SOFÍA CASTRO

(actriz)

Mamá: Angélica Rivera

Quiero ser como ella

Por ella, soy actriz. Siempre la he admirado y me inspiró su amor y disciplina en su carrera, fue lo que me hizo seguir el mismo camino. Su ejemplo me motiva a querer ser como ella, como mamá, hija, mujer y profesional. Es fuerte, guerrera, jamás se ha dejado tumbar por nada ni nadie; eso le reconozco mucho, la fuerza tan grande que tiene y la gran mujer y mamá que es.

A mis hermanas y a mí nos enseñó que nunca debemos permitir pasar por encima de nosotros a nada ni a nadie, también a amarnos tal cual somos y ser auténticas. Su mejor consejo ha sido: “Jamás dudar de quien soy y confiar en mí; porque todo lo que me proponga lo puedo lograr. Que jamás deje de soñar y pensar positivo”.

Reír junto a ella

Tengo muchos recuerdos junto a mi madre, pero los que más me gustan son los ataques de risa que nos dan en momentos tontos. Nos reímos por cualquier cosa en cualquier lugar, o en la situación más seria del mundo.

Nos parecemos en todo, incluso físicamente, aunque –la verdad– en el carácter también. Hasta me llamo igual que ella: Angélica Sofía.

Gracias, mamá

Le agradezco la dedicación que nos ha dado como sus hijas, el que jamás nos ha soltado la mano; todos los días está por nosotras. Le agradezco ser un ejemplo a seguir, como mujer y mamá. También las pláticas, los consejos, las risas, los regaños, los momentos buenos y malos que hemos vivido, porque en ellos nos ha demostrado cómo salir adelante a pesar de las complicaciones, igual a disfrutar el hoy y el ahora. Así que... ¡Gracias, mamá, por ser la mejor mamá del mundo! Todo lo que soy te lo debo a ti.

“Mi mamá... es mi todo. Una mejor amiga, confidente, mi centro y mi paz”. – Sofía