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RUMBO A JAPÓN

Por CONSTANZA ALCOCER Fotografía CHRISTOPHER ARMENTA

Las tres atletas comparten el objetivo de dar “su todo” este verano, en Tokio.

Sus vidas, como quizá te imaginas, no son nada simples; están repletas de retos que demandan de férrea disciplina para alcanzar los más altos niveles en su deporte. Por supuesto, Yareli Salazar (ciclista), Úrsula Sánchez (maratonista) y Vianney Trejo (nadadora) se han esforzado más allá de sus límites para llegar hasta donde se encuentran hoy: a punto de partir hacia Japón para los esperados Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Sacrificios han hecho: dejar a sus familias desde muy chicas para ir a la Ciudad de México a entrenar. Días malos han tenido, incluso para encontrar la motivación. Sin embargo, ellas saben que para destacar y ganar se requiere dedicación.

Tal vez hace algunos años no se conocieran, ni hubieran oído hablar una de la otra; hoy, ya comparten algo que las unirá para siempre (y no hablamos de esta sesión de fotos): la determinación por dar lo mejor de sí y poner el nombre de México en alto durante la competencia. Sin duda, están por concretar uno de sus mayores objetivos deportivos y realizar el sueño de muchísimos atletas a nivel mundial. Y a poco más de un mes de su participación en los Juegos, platicaron con Cosmo acerca de sus trayectorias, metas y hasta de las dificultades que posponer un año esta competición, implicaron en sus vidas.

Cuéntennos acerca de cómo empezaron en sus respectivos deportes...

VIANNEY: Cuando tenía ocho años comencé a nadar en la terapia física por la discapacidad y porque tengo asma, y a partir de los 12 inicié en el alto rendimiento. Mi mamá fue mi entrenadora durante mis primeras competencias; en 2007 gané cinco medallas de oro en una olimpiada juvenil de Puebla, fue cuando los entrenadores nacionales se fijaron en mí y para finales de ese año, participé en mi primer evento internacional como seleccionada.

YARELI: Practiqué ciclismo desde los 10 años de edad, siempre me gustó demasiado. De hecho, cuando me portaba mal, me castigaban sin ir a entrenamientos porque era lo único que realmente me afectaba (risas). A los 15, salí de Culiacán para ir a la Ciudad de México a entrenar en el Centro Nacional de Alto Rendimiento.

ÚRSULA: Mis padres son atletas y me iniciaron en el deporte desde los seis años. En aquel entonces, mi papá era mi entrenador; para los 12 años, ya estaba en el alto rendimiento y era parte de la selección de Jalisco.

¿Cómo es su día a día? ¿En qué creen que las personas se equivocan al imaginarse la vida de un deportista profesional?

VIANNEY: Estudio psicología en la universidad y tengo horarios mixtos, así que los días son pesados. Con la pandemia se han aligerado un poco porque no debo estar presencialmente en clases. Pero un día normal es ir a entrenar en la mañana, después a clases y otra vez a entrenar; algunas ocasiones, regresar a clase en la tarde. Salgo de mi casa entre las 5:00 y 6:00 am y no vuelvo hasta la noche, hago tarea, la comida para el siguiente día y ceno. La gente suele pensar que es fácil llegar a donde estamos y que tenemos la vida resuelta, pero olvidan que también somos seres humanos. ¡Nos cansamos!

YARELI: Normalmente tengo dos sesiones de entrenamiento al día: por la mañana entre dos y tres horas de ruta; en la tarde se combina con gimnasio o ciclismo de pista en el velódromo. No tengo mucha vida social, pero eso no significa que no me guste salir; la gente nos ve como soldaditos, la realidad es que también tenemos sentimientos y nos agradan cosas distintas del deporte, ¡y claro que buscamos el momento para hacerlas!

ÚRSULA: Mi día es una combinación de las actividades como mamá y atleta. Me levanto antes de las 5:00 am para desayunar y salir de casa a tiempo para llegar a entrenar entre las 6:30

y 7:00 am, lo hago durante dos y media, o tres horas. Después, regreso a casa para descansar, preparar la comida, hacer tarea con mi hija (tiene seis años) y llevarla a sus clases. En la tarde, las dos entrenamos en el mismo lugar (ella con su equipo de atletismo de la escuela), luego vamos a casa para cenar juntas. Creo que la gente llega a pensar que esto es sencillo y que estamos aquí por suerte, pero la realidad es que requiere de bastante disciplina, constancia, determinación y motivación.

¿Cuál es la parte más difícil de una vida dedicada al deporte?

VIANNEY: Mantener la motivación todo el tiempo es complicado. Como cualquiera, los deportistas pasamos altas y bajas; hay días en que no tenemos aliento, pero ahí entra la disciplina que nos levanta en los momentos más complicados.

YARELI: Estar lejos de mi familia, me fui de mi ciudad a los 15 años de edad y los veo dos veces al año durante máximo dos semanas.

ÚRSULA: El descuidar a mi hija; sí estoy con ella, aunque no completamente. Tengo la suerte de que mi hermana me ayuda a cuidarla, pero es difícil no poder llevarla conmigo cuando viajo.

Después de tanta preparación para Tokio 2020, ¿cuál fue su reacción el año pasado al enterarse de que los Juegos Olímpicos se pospondrían y posiblemente cancelarían?

VIANNEY: Al principio estuve muy sentimental, lloré un poco porque llevaba mucho tiempo preparándome para esto. Sin embargo, sabía que la causa era a nivel de salud mundial y que se veían implicadas las vidas de muchísimas personas; era lo mejor, al final, la vida no se compra con una medalla olímpica.

YARELI: Mi historia es muy peculiar porque mi abuelo también fue ciclista y clasificó a los Juegos de Tokio en 1964, así que mi participación en los del 2020 se volvió algo muy importante para mí. Cuando dijeron que se cancelaban, no podía creerlo; después aclararon que se posponían y –como venía de una caída– fue bueno porque me dio tiempo para recuperarme.

ÚRSULA: Sufrí depresión durante dos semanas pero tuve que levantarme. Fue difícil porque en ese momento contaba ya con mi pase 90% seguro. En Houston me había quedado a dos segundos de dar la marca para los Juegos, pero estaba considerada como integrante del equipo porque nadie había estado tan cerca de la marca; el retraso daba oportunidad a otras personas de lograrlo, luego me di cuenta de que a mí también me dio una oportunidad: la de correr mejor.

¿Qué significa para ustedes ir a los Olímpicos y representar a México en un evento así?

VIANNEY: Me emociona mucho la competencia y volver a participar en unos Juegos Paralímpicos (son mis terceros), aunque extrañaré al público y el contacto físico con otros competidores. Es nuestra máxima justa deportiva como atletas, el evento más esperado y ansío volverlo a vivir; la adrenalina, los nervios... todo hace que el evento valga la pena. Representar a México es todo para mí, estoy muy orgullosa de mi país y mis raíces.

YARELI: Participar en unos Juegos Olímpicos es un sueño para mí, pero lo más emocionante sería conseguir una medalla. Es un orgullo representar a México, antes de competir siempre se me eriza la piel al pensar que soy la imagen de mi país; por ello siempre trato de dar lo mejor y ¡todo!

ÚRSULA: Es el sueño de mi vida y sé que voy a vivir una experiencia única. Soy militar, así que representar a mi país –al que tanto amo– me llena aún más de orgullo. Me motiva mucho que el mundo se dé cuenta de que México tiene potencia y buenos atletas. Soy símbolo de las mujeres mexicanas, mujeres madres y mujeres atletas. Es una enorme satisfacción, también una responsabilidad muy grande.

¿De qué manera creen que practicar deporte empodera a las mujeres?

VIANNEY: Empodera a todos. Creo que –de por sí– las mujeres somos aguerridas y luchonas; el deporte nos ayuda a desarrollar esto muchísimo más, forja un carácter increíble y eso nos hace destacar.

YARELI: Como mujer deportista, a mí me gusta demostrar a la gente que las féminas somos superempoderadas. De hecho, en el ciclismo, nuestro género tiene cuatro plazas olímpicas y los hombres menos; estamos demostrando que ¡somos fuertes!

ÚRSULA: Me llena de felicidad que ya haya más equidad en el deporte, en general; nos incluyen en las competencias y en más disciplinas o categorías, porque tenemos la misma calidad, fuerza y determinación que los varones; y se está notando. Creo que estar como mujer en estos Juegos es una motivación para que las demás logren sus sueños en todo, no solo en lo deportivo.

COSMO POWER

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2021-06-01T07:00:00.0000000Z

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Editorial Televisa