Desinfecta lo que te quedaste

Tus habilidades para limpiar están en su punto máximo, pero ¿has dado a tu maquillaje el mismo “amor” que a las manijas de las puertas? Déjanos compartirte este divertido y desagradable dato: hasta el 90% –en promedio– de los productos en tu cosmetiquera están contaminados con bacterias como el estafilococo y la E. coli.

…tus steels

Oficialmente, las brochas y esponjas deben lavarse después de cada uso. (Aunque, nadie tiene tiempo para eso). “Después de utilizar tus herramientas, rocíales un desinfectante con 70 por ciento de alcohol. El de farmacia está bien, simplemente viértelo en un atomizador pequeño”, aconseja Phillips. Lava tus brochas con agua tibia y un limpiador especial para brochas de maquillaje, o un shampoo suave (el jabón normal puede dañar los pelos); luego ponlas a secar. Hazlo por lo menos una vez al mes. Las esponjas –por otra parte– son más propensas al crecimiento bacteriano; elimina a esos bebés con un buen limpiador para brochas –dice Phillips–; déjalas secar por completo antes de usarlas de nuevo.

…tus productos

Empecemos con los de ojos (y evitemos la conjuntivitis). Los lápices y barras de colores deben ser afilados al menos una vez a la semana para que tengan la punta fresca antes de usarlos (y rocíales un poco del mismo spray de alcohol que usas para tus herramientas). Por desgracia, los lipsticks, correctores en crema, iluminadores o productos en barra no se pueden limpiar sin hacer un desastre, así que si los tuyos han sido contaminados (por ejemplo, si se te han caído al suelo o los has tenido que compartir con tu roomie), utiliza un cuchillo para rebanar la capa superior. Desinfecta el envase exterior cada semana.