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La carrera de la vida

Y el entrenamiento que nos brinda para lograr nuestras metas.

Por MARCELA DE LOS RÍOS

hablar de entrenamiento, por lo general nos remite a la práctica física, que es básica e importante para llegar a la meta de algún reto deportivo. Pero, ¿qué tal cuando vemos en retrospectiva nuestra trayectoria laboral y nos damos cuenta de que ha sido la carrera de nuestra vida? La diferencia entre el entrenamiento deportivo y el laboral es que, para lograr el segundo, pasamos por facetas normales y –de hecho– un proceso típico: colegio, rutinas, tareas, proyectos, calificaciones, graduaciones… Así, de pronto ya estamos en el puesto profesional al que deseábamos llegar; fue un logro tras un entrenamiento escalonado, como cuando nos preparamos en un deporte, vamos obteniendo éxitos y subiendo peldaños hasta llegar a las grandes ligas.

Mi reflexión es que cuando hay pasión en lo que se hace, los obstáculos se libran de una manera que duele menos, porque nos impulsa el entusiasmo que sentimos por la carrera que elegimos. Además, nuestra intuición está constantemente hablándonos con cierto idioma que –algunas veces– no valoramos o no entendemos en su momento. ¿Sabes cómo? Cuando te levantas emocionada porque ya amaneció y presentarás ese proyecto creativo que sabes impulsará los beneficios de la empresa, o cuando te comen los nervios porque hablarás frente a todos y al estar ahí, algo se apodera de ti y lo haces tan apasionadamente que eres capaz de transmitir al equipo tu energía al punto de que los inspiras a trabajar y conseguir los resultados proyectados; o cuando fuera de las tareas de trabajo, propones ideas o tu tiempo y después te recompensan, lo cual te sorprende porque no lo esperabas, entonces, ese reconocimiento te motiva a esforzarte aún más.

Ahora bien, claro que también existen panoramas donde las cosas no salen como las pensábamos, pero la misma intuición, con el tiempo nos revela que no era el camino indicado para nosotr@s, por lo que dejamos de insistir en algo que no se consolida y redireccionamos la energía a un proyecto nuevo que sí deriva en éxito. Ocurre que así como en una carrera deportiva hay obstáculos a vencer, la vida tiene esos bemoles que nos hacen revalorar el rumbo al cual debemos dirigirnos. Y así, la vida misma nos va entrenando para alcanzar las metas que nos vamos estableciendo, profesionales, familiares, románticas, etc.

Llegar a cualquier meta necesita disciplina y constancia; demos nuestro mayor esfuerzo.

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2021-07-01T07:00:00.0000000Z

2021-07-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa