Seamos realistas, ¿quién es el único que se queda en las buenas y malas?

* Tu cuerpo *

Y Recordemos: cuando se te hace tarde para llegar a la oficina y sales corriendo sin desayunar, ¿quién te lleva? Tus piernas. Cuando debes aportar una solución innovadora en tu trabajo porque de eso depende te den un proyecto, ¿quién te asesora? Tu cerebro. Cuando todas las mañanas te levantas a correr porque estás decidida a lucirte en bikini en tus siguientes selfies veraniegas, ¿quién te brinda resistencia? Tu corazón. Resumamos. Tu cuerpo ha aguantado todas tus aventuras; es tu más leal compañero de vida.

Suficiente razón para cuidarlo; lo cual significa apapacharlo, ponerlo bonito, sobre todo, nutrirlo; darle la energía que requiere para seguir estando más allá del 100 contigo. Bien afirma la FAO en su web: “El cuerpo humano requiere energía para realizar todas las funciones corporales, entre ellas, el trabajo... Es necesaria para la descomposición, reparación y formación de los tejidos”. Es decir, para tener VIDA; cuestión que a nivel espiritual es importantísima, porque el cuerpo es la casa de nuestra alma, a través de él percibimos el mundo y logramos conocernos a nosotr@s mism@s.

Hay grandes argumentos para comenzar y continuar cuidando tu cuerpo. ¿Cuáles son las formas recomendadas para hacerlo? Te compartimos algunas ideas.

aguantarlo Gracias por todo. Gracias por hacerme única. Gracias por no dejarte vencer.