si el espectacular cobrara vida. A mi juicio, esta campaña –que viví– fue el parteaguas en la manera de proyectar la sensualidad de las mujeres: a partir de ese momento las marcas de ropa interior revelarían las fantasías que iban más allá de la publicidad.

Y para el año 2000, como era de esperarse, aprovechando que iniciábamos una nueva era, las barreras del tabú al rededor de la ropa íntima caían como fichas de dominó, ya que la publicidad también se dirigía a los hombres invitándolos a comprar prendas para su pareja. Entonces, ya nos encontrábamos escogiendo coordinados en las tiendas, codo a codo con ellos, rompiendo totalmente con el estereotipo del “departamento exclusivo de mujeres”.

Al paso de los años, con la fuerza del movimiento feminista, para 2018 causa revuelo el empoderamiento que tomamos como mujeres al mostrar nuestro cuerpo tal como es, sin censura. Surge la publicidad para las mujeres curvy dejando en claro que la seguridad, sensualidad y sexualidad nace del orgullo de aceptarnos como somos y no –como era antes– de cuerpos talla 2 delineados por la delgadez que exigía el gremio del modelaje y la publicidad “aspiracional”, cuyo impacto se tradujo en la bulimia y anorexia en féminas que deseaban