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Angelique Boyer

Charlamos de su nuevo proyecto y su vida de pareja.

Por CONSTANZA ALCOCER Fotografías ISRAEL HERNÁNDEZ

PROBABLEMENTE

ya te lo imaginabas, la vida de Angelique durante la filmación de un proyecto es bastante agitada, ¡con llamados casi todos los días! Pero ni eso le impidió a la actriz de origen francés reunirse con Cosmo una mañana de domingo para deslumbrarnos con su cuerpazo frente a nuestra lente y contarnos acerca de su más reciente proyecto: Vencer el pasado (claro, sin revelar demasiados spoilers). En esta telenovela trabaja por cuarta vez con su novio, Sebastián Rulli, y aunque mezclar relación y trabajo puede sonar complicado, ella nos confesó que les ha funcionado muy bien; de hecho, ¡se nota emocionadísima por esta nueva aventura actoral!

QUEREMOS SABER TODO

DE VENCER

EL PASADO Y TU PERSONAJE.

Renata es una heroína científica (es bióloga); interpretarla es una oportunidad increíble porque es muy importante mostrar este tipo de carrera a las nuevas generaciones, sobre todo con lo que está pasando en el mundo.

Además, este personaje y las otras tres mujeres protagonistas nos permiten darnos cuenta –en diferentes formas– del linchamiento que existe en las redes sociales y lo fácil que es acabar con familias, personas y sus profesiones a través de ellas. Hoy en día, tener una red social puede funcionar tan a favor como en contra de uno.

Pertenecer a esta trilogía (las previas fueron Vencer el miedo y Vencer el desamor) que ha tenido un increíble éxito es trascendente para mí. Tiene un sentido relevante porque el equipo de Rosy Ocampo busca acercarse a las ONG para saber cuáles son los temas que hay que abordar con las nuevas generaciones; también porque en México, el 75% de la gente no cuenta con internet, por lo que no tiene acceso a las plataformas de entretenimiento, y en el canal 2 de Televisa, tenemos la gran misión de ofrecer a la gente un contenido saludable.

Hablando de redes sociales, como actriz estás muy expuesta en ellas, ¿cuál es tu postura en cuanto a lo que compartes y mantienes privado?

Creo que esto depende de la personalidad de cada quien. Si algo he aprendido de la fama es que en casa está lo realmente importante y eso es lo que más hay que cuidar. Al final, muchas personas opinan sobre lo que ven en nuestras redes, pero no les afecta directamente lo que nos pase; cuando me di cuenta de eso, me quité un peso de encima. Pienso que necesitamos restarle valor a la opinión ajena.

También tiene que ver la madurez, yo tenía 24 años cuando empezaron las redes sociales; no fue como con las nuevas generaciones, que están teniendo una vida a través de ellas. Estos medios son un arma de doble filo, por lo mismo debemos ser muy empáticos con lo que uno publica, más en América Latina, donde estamos pasando por tantas situaciones complejas, porque de pronto puede existir demasiada frivolidad de nuestra parte; necesitamos tener la conciencia de que nuestros post sí llegan a repercutir en las personas.

Esta es la cuarta ocasión que trabajas con Sebastián, ¿cómo ha sido diferente esta vez?

Vencer el pasado no es la típica historia de amor que quizá todo mundo imagina. De inicio, nuestros personajes se odian, no comparten nada o, por lo menos, eso parece; pero poco a poco estos polos opuestos se terminan atrayendo mucho. Ha sido distinto porque –de entrada– yo nunca había hecho comedia y me divierto bastante.

Esta pregunta nos la han planteado mucho a lo largo de nuestra carrera; la verdad, no hemos tenido ningún problema, al contrario, nos sentimos acompañados, más entendidos. Cuando llega la pareja a casa y puede desbordar sus asuntos, sabiendo que el otro tiene empatía y comprensión, ayuda mucho. Así es nuestra vida, trabajar juntos se nos hace muy normal; aunque sí mantenemos un equilibrio en nuestra individualidad, nos respetamos y sabemos que no siempre tenemos las mismas necesidades, pero podemos apoyarnos con mucho amor.

¿Cómo te preparas para un nuevo personaje?

Con eneagramas y otras técnicas para descubrir personalidades. En este caso, investigué a mujeres en la ciencia y contacté a una bióloga de la UNAM; hice todo para que mi personaje fuera lo más honorable posible y quienes me vean se identifiquen. El ego que maneja un científico es único, porque cree que salvará al mundo; ellos nunca dejan de prepararse. Eso me gusta, te hace soñar y te jala para delante, no te conformas y sigues investigando.

Eres una de las actrices más consolidadas de la televisión mexicana, un logro que cosechaste con perseverancia; creciste desde papeles secundarios hasta los protagónicos. ¿Qué es lo más valioso para ti de este proceso?

La disciplina, el respeto, la humildad y constancia. Tuve muchísima suerte de aprender de los primeros actores, como Blanca Guerra, Alejandro Camacho y Rafael Inclán, entre otros; ellos siempre fueron una cátedra de disciplina y humildad, de respeto al set. Además, creo que ser generosa me ha permitido avanzar con paz. Entre mujeres, por ejemplo, muchas veces existe el estereotipo de que la protagonista va a taparle la luz a la otra o no va a ser empática; yo creo que cuando ocupas esta posición tienes la misión de ser el ejemplo; cambiarte rápido, no hacer a la gente esperar, poner siempre buena cara porque es la que puede contaminar el ambiente a favor o en contra. Cuando me topo con personas que están empezando su carrera, me gusta hacerles saber que cuentan conmigo porque sé lo que significa estar en su lugar; si puedo ayudarles en algo, ahí voy a estar.

Y justo, ¿cuál es tu consejo para quienes están empezando?

Que todos tenemos un momento; la fuerza de gravedad es muy interesante, porque todo lo que sube tiene que bajar. Hay que saber aprovechar las oportunidades y mantener una energía positiva; es mejor pensar que uno hace equipo, esto no es individual, dependemos del trabajo de alguien más y hay que confiar.

En tus redes vemos tu interés por el fitness, ¿cuál es la importancia de incluir el ejercicio en tu vida?

Creo que la pandemia nos mostró lo importante que es. Llevo como dos años trabajando con un nutriólogo y me ha enseñado a comer, a tener balance: no dejar de disfrutar las cosa buenas que comemos en México (risas) y meterle una mejor gasolina al cuerpo. Al hacer ejercicio, todo cambia químicamente y automáticamente también lo emocional. La alimentación y la constancia en el ejercicio es salud y algo que no tiene precio.

Sebastián también es muy fit, ¿quién motiva a quién?

Él a mí. Sebas tiene un pastel enfrente y no sufre nada; tiene disciplina, sabe que este postre te dará satisfacción un minuto, pero la que te brinda una hora de ejercicio no tiene comparación.

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2021-07-01T07:00:00.0000000Z

2021-07-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa